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Volumen 7, Número 84S, marzo 17 de 2007  

Organización obrera afiliada a la FEDERACIÓN SINDICAL MUNDIAL

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A. Hernández, A. Rivera
Frente de Trabajadores de la Energía
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1 INTRODUCCION

En 1982 cuando estaba en la presidencia de la Republica Miguel de La Madrid, las grandes trasnacionales impusieron una serie de medidas políticas y económicas a través del Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Esta ofensiva del imperialismo hacia los pueblos del mundo la denominan “neoliberalismo”. El modelo tiene como objetivo “hacer a los ricos más ricos y a los pobres más pobres”. En Argentina, donde fue aplicado al pie de la letra, sus efectos fueron devastadores, hundiendo a dicho país en una crisis política y social de la cual aún no se recupera.

En México sus alcances han sido severos de tal forma que el neoliberalismo ha provocado el empobrecimiento de sus habitantes. El 86 % de los mexicanos carecen de los satisfactores mínimos de supervivencia que conforman la denominada canasta básica. Durante la administración de los gobiernos neoliberales el empobrecimiento de la población ha ido en constante aumento. En 1981, el 48% de la población mexicana era de pobres, en 1994 se incremento a 65%, en el 2000 era 79.8% y, para 2004 alcanzó el 80.4%. Los datos hablan por si solos y muestran el incremento constante de la desigualdad social.

El desempleo se ha profundizado, generando uno de los problemas más serios. El número de desempleados es alarmante La política salarial es una verdadera burla. El salario mínimo es de 50.57 pesos, cuando menos tienen que trabajar tres miembros de una familia para poder subsistir. Más de las dos terceras parte de mexicanos somos pobres. La llamada economía informal crece a pasos agigantados, los ambulantes cada más vez llenan las calles. En los sexenio de los gobiernos neoliberales, lejos de crear nuevos empleos se han perdido, elevándose el déficit de empleos a más de 5 millones 500 mil. La migración se incrementó en cifras alarmantes. Más de 5 millones de compatriotas emigraron a Estados Unidos, en la era de Fox, en busca de empleo y lo siguen haciendo a costa de perder la vida. Las zonas rurales e indígenas viven en condiciones deplorables. La delincuencia cada vez gana más terreno.

Los gobernantes neoliberales no tienen una política social y económica definida que vaya en el sentido de mejorar las condiciones de vida de la mayoría de los mexicanos. Con base en estos elementos podemos concluir que el neoliberalismo está orillando al pueblo a tomar acciones cada vez más radicales en defensa de sus intereses. El caso de la APPO en Oaxaca es muy ilustrativo.

2. EL PROYECTO SUMA

En el sector energético las cosas no andan nada bien. Los tecnócratas, a toda costa, pretenden privatizar a PEMEX. Aunque Felipe Calderón diga que no, en los hechos lo están entregando a intereses privados, en especial a extranjeros, en perjuicio de los mexicanos.

La última modalidad que han inventado los neoliberales es el denominado proyecto SUMA, que no es otra cosa que toda una estrategia implementada en EU e impuesta a México para abrir PEMEX a la inversión privada. El proyecto tiene como objeto adelgazar la planta laboral de la paraestatal. Desde sus orígenes se planteó despedir a más de 30 mil trabajadores sindicalizados, más los de confianza, además de garantizar la privatización de áreas estratégicas como son exploración y explotación de crudo, así como el sistema de distribución de ductos, oleoductos y gasoductos, a pesar de que los ductos están considerados como instalaciones de seguridad nacional.

La idea original del proyecto SUMA viene de Estados Unidos por medio de la ley Sarbarnes-Oxley, aprobada en el 2002 e impulsada por los senadores cuyos apellidos se utilizan para su designación. El objetivo de dicha ley es la existencia de una reforma contable de las compañías públicas para la protección de los inversionistas, que por lo general son extranjeros (adoptada a raíz de los fraudes de Enron y otras). Dicha ley fue impuesta a México y adoptada rápidamente por él ex director de PEMEX Luis Ramírez Corzo en 2004. Este hecho, desde sus orígenes, es violatorio a los preceptos jurídicos ya que, sin haberse sometido a la aprobación del Consejo de Administración de PEMEX, ni del Congreso de la Unión, se impulso dicho proyecto. Pero eso no es todo. El proyecto SUMA es ilegal ya que viola la fracción 6ª del artículo 27 constitucional.

Uno de los objetivos del proyecto es la entrega de las áreas estratégicas de la paraestatal a la inversión privada. Por ejemplo, la red de ductos quedaría en manos del sector privado. Por lo tanto, PEMEX deberá pagar a las compañías el uso de los mismos sin siquiera transportar por ese medio sus productos.

Antes de que oficialmente se acepte la privatización de la red de ductos, éstos ya están comprometidos. El grupo mexicano Z, perteneciente a la familia Zaragoza, será el beneficiado pues existen compromisos políticos ya que dicho grupo apoyo la campaña presidencial de Fox, así como la de Calderón, “previo acuerdo de que le pagarían los favores recibidos a través de PEMEX” (Ana Lilia Pérez, Revista Contra línea, en www.contralinea.com.x).

“Lejos de iniciar una gestión transparente, Felipe Calderón teje en Petróleos Mexicanos redes de negocios privados para hacer de la paraestatal la caja chica del gobierno y moneda de cambio para beneficiar a los empresarios que lo impulsaron para llegar a Los Pinos. La operación de los negocios la realiza desde hace unos meses el ex director de Pemex Gas y Petroquímica Básica (PGPB), Marcos Ramírez Silva, designado por Calderón como responsable del diseño de la estrategia petrolera 2006-2015”

Dentro del proyecto SUMA se contempla la desaparición del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP). También se pretende desincorporar los servicios médicos. Los seudo líderes del STPRM, en lugar de salir en la defensa de esta conquista laboral, para beneficio de los trabajadores del gremio, se han manifestado diciendo que ellos estaban interesados en obtener la concesión del servicio medico.

Con el proyecto SUMA se pretende entregar nuevamente a las trasnacionales las riquezas del subsuelo territorial y marítimo y sus recursos energéticos. Estos recursos son propiedad de la nación, son propiedad de todos los mexicanos, de ahí que los gobernantes neoliberales no pueden estar tomando acciones unilaterales contrarias a los intereses de los trabajadores, de la empresa y de la nación. En ese sentido los seudo líderes del STPRM lejos de defender la industria sirven de comparsa a los vende patrias.

Tomando en cuenta que ninguna empresa petrolera del mundo tiene un costo de operación tan bajo como PEMEX, en estos momentos, es menor al 10%. Los salarios de los trabajadores petroleros no son el problema. Sin embargo, las autoridades y diversos políticos han señalado que los salarios tan elevados son la causa de las malas finanzas de la empresa. Tan solo hay que señalar que los trabajadores de la Shell ganan en una hora más que un trabajador de PEMEX por día.

3 PROPUESTAS

1. Rechazamos la reducción de la planta laboral de PEMEX, y los despidos arbitrarios en la industria petrolera.

2. Rechazamos el proyecto SUMA por inconstitucional.

3. Todas las trasnacionales que fueron beneficiadas con el otorgamiento de CSM deben de ser expulsadas de nuestro país.

4. Los gobiernos en turno y los funcionarios públicos que participaron en este tipo de ilícitos deben de ser sancionados por traición a la patria y debe iniciarse el correspondiente juicio.

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