Ventas totales en 2007 por 1 billón 235 mil millones de pesos
Resultados financieros de Pemex
De acuerdo con los Resultados
Financieros de Pemex, al 29 de febrero de 2008, Pemex obtuvo en 2007 ingresos
por ventas totales equivalentes a 1 billón 135 mil millones de pesos. El
rendimiento antes de impuestos, derechos y aprovechamientos fue de 660 mil 152
millones de pesos. El EBITDA (ingresos antes de intereses, impuestos,
depreciación y amortización) fue de 837 mil 800 millones de pesos.
Sin embargo, Pemex opera con pérdidas (déficit neto) debido a la
irracional política petrolera oficial.
Altas ganancias con pérdida neta
Según Pemex, las ventas
totales, incluyendo ingresos por servicios, aumentaron 2.9 por ciento en
relación a 2006, registrando un máximo histórico de 1
billón 135 mil millones de pesos durante 2007 debido, principalmente, a
mayores precios de exportación del crudo.
Durante 2007, el
rendimiento antes de impuestos, derechos y aprovechamientos fue de 660 mil 152
millones de pesos (60 mil 753 millones de dólares), en comparación
con 651 mil 718 millones en 2006. El monto de impuestos, derechos y
aprovechamientos ascendió a 676 mil 278 millones de pesos, cantidad que
representó un aumento de 11.8 por ciento en términos reales
comparado con 2006. Tratándose del rendimiento neto, en el 2007, PEMEX
tuvo pérdidas por 16 mil 127 millones de pesos (mil 484 millones de
dólares). Esta variación la explica Pemex debido a las mayores
compras de productos de importación. Pero no es así de
simple.
Pemex tuvo en 2007 un elevado rendimiento (660 mil 278 millones
de pesos) pero, por concepto de impuestos, derechos y aprovechamientos
entregó al gobierno federal (676 mil 718 millones de pesos), más
de lo obtenido por rendimiento. La diferencia, o rendimiento neto (16 mil 127
millones de pesos) es negativa, es decir, Pemex tuvo pérdidas.
Contradicción deliberadamente planeada
En 2007, el gobierno le sustrajo a Pemex el 101.77% de su
rendimiento. La industria petrolera mexicana es la primera fuente de ingresos
del gobierno federal pero, con esa política fiscal, incapacita a la
paraestatal mexicana porque se le sustraen la totalidad de su rendimiento sin
que se le apoye para sus obras de expansión. El resultado es la carencia
de recursos para realizar inversiones propias. Las inversiones que Pemex realiza
son por la vía del endeudamiento.
Tratándose del EBITDA, en
2006, Pemex había obtenido 72.3 mil millones de dólares mientras
ExxonMobil obtuvo 79.5 mil millones de dólares. Esto es,
tratándose de la rentabilidad, Pemex era en 2006 la segunda empresa
petrolera del mundo. Después, seguía Shell con 50.3 mil millones
de dólares, Petrobrás con 24.7 mil millones de dólares y
Statoil con 19.7 millones de dólares.
En 2007, el EBITDA reportado
por Pemex llegó a 77.1 mil millones de dólares (837 mil 800
millones de pesos). Es decir, Pemex es una de las empresas petroleras más
rentables del mundo. Pemex PRODUCE altos ingresos, suficientes para financiar su
propio desarrollo. Pero, en la práctica, ocurre lo contrario debido a una
política oficial deliberadamente asfixiante.
Menos producción, más exportación
Los resultados operativos de Pemex
en 2007 indican una producción de hidrocarburos líquidos de 3
millones 486 mil barriles diarios siendo la producción de petróleo
crudo de 3 millones 82 mil barriles diarios. Esto representa una baja en la
producción respecto al año anterior. Pemex atribuye esa baja al
sostenido declive de Cantarell.
Las exportaciones de crudo ascendieron en
2007 a 1 millón 686 mil barriles diarios (el 54.7% de la
producción). El valor de las exportaciones de crudo y condensados fue de
44 mil 388 millones de dólares. El precio ponderado promedio de la mezcla
de exportación se estimó en 61.6 dólares por
barril.
Las importaciones de petrolíferos aumentaron en 14.6% al
pasar de 431 a 494 mil barriles diarios. Las importaciones de gasolina pasaron
de 204 mil 700 a 307 mil 700 barriles diarios, es decir, 50.3% más que en
2006. Entre tanto, la producción de petrolíferos disminuyó
en comparación con 2006, alcanzando un promedio de 1 millón 511
barriles diarios.
El número de franquicias de estaciones de
servicio se situó en 7 mil 940 al 31 de diciembre de 2007, 5.1 por ciento
más que las 7 mil 554 existentes al 31 de diciembre de 2006. Eso indica
que las concesiones a los particulares siguen aumentando.
De manera que,
no obstante la baja en la producción de crudo, las exportaciones siguen
siendo cuantiosas. A los petroprecios del momento, las ventas totales obtenidas
son mayores. En contraste, las importaciones de petrolíferos siguen
aumentando, en volumen y en valor.
Endeudamiento excesivo
Pemex señala que la deuda total consolidada, que
incluye intereses devengados disminuyó 15.2 por ciento respecto al
año previo, para ubicarse en 500 mil 879 millones de pesos (46 mil 95
millones de dólares), debido principalmente a una reducción en la
deuda de largo plazo. Ese nivel de endeudamiento es excesivo y corresponde al
75.86% del rendimiento obtenido en el año.
La deuda neta, o la
diferencia entre deuda total y efectivo, más valores de inmediata
realización, disminuyó 67 mil 878 millones de pesos, al pasar de
394 mil 939 millones de pesos en 2006 a 327 mil 61 millones de pesos (30 mil 99
millones de dólares) en 2007.
No obstante la disminución de
la deuda total, durante 2007, los pasivos totales crecieron 5.9 por ciento
situándose en 1 billón 279 mil 300 millones de pesos,
principalmente como resultado del crecimiento de la reserva laboral. Eso
significa pasivos totales mayores al nivel ingresos por ventas totales obtenidas
en el año.
Pemex indica que el patrimonio de la paraestatal
aumentó 10 mil 348 millones pesos, al pasar de 41 mil 456 millones a 51
mil 804 millones de pesos (4 mil 767 millones de dólares). La
variación se debe principalmente a una aportación de 11 mil 158
millones de pesos derivada de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad
Hacendaria.
Planes basados en la privatización
Según el Panorama de Pemex, de febrero
de 2008, los planes próximos consisten en lograr un perfil de
producción de 4.4 millones de barriles de petróleo crudo
equivalente, de los cuales, la producción de crudo sería de 3
millones 200 mil barriles diarios. Es decir, se insiste en continuar con una
política de saqueo de los recursos energéticos
primarios.
Entre las líneas de negocios, Pemex, considera una
estrategia de exploración “aguas arriba”. Esto incluye a las
cuencas del Golfo de México profundo, Sureste, Burgos, Tampico-Mizantla,
Veracruz, Sabinas y la plataforma de Yucatán.
En ese marco se
promueve la reforma energética neoliberal para establecer alianzas con
las transnacionales para la exploración y explotación del crudo en
las aguas profundas del Golfo de México. Eso significaría entregar
los recursos de hidrocarburos al imperialismo. Los objetivos son
múltiples y van desde asegurar suministros seguros de crudo al mercado
norteamericano, vía las exportaciones, así como la
distribución de los ingresos obtenidos con las transnacionales. Si ahora
Pemex es la principal fuente de ingresos del Estado mexicano, con la
privatización de la paraestatal mexicana, los inversionistas privados,
“aliados” o “socios”, recibirían una parte
importante de la renta petrolera. Pemex podría elevar la
producción y exportación, así como, los ingresos obtenidos
pero su rendimiento sería menor porque compartiría la ganancia con
las corporaciones.
Si a la fecha, Pemex ha sido quebrada por los
sucesivos gobiernos en turno, con la privatización desaparecería
rápidamente y el Estado eliminaría a su principal fuente de
ingresos. Obviamente, los costos los pagaría el pueblo en general, con
inevitables aumentos a los precios de las gasolinas, diesel, gas, y
energía eléctrica, mayores a los actuales de suyo injustos y
desiguales.
Privatizar, propuesta absurda
Privatizar a Pemex es una propuesta que raya en el
absurdo. Las razones del gobierno en turno son meramente ideológicas
consistentes en transferir el régimen de propiedad estatal al privado. No
obstante la considerable corrupción, administrativa y sindical, y la
lesiva política fiscal gubernamental, la petrolera estatal más
rentable del mundo debiera ser ejemplo para Petrobrás y otras, no al
revés.
Con sus propios números, se demuestra que Pemex es
una empresa que produce suficientes recursos económicos para financiar su
desarrollo. Hace falta que el Estado le proporcione los medios para realizar sus
proyectos de obras y expansión por administración directa, como lo
indica la Constitución. También, se precisa de una política
petrolera radicalmente diferente a la actual. Exportar crudo e importar
petrolíferos no solamente es un mal negocio sino un desastre para la
nación.
Entre otras medidas de política energética
es necesario reformar la Ley Federal de Aprovechamientos y Derechos,
especialmente con relación al Derecho Ordinario sobre los Hidrocarburos
(DOSH) permitiendo a Pemex los recursos que necesita para que realice
inversiones propias. ¿De dónde saldrán los recursos? ¡De
la misma fuente que los produce! También es urgente que el crudo mexicano
se procese en el país, por el propio Pemex, mediante la
construcción de 5 refinerías energéticas que produzcan
gasolinas y, al mismo tiempo, electricidad.
Desarrollar una
política petrolera independiente supone la propiedad nacional de Pemex.
La privatización no es necesaria ni conveniente para la
nación.
Sonda de Campeche, Pemex