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Volumen 6, Número 79, septiembre 30 de 2006

El poder estatal está en la calle

Crisis política en Oaxaca

El orden institucional está hecho pedazos por la ineptitud y corrupción oficial.
Restablecer el “orden”, el “estado de derecho”, es el objetivo del gobierno foxista.
Los pueblos de Oaxaca siguen movilizados y se preparan ante eventual represión.

Provocaciones diarias contra el pueblo

No obstante la evidente ingobernabilidad en Oaxaca durante más de 130 días, el gobierno foxista estuvo eludiendo atender el conflicto. Mientras, se ha mantenido un reiterado ambiente de provocación contra el movimiento, mismo que la ha eludido. La resistencia se ha sostenido y avanza.

El día anterior al fallido informe presidencial, 31 de agosto, apareció un supuesto grupo armado. En Oaxaca ha existido lucha guerrillera por años pero la actual lucha es pacífica y al margen de acciones de ese tipo. El 1º. de septiembre, la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) realizó una marcha en la capital del Estado. Durante el mitin, el magisterio oaxaqueño negó tener relación con la lucha armada. La acción fue vista como una provocación deliberadamente orquestada, probablemente, por el gobierno del gobernador Ulises Ruiz para activar la represión. También, se dijo que el movimiento oaxaqueño está desligado del movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador. Ese día, el sindicato de trabajadores de la Universidad Benito Juárez de Oaxaca realizó un paro de labores solidario de 24 horas con la APPO en el contexto del paro solidario de 48 horas promovido por ésta última.

La secretaría de gobernación foxista propuso al magisterio oaxaqueño “iniciar el ciclo escolar 2006-2007 en los próximos días como una medida de distensión para solucionar el conflicto político y social en el estado”, propuesta que fue rechazada por los maestros. En cambio, acordaron otras medidas de distensión como desbloquear algunas carreteras y estaciones de radio y TV.

Después, el gobierno local planeó mudarse de los hoteles en la ciudad de Oaxaca a Juchitán, municipio en el Istmo de Tehuantepec gobernado por el Partido de la Revolución Democrática (PRD). El alcalde juchiteco dijo que sería una provocación del gobernador. La Unión de Comunidades de la Zona Norte del Istmo calificó la medida como un intento para romper el movimiento. La APPO, entonces, decidió extender el movimiento hacia esa zona itsmeña donde la transnacional Iberdrola de España participa ilegalmente de la explotación eólica en La Venta y La Ventosa.

El 4 de septiembre, la APPO propuso emitir diversos bandos para la ciudad e Oaxaca. En los bandos se contemplaría la reactivación de la economía, la seguridad, la limpieza, el embellecimiento de la ciudad, la convivencia armónica, el transporte urbano y suburbano y la promoción turística (Vélez O., en La Jornada 5 sep 2006). El gobierno dijo que tales bandos carecían de validez legal al tiempo que anunció la cancelación de sus planes para trasladarse a Juchitán.

Los tiroteos se sucedían a diario y las provocaciones también. La APPO denunció que grupos de choque montan y desmontan barricadas para cobrar peaje. En varias ocasiones se ha golpeado a transeúntes y conductores de vehículos.

Reiterados llamados a la represión

El 11 de septiembre, la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), reunida en Nuevo Vallarta, Nayarit, acordó apoyar a Ulises Ruiz, al igual que Felipe Calderón, presente en la reunión. En otro nivel, la anterior legislatura en el Senado había rechazado la desaparición de poderes en Oaxaca. Ahora, los senadores del PRD propusieron cambiar el procedimiento para que se decrete, precisamente, la desaparición de poderes que, de acuerdo al artículo 76 constitucional, constituye una facultad del Senado mismo que nombraría a un gobernador provisional. Sin embargo, la alianza PRI-PAN ha entorpecido deliberadamente las acciones en la pretensión de sostener a Ulises.

La noche del 15 de septiembre, un maestro interpretó a Miguel Hidalgo y, en el centro histórico de Oaxaca “dio el Grito de Independencia” ante una multitud congregada llena de algarabía patria, música, fiesta, poesía y discursos. Se dio lectura al acta de Independencia, el pueblo rindió honores a la bandera, cantó el himno nacional y “Venceremos”, “Oaxaca, quiere vivir e libertad”, dijeron los asistentes. En los municipios de Oaxaca también se realizaron actos populares.

El gobernador del estado fue literalmente “echado”, en ninguna parte puso estar presente. Al siguiente día no se realizó el tradicional desfile militar. En su lugar, se realizaron cuatro marchas en la capital y muchas otras en el interior del estado. En Oaxaca, se dio a conocer el Manifiesto del 16 de septiembre de 2006, se llamó a la creación de un gobierno democrático y se acordó convocar a un congreso constituyente para redactar una nueva Constitución.

La secretaría de gobernación siguió eludiendo la solución al conflicto buscando “negociaciones” SIN incluir la renuncia de Ulises. La demanda de renuncia del gobernador es irrenunciable, respondió el magisterio oaxaqueño a Carlos Abascal, secretario de gobernación foxista, y entre tanto, dijeron, no se reanudarán las clases. El 18 de septiembre la APPO acordó iniciar una caminata hacia la ciudad de México para instalar un plantón frente al Senado de la República y exigir la desaparición de poderes en Oaxaca.

El mismo día, en la ciudad de México, una representación, encabezada por diputados del PRI y Convergencia, del Congreso Local acudió a la secretaría de gobernación para solicitar “el envío de fuerzas federales” a la entidad “no para reprimir” sino para “restablecer el estado de derecho”. Por supuesto, para esos políticos “no hay ingobernabilidad” ni condiciones para que renuncie Ulises. La petición, dijeron, no implica una ruptura de la mesa de diálogo instalada en gobernación.

Aliados el PRI y el PAN rechazaron en el Senado la propuesta del PRD para crear una comisión que investigara la situación en Oaxaca. En su lugar, ambos aliados, propusieron que se presentara en la nueva legislatura el dictamen de la anterior que determina el rechazo a la desaparición de poderes.

El 20 de septiembre se suspendió la mesa de negociación en gobernación por diferencias en torno a la salida de Ulises. El gobierno federal dijo que persistía el diálogo pero, también, la alternativa de usar la fuerza pública. El magisterio propuso una salida política misma que fue rechazada. Así, la dinámica del gobierno foxista se ha mantenido en un doble discurso, por una parte, promueve negociaciones y, por otra, amenaza con el uso de la fuerza pública contra el movimiento.

En este contexto, la Policía Federal Preventiva (PFP), especializada en represión, aumentó el número de efectivos presentes en Oaxaca, con un despliegue de elementos disfrazados de civiles. “Están preparando la represión en gran escala”, denunció la APPO. De acuerdo a los planes gubernamentales, la intención es reprimir al movimiento con un operativo combinado de fuerzas federales y locales. Ante esta situación, el pueblo está preparado y responderá “organizada y políticamente”, dijeron los representantes populares.

Caminata oaxaqueña

El 21 de septiembre, partió la caminata hacia la ciudad de México denominada “Por la dignidad de los pueblos de Oaxaca”. 5 mil participantes del movimiento magisterial y popular empezaron a recorrer pueblo por pueblo informando del movimiento.

Al siguiente día, 22 de septiembre, se supo que la secretaría de gobernación preparaba una “salida técnica” para al remoción del gobernador oaxaqueño sin que fuera explícita. Por su parte, la dirigencia del PRI, apoyó la intervención de la PFP para evitar los “excesos de grupos anarquistas que se han aprovechado de la legítima movilización magisterial para crear desorden y prefabricar síntomas de ingobernabilidad”. Al mismo tiempo, los diputados del PRI y el PAN dijeron que la solución debía lograrse “sin la renuncia del gobernador”.

El 24 de septiembre, Ulises dio un ultimátum a los maestros para iniciar las clases y amenazó con contratar a profesionistas y maestros jubilados para sustituirlos. También, amenazó a los maestros con rescindirles el contrato de trabajo. A la fecha, los maestros no reciben sus salarios mismos que, ilegalmente, les han sido retenidos por el Instituto Estatal de Educación Pública. Para tensar más la situación, Ulises dijo que podría utilizar de nueva cuenta a la fuerza pública.

Es una nueva provocación, respondieron los maestros quienes señalaron que los padres de familia son sus aliados y participan en el movimiento. La provocación fue evidente. Ese día, Ulises se apareció en el centro histórico de Oaxaca. Cuando integrantes de la APPO lo buscaban en un hotel de la ciudad, policías vestidos de civil dispararon con saldo de 2 heridos.

Entretanto, la caminata hacia la ciudad de México seguía recibiendo muestras de afecto y solidaridad. Agua, alimentos y fiesta eran ofrecidos por los habitantes al paso de la caravana en los municipios del estado de Oaxaca. "Maestro no te rindas por no cobrar tres quincenas, nosotros tenemos 70 años sin salarios", escribieron en Tlaxiaco. La combatividad de los “marchantes” ha sido elocuente. Unas compañeras corearon “"Mujeres oaxaqueñas dejamos el mandil, si fuera necesario agarraremos el fusil".

La APPO en alerta roja

En Huajuapan de León, miembros de la APPO fueron golpeados por policías ministeriales. En la capital de Oaxaca, un estudiante fue apuñalado por porros. 300 presidentes municipales, en su mayoría del PRI, anunciaron que se trasladarían a la ciudad de México para respaldar a Ulises y solicitar la intervención de la fuerza pública. En respuesta, la APPO llamó a desconocer a esos ediles y elegir ayuntamientos populares. Mientras, el 26 de septiembre, la caminata llegó a Huajuapan de León siendo recibidos apoteósicamente.

El 27 de septiembre, la secretaría de gobernación foxista sometió el Operativo Oaxaca a consideración del gabinete de seguridad. Entre las estrategias se consideraba el envío de fuerzas federales a la entidad “para restablecer el orden” sin enfrentarse con la APPO (sic).

Ante un posible desalojo, la APPO se declaró en alerta roja. “Estamos listos para resistir”, declararon en las barricadas. En consulta a los 70 mil maestros de la sección 22, la mayoría se pronunció por continuar el movimiento, sin regresar a clases, “hasta que caiga el tirano”.

El Congreso Nacional Indígena expresó su apoyo a la lucha de los indígenas oaxaqueños, exigió la renuncia de Ulises Ruiz y se manifestó en contra de los proyectos privatizadores en el sur. Las cúpulas empresariales, por su parte, pidieron la intervención de la PFP. El 27 de septiembre, la caminata arribó al estado de Puebla.

Charros sindicales encabezan la provocación

Pero, el clima de provocación continuaba. En preparación al ingreso de la PFP diversos grupos locales continuaron con agresiones diversas. Se supo que 300 personas encabezadas por los grupos de choque de la CROC, CTM, así como policías y empleados municipales intervendrían junto con la PFP para crear caos y violencia. Esos “porros”, al parecer, se han infiltrado entre las barricadas de la APPO, han pintarrajeado camionetas y, en su momento, participarían “disfrazados” y armados con la consigna de “disparar contra los agentes” para justificar la entrada del Ejército federal y la imposición del estado de sitio. El plan incluye bloquear las líneas telefónicas, las señales de radio y “tumbar” la señal de los teléfonos celulares.

Otra provocación ocurrió en Matías Romero, donde a nombre de la APPO un grupo de desconocidos incendió parcialmente una radiodifusora. La Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo condenó el hecho.

En Oaxaca, los maestros rechazaron cualquier encuentro con Abascal, secretario de gobernación foxista, pero la APPO acordó asistir a la reunión convocada por Abascal solo “para escuchar los planteamientos”. Los maestros destacaron que el gobierno foxista “utiliza un doble lenguaje” pues llama a negociar y, al mismo tiempo, prepara la incursión de la PFP, su objetivo es “la represión con o sin negociación”. La APPO indicó que había pasado de la “alerta roja” a la “alerta máxima” en prevención al ataque comandado por los golpeadores de la CROC y PFP. La asamblea se declaró lista para enfrentar cualquier ataque.

Al siguiente día trascendió el plan del gobierno federal contra el movimiento, consistente en 3 puntos, a saber, la disminución del poder de Ulises Ruiz mediante acuerdo con diversos sectores sociales y políticos locales, disponer de un paquete económico para el magisterio y enviar a la PFP para “restablecer el orden”. En ningún caso se mencionó la posibilidad de remover al gobernador. En cambio se enfatiza la división del movimiento mediante apoyos económicos a los maestros y, sobre todo, se deja claramente establecido que la PFP se encargará de reprimir al movimiento.

Los maestros anunciaron el día 27 que seguirían en la lucha “hasta la caída de Ulises”. Se denunció, también, que la CROC y CTM preparaban nuevas agresiones a través de los transportistas afiliados al PRI. Esas acciones han sido encabezadas por Aguilar David Robles, exdiputado priísta y líder de la CROC en el Estado.

Los límites de la ineptitud gubernamental

Diversas organizaciones empresariales y de transporte público habían anunciado un paro de labores desde principios de septiembre. El 28 de ese mes, el fracaso del paro patronal fue casi total. La mayoría de los mercados, comercios, almacenes y restaurantes, el transporte público y foráneo y los taxis funcionaron normalmente. Durante el paro, que duraría 2 días, los golpeadores de la CROC planeaban diversas acciones de provocación.

La noche de ese día, se produjeron disparos contra las barricadas provenientes de vehículos en marcha, lo mismo en la Plaza de la Danza que contra estaciones de radio y TV tomadas por el pueblo. Eran los grupos de choque de la CROC en acción. En las siguientes noches los tiroteos fueron reiterados.

En Oaxaca, “se está llegando al límite”, volverá el orden, declaró Abascal y agregó que, si el diálogo no prospera se aplicarán los “instrumentos del Estado”. El secretario de gobernación acusó a los maestros y a la APPO de “tener secuestrada a la niñez y a los habitantes”. Al mismo tiempo, convocó a una Mesa de Concordia para el 4 de octubre en la ciudad de México. A esa reunión asistirían representantes empresariales, clericales, ciudadanos y políticos. Los maestros y la APPO también estarían convocados. La intención del gobierno foxista sería la firma de un “pacto” por la gobernabilidad, la paz y el desarrollo de Oaxaca”.

Entre tanto, la tensión en las barricadas de la ciudad de Oaxaca iba en aumento. El gobierno federal foxista ha sido desbordado incapaz de entender las razones profundas del movimiento. En la necia actitud de sostener a Ulises el gobierno ha pretendido dividir al movimiento e involucrarlo en provocaciones pero éste cada vez es más fuerte.
La polarización ha llegado al límite. En estas circunstancias se ha profundizado la crisis del conflicto en medio de serios intentos de represión policíaca y militar. En la coyuntura, la caída de Ulises es necesaria pero, a otro plazo, la remoción del gobernador no sería suficiente para resolver la problemática social; abajo, el movimiento ha trascendido al simple cambio del gobernante.


Marcha de los pueblos de Oaxaca. FOTO: E. Leyva

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