Priístas privatizadores
El PRI es coautor de la privatización
Primero, el senador
priísta Francisco Labastida se encargó de promover la reforma a 10
leyes secundarias para privatizar a Pemex, secundado por Manlio Fabio Beltrones
y Emilio Gamboa, coordinadores parlamentarios del PRI. Cuando el gobierno
federal les presentó el Diagnóstico de Pemex, los diputados
priístas lo rechazaron. Luego, los gobernadores de los Estados petroleros
se manifestaron decididos a presentar una iniciativa privatizadora.
Después, en el Consejo Nacional del PRI, se evidenciaron las posiciones
proclives a la privatización petrolera. Todo quedó en discursos
demagógicos. Salvo las acciones del exsenador Bartlett, los opositores
priístas se ven débiles.
El 3 de abril, Georgina Kessel,
secretaria de energía, y Jesús Reyes Heroles, director de Pemex,
presentaron a los diputados el supuesto Diagnóstico sobre Pemex. Varios
diputados priístas cuestionaron acremente a los dos funcionarios del
gobierno y, por unanimidad, rechazaron el tal Diagnóstico al que
calificaron de catastrofista y verdades a medias.
Carlos Rojas,
exdirector de Pemex y actual diputado señaló que “El estudio
confirma una visión catastrofista para la actividad petrolera; esto no
nos sorprende, obedece a una vieja práctica de ahogar a las instituciones
para luego desprestigiarlas, y luego tratar de solucionar el problema con
propuestas como las que ahora nos dicen hay que acompañar con
inversión privada a Pemex. ¿Qué hicieron, qué le
pasó a Pemex, cuando en el año 2000 era la empresa número
seis del mundo y ahora es la undécima? ¿Qué hicieron con
más de 45 mil millones de dólares de recursos de los excedentes
petroleros? ¿Quién tomó esas decisiones?”. Ni Kessel ni
Heroles respondieron.
El diputado José Murat enfrentó a los
burócratas gubernamentales diciéndoles: “Ustedes lo que
buscan y quieren es privatizar Pemex, quieren los contratos de riesgo, que es
una violación a la Constitución, y se van a ir por la ley
reglamentaria para justificar esos contratos; no nos metan a un debate tramposo,
no queremos que beneficien a la iniciativa privada nacional e internacional. Si
para los empresarios es negocio comprar Pemex, ¿entonces debe ser negocio
para el gobierno mexicano mantener a la empresa? ¿A quién quieren
beneficiar? Repsol, Exxon, la Shell, están como perros sobre el negocio;
hagamos un negocio para beneficio de México”.
La diputada
Beatriz Pagés dijo a Kessel y Heroles que, “la estrategia del
gobierno federal y el diagnóstico que se nos presenta insulta la
inteligencia de los mexicanos, porque se nos presentan verdades a medias; tal
parece que al gobierno lo único que le interesa es privatizar el Golfo de
México en aguas profundas. Este diagnóstico pretende ver en el
Golfo de México y en las aguas profundas una panacea”.
No
nada más, la diputada se refirió a uno de los aspectos más
manipuladores de la campaña televisiva del gobierno y dijo que “Se
utilizó el caso cubano como una intención mediática para
decir a la izquierda que en un país socialista se realizó la
asociación; ¿por qué arrojar a México en la aventura
de las aguas profundas?, ¿por qué lanzarlo a la aventura como si
fueran los piratas del Caribe?”.
El rechazo de los diputados
priístas al Diagnóstico de Pemex muestra que el gobierno no
convence. Los diputados del PRI aprovecharon la debilidad de Kessel y Heroles y
se les fueron literalmente “encima”. Desafortunadamente, ese
ejercicio no es suficiente. Al interior del PRI, el desasosiego privatizador es
muy intenso, varios priístas están muy nerviosos.
Desasosiego privatizador
Al siguiente día, varios diputados de los
estados de Veracruz, Tabasco, Tamaulipas, Chiapas, Nayarit, Nuevo León y
Estado de México declararon que “respaldarán la iniciativa
de reforma a la ley reglamentaria del artículo 27 constitucional para
permitir la participación de inversión nacional y extranjera en
Petróleos Mexicanos (Pemex), mediante los contratos de riesgo y de
servicios múltiples que impulsará el PAN”. Es decir,
apoyarían la privatización TOTAL de Pemex.
Es evidente que
se trata de diputados comprados por el gobierno y que han sido convenientemente
cabildeados por los propios gobernadores de esos estados. En Acapulco, Guerrero,
durante los trabajos de la Convención Nacional Bancaria, Francisco
Granier, gobernador de Tabasco, anunció que “los gobernadores de
estados petroleros impulsarán una iniciativa de reforma a la
paraestatal”. Luego, Fidel Herrera, gobernador de Veracruz, expresó
que, al igual que otros mandatarios priístas, pugna por permitir la
inversión privada en sectores hasta ahora no abiertos en Pemex.
Claramente, Herrera se manifestó por la privatización de la
exploración y explotación del petróleo crudo.
Esos
gobernadores priístas proceden con cinismo y mala fe. Deliberadamente,
omiten que el petróleo NO es de los estados donde existen zonas
petroleras. El petróleo es de la Nación no es del Estado mexicano,
menos de los estados de la federación y menos aún de los
gobernadores en turno. Esos gobernadores abusan del cargo que ostentan. Ser
gobernadores NO les otorga ningún derecho para violar a la
Constitución, al contrario, es su deber cumplirla y hacerla
cumplir.
Gobernadores privatizadores
Los legisladores privatizadores del PRI
están insubordinados a su propio partido y forman parte de la
“rebelión neoliberal” en curso. Sus propuestas son
inaceptables. Proponen “impulsar una iniciativa propia, al margen de la
dirigencia y que, con el apoyo de los gobernadores en cuyos estados hay
explotación de yacimientos petroleros, sería la base para negociar
desde el Senado una reforma sin cambios constitucionales, pero con clara
apertura al capital privado”.
No es ninguna iniciativa
“propia”, se trata de las mismas propuestas de Calderón y el
PAN. Señalan que “aprovechando la experiencia, Pemex debe continuar
la exploración en aguas profundas, conforme a su ritmo y conveniencia
“sin necesidad de compartir la renta petrolera en inadmisibles contratos
de riesgo”, es decir, contratando exclusivamente los servicios
técnicos, sin comprometer la renta petrolera, además de que se
debe optimizar la vida útil de los yacimientos, haciendo obligatoria la
recuperación mejorada desde el inicio de su
explotación”
Además, están
“preocupados” por la explotación de los yacimientos
transfronterizos. Dicen que “el gobierno de la República tiene la
obligación de encontrar soluciones, conforme al derecho internacional,
para la explotación de los yacimientos transfronterizos, sin modificar la
ley reglamentaria del artículo 27 constitucional”.
Sin
embargo, lo que promueven los gobernadores consiste en “una iniciativa de
reforma energética que considera incrementar la participación del
capital privado en Pemex”.
Más aún, han dicho que
“se irán por la libre” y presentarán, por conducto de
sus diputados y senadores, una iniciativa de reforma energética que busca
incrementar la inversión privada. La fórmula propuesta
sería “otorgar contratos para trabajos específicos que
puedan ir de la perforación, extracción y transportación a
través de ductos –pagando exclusivamente por ese servicio, sin que
eso implique compartir la renta petrolera–, a modificar los contratos de
riesgo y evitar así asociaciones directas con el capital privado, con lo
que, aseguraron, no se compromete ese bien nacional”.
Lo anterior
no significa una propuesta “propia” sino que el gobierno ha
cabildeado con los gobernadores del litoral petrolero para obtener su apoyo a
cambio de canonjías.
La gallina de los huevos de oro
Presionada por las tendencias privatizadoras
internas y sin una definición clara, Beatriz Paredes, presidenta del PRI,
llamó “a no matar la gallina de los huevos de oro”. La
debilidad política de Paredes es obvia pero, esa indefinición es
parte de su política borrosa, escudándose en frases propias de la
demagogia municipal, pues también apoya la
privatización.
Las propuestas presentadas por Paredes conducen,
precisamente, al ahorcamiento de la “gallina”. En el 51 Consejo
Nacional del PRI, realizado el 5 de abril en el puerto de Veracruz, la
presidenta del PRI dijo que “Pemex debe ser guiada por un ente regulador
autónomo, ajeno a los vaivenes políticos, integrado por consejeros
independientes de reconocida experiencia y valía, electos por el Senado
de manera escalonada, que no tengan relación o intereses cruzados con el
gobierno y los poderes fácticos”. Eso es lo que lo mismo que
propone el PAN.
Luego, agregó que “Se trata de otorgarle
plena autonomía de gestión administrativa y financiera, darle
flexibilidad operativa para la procura y contratación de obras y
servicios, además de darle independencia del Presupuesto de
Egresos”. La “autonomía de gestión” es,
precisamente, la clave de la propuesta privatizadora del gobierno de
facto.
Paredes dijo que “Lo más importante es dejar bien
claro que la modernización de Pemex y la transición ordenada debe
realizarse sin modificaciones constitucionales”. Eso es, exactamente, lo
que quieren el PAN y Calderón. La privatización de Pemex que
proponen sería NO constitucional, es decir, sin reformas a la
Constitución sino a la legislación petrolera secundaria.
Juego privatizador
En minoría pero consecuente, el ex senador Manuel Bartlett aseguró
que los gobernadores están negociando con el gobierno federal más
recursos para sus estados a cambio de convencer a los legisladores federales de
sus entidades de apoyar la privatización de Pemex, y que los
coordinadores priístas en el Congreso de la Unión hicieron lo
propio con Calderón quien, dijo, “juega con
ellos”.
Sobre Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa Patrón,
Bartlett dijo que “están de acuerdo con la privatización. Ya
negociaron con el gobierno federal, pero Calderón juega con
ellos”.
Lo cierto es que el PRI mantiene una política
proclive a la privatización. Labastida es el autor de la reforma a la
legislación secundaria. Beltrones, Gamboa y Paredes no son ajenos a esta
propuesta. Al interior del PRI existe malestar pero no hay la consecuencia
debida, los sectores privatizadores radicales tienden a imponer la
privatización de Pemex, sus propios hechos lo confirman.
Los
gobernadores “petroleros” carecen de propuestas propias, simplemente
avalan las de Calderón y el PAN a cambio de migajas, millonarias, pero
migajas sin importarles traicionar a la Nación. Los documentos del PRI
son papeles que nadie cumple.
En 2008, las
exportaciones fueron contrarestadas por las importaciones, con un déficit
en la balanza comercial. De acuerdo a la política petrolera oficial, se exporta petróleo crudo
y se importan petroquímicos, gas natural y petrolíferos, principalmente gasolinas