Solidaridad con Ecuador
El 1 de marzo de 2008, las fuerzas militares del
gobierno de Colombia bombardearon, a la media noche, un campamento de las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Para esa acción, los
militares colombianos incursionaron en territorio ecuatoriano violando
flagrantemente la soberanía e integridad territorial de
Ecuador.
En las acciones murió el comandante Raúl Reyes
quién fungía al momento como el principal portavoz de las FARC en
el tema del intercambio humanitario de rehenes. En territorio ecuatoriano
ocurrió una masacre, los rebeldes fueron bombardeados mientras
dormían.
De acuerdo a la Convención de Ginebra de 1977,
añadido al protocolo original de 1949, el asesinato de un miembro de un
ejército adversario mientras existen negociaciones de paz se considera un
crimen de guerra bajo el rubro de perfidia.
Este fue un golpe premeditado
contra el proceso de Paz en momentos en que avanzaban las gestiones para la
liberación de rehenes. La agresión del gobierno colombiano de
Alvaro Uribe contó con el apoyo del gobierno norteamericano, mismo que
está detrás de la monstruosidad. El bombardeo seguramente fue
guiado con apoyo satelital de cuya infraestructura carece el ejército
colombiano. Los ataques, al parecer, partieron de la base militar estadounidense
de Manta. En el bombardeo se utilizaron “bombas inteligentes”
norteamericanas.
En un acto de dignidad, los gobiernos de Ecuador, y
luego el de Nicaragua, rompieron las relaciones diplomáticas con
Colombia. El gobierno de Venezuela y Ecuador desplegaron tropas en la frontera
colombiana. En la región se ha creado una zona de tensión que
implica a todos los pueblos latinoamericanos, entre ellos,
México.
Al invadir territorio ecuatoriano para bombardear un
campamento de la insurgencia colombiana, el gobierno de Colombia violó la
soberanía de Ecuador. Así lo reconoció la misma
Organización de Estados Americanos (OEA) en tibia declaración que
no condenó las acciones de agresión.
Durante la Cumbre de
Río, realizada en República Dominicana, los jefes de Estado y de
gobierno rechazaron la violación a la integridad territorial de Ecuador
por parte de Colombia. Luego, se dijo que la crisis andina se había
resuelto mediante un saludo entre los presidentes implicados y la promesa de
Uribe que los hechos no se repetirán. Estimamos que no es así. La
violación a la soberanía ecuatoriana por parte de las fuerzas
militares de Colombia no se resuelve con un abrazo entre presidentes y menos con
promesas de un presidente colombiano que utiliza al “terrorismo de
Estado” como política en contra de su propio pueblo. El conflicto
interno de Colombia impone la participación internacional con la
presencia de las fuerzas beligerantes. El conflicto de Colombia con Ecuador no
se resuelve con disculpas. El gobierno colombiano debe ser aislado,
diplomática y políticamente, por todos los pueblos del
mundo.
Los trabajadores mexicanos de la energía expresamos nuestra
solidaridad con los trabajadores y pueblos de Ecuador y Colombia. Rechazamos el
intervencionismo norteamericano y la política agresora del gobierno de
Alvaro Uribe, así como la política proyanki de Felipe
Calderón.
Frente de Trabajadores de la Energía,
de México