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Volumen 7, Número 84S, marzo 17 de 2007  

Organización obrera afiliada a la FEDERACIÓN SINDICAL MUNDIAL

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A. Hernández, A. Rivera, R. Alba
Frente de Trabajadores de la Energía
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1 INTRODUCCION

En 1982 el gobierno mexicano adoptó las políticas neoliberales que fueron diseñadas por el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Interamericano de Desarrollo. Uno de los objetivos se conoce como el “adelgazamiento del Estado”.

Los organismos financieros señalan que la participación del Estado en la economía impide el desarrollo económico y social del país, de tal forma que, el Estado debía deshacerse de sus actividades productivas así como de la prestación de servicios otorgándole dichas funciones a empresas privadas. En términos reales, se planteó la privatización de las empresas propiedad de la nación así como los servicios que presta el Estado.

Para llevar acabo estos mandatos los neoliberales han impuesto una serie de tratados y acuerdos. Miguel De la Madrid firmo la entrada de México a la Organización Mundial del Comercio (OMC); Salinas de Gortari firmo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN); Zedillo firmó el Acuerdo Macro; y, Fox firmo la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte (ASPAN).

Los tecnócratas han seguido al pie de la letra el contenido de estos “mandatos”, de tal forma que, en la actualidad, los gobiernos neoliberales han vendido gran parte de las empresas propiedad de la nación y han concesionado muchos de los servicios públicos, entre ellos, la energía eléctrica y el agua, que están catalogadas como recursos estratégicos y de seguridad nacional.

2 PRIVATIZACIONES: PROYECTO NEOLIBERAL INACEPTABLE

La aplicación del neoliberalismo ha dado como resultado un mayor empobrecimiento de la población. Sus alcances han sido severos. El 86 % de los mexicanos carece de los satisfactores mínimos de supervivencia que conforman la denominada canasta básica. El salario, el empleo, la salud y la educación se han visto disminuidos desde la aplicación de esta política económica.

En la industria petrolera la aplicación del neoliberalismo ha sido devastadora. No obstante todos los intentos realizados no han podido acabar con PEMEX, porque es una de las empresas más rentables del mundo en su ramo. Los costos de operación con respecto a sus ventas son menores al 10%; la transnacional Shell, que es la petrolera que le sigue, tiene un costo de operación del 45%. El costo de extracción de un barril de petróleo es de tres dólares pero su costo comercial varía. En el 2006 se mantuvo en un promedio de 60 dólares por barril; en lo que va de 2007 se ha mantenido por arriba de los 50 dólares.

PEMEX aporta el 42% de los recursos económicos del presupuesto nacional. La Secretaría de Hacienda, vía impuestos, le quita una parte cuantiosa de sus ingresos. Si Felipe Calderón persiste en seguir entregando esta industria a empresas trasnacionales, la pregunta es, ¿de donde van a sacar los recursos económicos que PEMEX aporta al Estado? ¿Acaso los dueños de las trasnacionales están dispuestos a dar al gobierno mexicano el 60% de sus ganancias, por vía impuestos? ¡Claro que no! Entonces, ¿de dónde sacan que nos va a ir mejor si se privatiza PEMEX?

Los tecnócratas justifican su propuesta manejando los mismos argumentos del Departamento de Energía de los Estados Unidos (DOE). Dicen que las reservas de petróleo con que cuenta México “ya solo alcanzan para este sexenio y la mitad del otro; que no tenemos gas y se tiene que importar, que no hay recursos públicos para financiar a Pemex y que éste es ineficiente. Agregan que, el petróleo que existe se encuentra en aguas profundas y “no contamos con la tecnología para extraerlo”. Por tanto, dicen, que no queda más que aceptar la inversión extranjera.

¡Este planteamiento es insostenible! Si la situación fuera así, las trasnacionales no estarían interesadas en comprar una empresa quebrada y sin futuro. Argumentos similares fueron manejados cuando el gobierno privatizó a TELMEX. Cuando la minería fue privatizada, dijeron que en Cananea estaba por acabarse el cobre y resulta que los nuevos dueños siguen explotando ese recurso con mayor producción y, las montañas que compraron con todo y empresa, tienen cobre para más de 200 años según sus propios cálculos. Lo que hacen estos gobiernos es engañar a la población para que acepte la privatización de PEMEX.

Hasta el momento, el gobierno federal no ha informado cuanto recibe de impuestos por parte de TELMEX, de las minas, etc.; tampoco ha informado cuanto están recibiendo de las trasnacionales que han favorecido mediante el otorgamiento de los denominados Contratos de Servicios Múltiples (CSM) en PEMEX, o por las plantas generadoras de energía eléctrica privadas.

3 LA PRIVATIZACION PETROLERA

Hace 25 años, PEMEX era una empresa exitosa cuyo crecimiento en productos superaba el 10% anual. Desde 1982 no se incrementa la refinación y la petroquímica ha disminuido en un 80%. “En amoniaco teníamos el complejo más grande del mundo: 5 millones de toneladas por año, hoy fabricamos el 10%. Se quedaron sin arrancar tres plantas, 2 en el Pacífico y 1 en el Norte que representaban 4.5 millones de toneladas adicionales. Esto nos convertiría en el exportador más grande de amoniaco del mundo. Esto podríamos hacer los mexicanos. Y no necesitamos ni dinero, ni tecnología extranjera como se maneja en la demagogia oficial”[*].

Desde hace décadas se quema constantemente el gas en la atmósfera. En la actualidad son más de 200 millones de pies cúbicos por día, cuyo valor supera los 350 millones de dólares al año, y la inversión para recuperarlo solamente costaría 150 millones de dólares. ¿Por que no se invierte en la recuperación del gas? Por falta de presupuesto para el mantenimiento de PEMEX, los ductos explotan con frecuencia, provocando muertos, heridos y daños materiales a la población. De estas afectaciones los directivos de PEMEX y los gobiernos no se hacen responsables.

Queremos señalar, y que quede claro, que los sucesivos gobiernos han estado dejando caer ésta industria, no invierten en nada, han sacado de operación varias petroquímicas, otras funcionan en bajos porcentajes, otras ni siquiera las pusieron en marcha. El saqueo de recursos económicos vía Hacienda es total. El robo de recursos públicos de está empresa es muy conocido, el Pemexgate por ejemplo. Los funcionarios de la empresa forman sus propias empresas mediante las cuales también saquean a PEMEX. La intención es “desprestigiarla y tronarla” y así privatizarla totalmente.

Los gobiernos neoliberales han estado privatizando, de manera furtiva, áreas y partes de PEMEX, a sabiendas que su proceder es anticonstitucional, ya que están violando los artículos 27 y 28 de nuestra Carta magna. Por tanto, están incurriendo en el delito de traición a la patria. Todo esto lo saben, por eso tienen la intención de impulsar las nuevas reformas legislativas energéticas lo más pronto posible.

El gobierno de Calderón continúa otorgando concesiones y permisos a las trasnacionales para que inviertan en PEMEX. Esto no es sino la privatización inconstitucional de la empresa. Las concesiones van de 15 a 20 años con la promesa de renovarlos por igual número de años.

4 PEMEX, CONQUISTA DE LA NACION

La nacionalización de la industria petrolera se llevó a cabo mediante largas jornadas de lucha y movilizaciones que le costaron muchas vidas al pueblo de México. Fue el pueblo el que pagó la “indemnización” a las trasnacionales. Se hicieron colectas espontáneas y masivas donde el pueblo de México dio de manera generosa recursos económicos y en especie. Ahora, los traidores que se encuentran en el poder pretenden despojar a la nación de sus recursos.

El 18 de marzo de 1938, en una manifestación jubilosa en el zócalo capitalino, el pueblo de México expulsó a las trasnacionales que solo se dedicaron a extraer los recursos petrolíferos y explotar, humillar y matar a los trabajadores mexicanos. Ese día, en el Zócalo, había mantas que decían ¡No volverán! Las transnacionales declararon que los mexicanos no podríamos con la empresa y que, por tanto, los llamaríamos para que regresaran.

Los mexicanos de aquella época demostraron que podían manejar esta industria, y la hicieron productiva por más de 50 años, hasta que llegaron los tecnócratas y aplicaron el neoliberalismo con la finalidad de desmantelarla. Pero no han podido acabar con la industria petrolera, a pesar del empeño que han puesto por más de 30 años. Hoy, nuevamente, debemos defender a PEMEX porque es un patrimonio nacional resultado de la Revolución que sigue en marcha.

5 PROPUESTAS

1. Impulsar una campaña dirigida al pueblo de México explicando lo que está haciendo el gobierno federal en contra de PEMEX, CFE, CLyFC y el Agua.

2. Difundir por los medios al alcance el proyecto neoliberal y las repercusiones que tiene en la sociedad mexicana.

3. Convocar a todos los trabajadores de PEMEX a defender la materia de trabajo y la industria, en contra de la privatización furtiva en marcha.

4. Hacer un llamado a todas las fuerzas democráticas de este país para que se integren, de manera activa, a esta lucha.



Area de la Cuenca de Burgos donde se han otorgado los primeros
Contratos de Servicios Múltiples a las transnacionales.


[*] Rafael Decelis Contreras, El Universal, 6 septiembre 2005.

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