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Volumen 6, Número 82, diciembre 22 de 2006

20066, 250 aniversario del nacimiento de W.A. Mozart


Réquiem

14. Lux aeterna (SOPRANO i COR):
Lux aeterna luceat eis,
Domine,
cum sanctis in aeternum,
quia pius es.
Requiem aeternam dona eis,
Domine,
et lux perpetua luceat eis,
cum sanctis tuis in aeternum,
quia pius es.
Que la llum eterna brilli per a ells,
Senyor,
per sempre, entre els teus sants;
perquè ets misericordiós.
Dóna'ls el repòs etern,
Senyor,
i que la llum perpètua els il·lumini
per tota l'eternitat, entre els teus sants;
perquè ets misericordiós.
Mozart, Réquiem K.626


Mozart: (...) Escucha, pues: Tres semanas ha, volví tarde a casa. Se me dijo que alguien había preguntado por mí. No sé cómo, pero pasé la noche pensando: ¿quién habrá sido? ¿Qué querrá de mí? Al día siguiente volvió de nuevo, sin encontrarme tampoco. Al tercer día estaba yo jugando en el suelo con mi pilluelo. Oí que me llamaban; salí afuera. Un hombre completamente vestido de negro se inclinó cortésmente ante mí, me encargó un réquiem y desapareció.

Aleksandr S. Pushkin
«Mozart y Salieri» (1832)

Gloria in excelsis

Se ha escrito que el Réquiem de Mozart fue realizado, en julio de 1771, por un encargo anónimo del conde Franz Walsseg-Stuppach. Mozart murió antes de haberlo concluido. Joseph Leopol Eybler, primo de Joseph Haydn, se encargó del manuscrito para terminar la parte instrumental al parecer por deseo de Constanza, esposa de Mozart. Franz Xaver Süssmayr, alumno del maestro, fue quien lo terminó. El estreno del Réquiem, el 14 de diciembre de 1793, “bajo la dirección de su supuesto autor”, es confuso. Las partes originales del manuscrito de Mozart aparecieron hasta 1838.

Una edición crítica, elaborada por Leopold Novak (1965) y la edición de Franz Beyer (1971) proporcionan en su informe preliminar y notas, información exacta sobre este Réquiem en Re menor para solistas, coro y orquesta (cuerda, cornos ingleses, fagotes, trompetas, trombones, timbales y órgano). El estreno del Réquiem, bajo el nombre de Mozart, tuvo lugar el 2 de enero de 1793 en la sala Jahn de Viena.

“A excepción del Introitus y del Kyrie, que son originales de Mozart, las partes restantes se basan en apuntes y notas para su instrumentación. Los seis episodios de la Secuencia (Dies irae, Tuba mirum, Rex tremendae, Recordare, Confutatis y Lacrimosa) estaban completos en las partes vocales, mientras que les partes instrumentales sólo estaban esbozadas... exactamente el Lacrimosa se interrumpía en el octavo compás de la partitura vocal, justo en las palabras «Qua resurget ex favilla, judicandus homo reus»; las dos partes del Ofertorio (Domine Jesu y Hostias) estaban trazadas en sus líneas generales; y el Sanctus, el Benedictus y el Agnus Dei faltaban completamente”.

El Réquiem de Mozart lo integran 7 secciones: I. Introito que incluye el Réquiem aeternam cantado por el coro y una soprano. II. Kyrie, donde el coro canta Kyrie eleison. III. Sequencia, que incluye las partes Dies Irae a cargo del coro, Tuba mirum por un cuarteto, Rex tremendae por el coro, Recordare por un cuarteto, Confutatis por el coro, Lacrimosa por el coro. IV. Offertorium, que incluye las partes Diomine Jesu, interpretadas por un cuarteto y coro, y Hostias a cargo del coro. V. Sanctus, que incluye las partes Sanctus a cargo del coro y Benedictus por el cuarteto y el coro. VI. Agnus Dei, donde el coro canta Agnus Dei. VII. Communio, que incluye la parte Lux aeterna cantada por soprano y coro.

En Praga, en un concierto de gala del Réquiem de Mozart, participan los solistas del Teatro Nacional (soprano, alto, tenor y bajo), acompañados por la Orquesta de los Virtuosos Pragensis y el Coro de Radio Praga.

La historia clínica

Mozart murió el 5 de diciembre de 1791 a la edad de 35 años. Algunos han escrito que, por falta de dinero, fue enterrado en una fosa común. Eso parece ser parte de la leyenda. Respecto a las causas de su muerte, "Mozart murió víctima de un caso agudo de fiebres reumáticas", asegura Faith Fitzgerald, profesora de Medicina en la Universidad de California en Davis y autora de un estudio sobre el fallecimiento del compositor austríaco.

Durante mucho tiempo se ha especulado acerca del fin físico del maestro. “Se habían propuesto como causas sendas enfermedades del hígado y el riñón, unas fiebres tifoideas e incluso un envenenamiento auspiciado por el compositor italiano Antonio Salieri, cuya rivalidad con Mozart fue retratada, exageradamente, en la película Amadeus” de M. Forman (1984). Sin embargo, "Mozart murió víctima de un caso agudo de fiebres reumáticas", asegura Faith Fitzgerald.

Neal Zastav, profesor de la Universidad de Cornell considera que "No hay evidencia histórica de que asesinaran a Mozart". Dice Zastav que "Mozart se mantuvo muy activo hasta que cayó definitivamente enfermo".

Según los testimonios de la época, la enfermedad de Mozart, con fiebre alta, dolor de cabeza, erupciones cutáneas, dolor e hinchazón en brazos y piernas, fue repentina. El compositor seguía estando lúcido, pero intranquilo, de mal humor. Se sabe, por ejemplo, que el canto de su estimado canario empezó a causarle irritación, un síntoma típico de la fiebre reumática. En la segunda semana de enfermedad, Mozart sufrió vómitos y diarreas. Su cuerpo llegó a estar tan hinchado que no podía ponerse la ropa y necesitaba ayuda para levantarse de la cama. Finalmente, empezó a delirar, entró en coma y murió.

“Fitzgerald ha descartado las enfermedades del riñón y el hígado, que hasta ahora eran las hipótesis más plausibles, porque Mozart seguía teniendo las facultades mentales intactas. Su piel tampoco amarilleó como síntoma de una ictericia. Los problemas gastrointestinales y la retención de fluidos, con la típica hinchazón del cuerpo, pueden atribuirse perfectamente a las fiebres reumáticas. Sin embargo, la ciencia médica de la época no tenia los medios de hoy en día”. Los datos disponibles muestran que el maestro falleció por una causa muy común en la Europa del XVIII.

Adolfo Martínez Palomo, médico mexicano, estima que está muy claro que la causa inmediata del deceso se debió a las prácticas médicas de la época. ''Si este hombre estaba en enfermedad terminal, los purgantes, la extracción de sangre (mediante sangrías) y los eméticos (usados para provocar vómito) seguramente dieron la puntilla", dijo en la conferencia Mozart: la historia clínica, realizada en la Universidad Nacional Autónoma de México, el 27 de enero de 2006.

Según Martínez Palomo, “de los diagnósticos dispares emitidos sobre la muerte del genio de Salzburgo a lo largo de la historia, el único punto en común es el rechazo de la hipótesis del envenenamiento, surgida pocos días después de la defunción y a la que han contribuido historiadores y luego literatos”.

Sin embargo, explicó que ''No tenemos una interpretación adecuada; para unos pudo haber sido indicador de un accidente vascular cerebral que produjo hemiplejia; para otros, sugiere meningitis, encefalitis, nódulo reumático cerebral o tumor cerebral". Martínez Palomo sostuvo que ''Ninguna de estas posibilidades, pienso yo, es compatible con el resto del cuadro clínico. Mozart estuvo consciente hasta pocas horas antes de morir y el edema generalizado y la poliartitris no podían haber tenido relación directa con una cuestión cerebral".

Sobre las diferentes versiones dijo que, la más reciente sostiene que la única causa que puede explicar los síntomas terminales ''es curiosamente una en la que nadie ha pensado: triquinosis, enfermedad parasitaria frecuente en la época, cuando la miocarditis terminal por triquinosis no era infrecuente".

Al analizar la personalidad y vida del maestro, Martínez Palomo señaló que “Mozart nació con la capacidad de recordar y reconocer diferencias hasta de un octavo de tono, cualidad que los músicos llaman oído absoluto. Paradójicamente, ese oído se acompañó de un defecto anatómico en una oreja, imperfección a la que se suma un supuesto estrabismo, que todavía no se documenta”. También afirmó que el carácter alegre y comportamiento irreverente y desgarbado de éste nada tienen que ver con alguna enfermedad neurológica o siquiátrica, como sugieren algunos especialistas.

Inmortal obra musical del genio y ser humano

La leyenda alrededor del Réquiem, encargo convenido por el misterioso “mensajero” anónimo, parece como el anuncio de la propia muerte de Mozart. El maestro llevaba ya una década como artista libre y se encontraba en una difícil situación económica. En los años finales, Mozart escribió sus últimas óperas: Die Zauberflöte (La flauta mágica) y La Clemenza di Tito, (1791). Fue, precisamente, mientras trabajaba en La flauta mágica, que el emisario de un misterioso conde Walsegg le encargó una misa de Réquiem. "No me puedo desprender de la imagen del desconocido, decía Mozart; lo veo por todas partes y me ruega impaciente que realice el trabajo".

En noviembre de 1791, cuando trabajaba componiendo el Réquiem en Re menor K.626, enfermó. El 18 de ese mes dirigió la última composición completa que escribió (A Little Free-Mason Cantata). Dos días después cayó en cama. El 4 de diciembre de 1791 les pidió a los amigos que rodeaban su lecho que lo ayudaran a cantar la "Lacrimosa", de la incompleta obra, pero a la mitad de su ejecución interrumpió en sollozos; más tarde dio a su discípulo Süsmayer indicaciones para terminarla. "Esa noche", (escriben David y Federico Ewen), "su esposa Constanza, su hermana Sofía, y el discípulo Süsmayer se arrodillaron junto al lecho... Se llamó a un sacerdote para que le administraran la extremaunción. A medianoche, Mozart se despidió de su familia. Luego se volvió hacia la pared. Cuando lo tocaron comprobaron que había muerto". Fue así, el 5 de diciembre, 5 minutos antes de la una de la mañana, cuando Mozart murió en presencia de su esposa Constanza Weber, su cuñada Sofía y su médico Closset.

Johannes Jansen, ha escrito que, los restos mortales del maestro fueron llevados al reposo al cementerio de San Marx, ubicado a varios kilómetros de Viena, de conformidad con las reglas de la época que prohibían pompas fúnebres. Una furiosa tempestad dispersó el cortejo. El sitio no fue registrado, las reglas también prohibían el registro de la sepultura. Antes, hubo un funeral en la catedral de San Esteban y, en Praga, un memorial en su honor tuvo 4 mil visitantes una semana después. En 1859 se construyó un monumento en Viena.

Se fue físicamente el maestro dejando al mundo una obra inmortal. Su música permanece por eso es clásica. Mozart fue un indiscutible genio musical, también un ser humano que disfrutaba de la vida, de la comida, de la fiesta. En Praga se dice que le gustaba convivir con el pueblo, ir al billar, tomar cerveza.

“Mozart fue un tipo bromista, divertido y buena onda que sostenía una relación lúdica con su ambiente. Y es fundamental saber que Mozart nunca se dejó corromper”, ha dicho el escritor austriaco Kurt Palm, autor y director de la película El medidor de pantorrillas, basada en la vida del célebre músico.

La obra de Mozart es gloriosa: 46 sinfonías, 20 misas, 178 sonatas para piano, 27 conciertos para piano, 6 para violín, 4 para corno y 3 para flauta, 23 óperas, otras 60 composiciones orquestales y numerosas obras más incluyendo marchas, danzas y serenatas.

Mozart será recordado siempre porque despierta nuestros más intensos sentimientos y emociones, ha dicho Uri Caine, pianista y compositor de jazz, autor de The Mozart Proyect.

Referencias

  • Catálogo de obras, Grupo I música vocal religiosa, en www.webpersonal.net/mozart/cast/1_vocal_religiosa.html
  • Espinosa P. 2006, en La Jornada 27 ene 2006. www.jornada.unam.mx
  • Jansen J. 2005, Mozart, Taschen. www.taschen.com
    - La obra de Mozart, en www.webpersonal.net/mozart/cast/obra.htm
  • Mateos-Vega M. 2006, en La Jornada 7 jun 2006. www.jornada.unam.mx
  • Mozart, en www.mozart.cat
  • Mozart 2006, en www.mozart2006/esp/obra_orquestal_15827/direktlink.php.html
  • Réquiem, en www.webpersonal.net/mozart/cast/requiem.htm
  • Vargas A. 2006, en La Jornada, 28 ene 2006. www.jornada.unam.mx
  • Velásquez G. 1962, Cien Biografías en la Historia de la Música, Porrúa, en Wolfgang Amadeus Mozart – biografía. www.geocities.com/fcueto/Musica/WAMozart.htm
NOTA: El FTE de México se congratula en haber dedicado el año 2006 al aprecio de la obra gloriosa del maestro Wolfang Amadeus Mozart.




Izquierda: Memorial dedicado a Mozart en el cementerio de San Marx (1900), en Viena.
Derecha: Mozart al piano, pintura inconclusa realizada por su cuñado, el actor Joseph Lange, 1789.
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