Volumen 5, Número 67, octubre 12 de 2005

El decálogo


- Decreto que reduce el precio del gas natural de 11 dólares a 6 dólares 65 centavos por millón de BTU para septiembre.

- Incremento no mayor a 4 por ciento en las tarifas de electricidad para consumo doméstico en 2006.

- Incremento no mayor a 4 por ciento al precio del gas LP.

- Se mantiene apoyo de 28 por ciento al precio del gas natural para consumo doméstico.

- Iniciativa de reforma constitucional que ''complemente'' la inversión privada con la pública en la exploración, explotación y actividades relacionadas con el gas natural no asociado al petróleo.

- Iniciativa de reforma a la ley reglamentaria del artículo 27 constitucional en el ramo del petróleo para ''complementar'' la inversión pública con inversión privada en infraestructura de almacenamiento y ductos de petróleo y sus derivados.

- Diversificar las fuentes de importaciones de gas natural.

- Apoyo a micro, pequeñas y medianas empresas para reducir el impacto por los altos costos de los energéticos.

- Fortalecimiento de fuentes renovables de energía, particularmente la construcción de dos proyectos de energía eólica en México, con inversión de más de 100 millones de dólares.

- Creación de un grupo de expertos, investigadores y académicos, así como especialistas del sector privado, para que participen en la elaboración de la política energética.

Fuente: La Jornada, 13 sep 2005.

El “gobierno del veto” y su decálogo energético

Veto al régimen fiscal de Pemex


Vicente Fox “vetó” el nuevo régimen fiscal de Pemex con el argumento de que “implicaría un alto costo fiscal, pérdidas por más 109 mil millones de pesos de 2006 al 2013 y notables consecuencia en el desarrollo económico del país”. El legislativo había aprobado dicha reforma apenas en junio pasado estimando que ello permitiría a Pemex "ahorrar" 25 mil millones de pesos para 2006 y alrededor de 80 mil millones en los siguientes siete años para mejorar su situación financiera”.

Para Fox eso, igual que otras normas constitucionales, como las que facultan al Legislativo a aprobar anualmente las plataformas máximas de extracción y explotación de hidrocarburos, “violentan el principio de división de poderes toda vez que invade la esfera de competencia administrativa del Ejecutivo” como es conducir la política energética del país, dijo.

No obstante, en México es Fox quien toma indebidamente las determinaciones estratégicas. Lo demuestran las constantes reducciones de precios, como la decretada recientemente por Pemex a los precios de la canasta de crudo mexicano: 80 centavos de dólar por barril de crudo Maya destinado a la Costa Oeste de EU y 45 y 25 centavos al Istmo y Olmeca, respectivamente, destinados al resto del mundo.

Esta es la cuarta vez que Fox recurre al veto en cinco años de gobierno para “congelar” propuestas aprobadas por el legislativo. Fox prefiere “consensar” con la Suprema Corte de Justicia de la Nación que ha visto así aumentar su peso específico en la administración pública.

Decálogo energético privatizador

Pero Fox no solo recurrió al veto. Tomando como justificación los efectos del huracán Katrina en la industria energética de EU, reviró publicando un "decálogo energético" con el que insiste en privatizar (“abrir” al capital privado) la exploración y explotación de gas natural (por enésima vez, la reforma a los artículos 27 y 28 de la Constitución y a la Ley Reglamentaria del Artículo 27 en el Ramo Petrolero), así como el mantenimiento de ductos.

El decálogo contempla además un "decretazo" para subsidiar al gas natural para uso industrial y al gas doméstico y controlar los precios de electricidad y gasolinas.

El anuncio era esperado, luego de la costosa campaña que desde principios de mes emprendieron los industriales (fundamentalmente del estado de Nuevo León) para demandar a Fox "medidas" para enfrentar la crisis energética derivada del aumento en el precio del gas natural. Amenazaron, como otras veces, con el cierre de empresas y la pérdida de empleos, lo que ya habría sucedido pues, según el V Informe, puesto que la industria mexicana "dejó de consumir gas natural" durante los primeros ocho meses del año para optar por "energías alternas" como el combustóleo y carbón, lo que representó una disminución del 17.5% en las importaciones del energético.

Decretazo foxista a favor de industriales

El precio del gas natural fijado por la Comisión Reguladora de Energía (CRE) para septiembre fue de 9.87 dólares por millón de BTU (unidad térmica británica), el más alto desde que comenzó el sexenio. Pero, el problema en cuanto precio del gas natural no radica del lugar donde se traiga porque eso no variará que se le asigne un precio de referencia elevado, está en que no lo tenemos en cantidad suficiente y a la secretaría de Hacienda le conviene poner un precio que le compense los ingresos fiscales que los mismos industriales eluden (o están exentos).

El decretazo foxista es un golpe severo a las finanzas de las empresas públicas (unos 870 millones de dólares en subsidios solo de aquí a fin de año, según reconoció en comparecencia el secretario de Energía) ya que establece arbitrariamente una tarifa de 7.65 dólares al gas natural. Asimismo, limita el incremento de la electricidad para consumo doméstico a un máximo de 4% (independientemente del precio del gas natural, en el cual el foxismo basó su criminal política privatizadora). Fox estableció un tope de 4% al gas LP y de 3% al diesel y las gasolinas.

Según Luis Ramírez Corzo, director de Petróleos Mexicanos, solo la reducción del precio del gas natural a industriales, retroactiva al 1 de septiembre, implicará un subsidio de 500 millones de dólares para este año.

No obstante, los industriales encabezados por el poderoso grupo Monterrey (los empresarios del acero y el vidrio, fundamentalmente) exigieron de inmediato más: que el precio máximo por millón de BTU se reduzca a cinco o seis dólares en lugar de los 7.65 anunciados por Vicente Fox. Además, exigieron que la subvención -que durará hasta noviembre-- se amplíe hasta finales del sexenio o hasta el 2007 para asegurar una transición “tersa”.

Partidos políticos sin alternativas coherentes

Ante estas acciones, ningún “suspirante presidencial” o partido político opone una alternativa concreta. En momentos en que se discute el presupuesto federal del 2006 la renta petrolera es fundamental, la viabilidad de Pemex es un imperativo.

El legislativo anuncia que no estudiará las iniciativas que acompañan al “decálogo” si antes no se pacta un nuevo esquema fiscal para Pemex. Fox tiene previsto incluso que los ingresos públicos caerán 4% el próximo año, debido a la reducción de los ingresos procedentes del petróleo y la recaudación tributaria.

Sin embargo la disputa real está por el precio excedente de las exportaciones (el precio real, que en promedio es superior a la cotización empleada en el presupuesto) que ha venido siendo motivo de discordia entre los distintos poderes y con los gobiernos de los estados, porque su monto no es menor.

¡Organizarnos para defender los recursos naturales!

Ahora que está de moda promover pactos y acuerdos que preservan los intereses de la oligarquía, los trabajadores y pueblo de México requerimos construir nuestro propio Frente de lucha, un frente nacional en defensa de nuestros recursos estratégicos, para ejercer la soberanía del pueblo y aprovecharlos de manera racional en beneficio colectivo no solo de unos cuantos.
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