Volumen 5, Número 64, julio 1 de 2005

Conquistadores transnacionales quieren la esclavitud de los pueblos

España amenaza a Bolivia

El gobierno español sale en defensa de Repsol y contra el pueblo boliviano.
Transnacionales y gobiernos defienden los intereses del capital.
Pueblo y trabajadores defienden los derechos de la Nación.

¡La Patria no se vende!

Por lo pronto, la transnacional petrolera Repsol ha suspendido las inversiones en tierra andina. Informaron sus voceros que serían 700 millones de euros para el período 2005-2009 y lo dicen para chantajear a la Nación, creen que su dinero vale más que la soberanía y propiedad colectiva de los recursos naturales bolivianos.

Las transnacionales no se detienen ante frontera alguna apara pisotear las leyes de los pueblos pero sí acuden presurosas a invocar la protección de sus respectivos gobiernos. Estos, como el español, son sumisos a las transnacionales, llevan adelante “sus” políticas y son simples empleados del gran capital. En el presente caso, la respuesta ha sido inmediata, el gobierno español se puso del lado de la transnacional.

Eso que aún NO se ha nacionalizado a los hidrocarburos de Bolivia, ¿qué será después? Lo menos que harán es “poner el grito en el cielo” ¡Qué lo hagan, NO son la única opción!

El gobierno español apoya a Repsol

Francisco Montalbán, embajador español en Bolivia, se reunió con Jaime Dunn ministro de Hidrocarburos de Bolivia. El encuentro ocurrió el anterior 24 de junio y la información fue referida originalmente por el periódico La Vanguardia, desde Barcelona, España. Ante la enorme protesta social de los trabajadores y pueblo bolivianos, que en las calles del país, reclaman la nacionalización de los hidrocarburos, las transnacionales que se dicen “apolíticas” no han dejado de accionar un solo instante.

La entrevista con el gobierno del nuevo presidente Eduardo Rodríguez es una clara “presión”. Repsol defiende “sus” intereses. Lo ha dicho hace tiempo y ahora lo reitera. La reciente Ley de Hidrocarburos aprobada por el Congreso de Bolivia le parece inaceptable. Esa ley "vulnera derechos esenciales del ordenamiento jurídico boliviano e internacional". ¡No se miden! Siendo lo opuesto, para Repsol, el saqueo de las transnacionales es un ordenamiento jurídico internacional esencial. ¡Vaya desfachatez! Poco les falta para decir que “sus” derechos son divinos.

Montalbán dijo que el gobierno español podría recurrir a un acuerdo de protección recíproca de inversiones para defender los intereses de Repsol. Este acuerdo de protección recíproca de inversiones establece que si se produce una controversia, y ésta no se resuelve de forma amistosa en el plazo de seis meses desde el inicio de las negociaciones, el conflicto será sometido, a petición de cualquiera de las partes, a un tribunal de arbitraje.

¡Las transnacionales siguen el mismo guión en todas partes! Para proteger sus intereses, las transnacionales y el gobierno mexicano “han firmado” acuerdos similares que otorgan a las corporaciones el derecho de inconformarse ante el tribunal de “su” elección. El objetivo es obvio: vulnerar la legalidad nacional y legalizar el atraco. Es previsible que el gobierno boliviano (igual que el mexicano) hará todo lo que pueda para atender el reclamo de Repsol. Ese gobierno es el mismo que, a través del mismo aparato estatal, firmó los acuerdos previos en términos ventajosos para la transnacional.

Los pueblos defendemos a Bolivia

Otra cosa será lo que el pueblo diga. Las corporaciones se niegan a entender las razones del pueblo. Pero éste ha hablado con seriedad. Si, por el sometimiento del gobierno en turno, no se decreta constitucionalmente la nacionalización de los hidrocarburos, el pueblo boliviano con todas las fuerzas al alcance la hará realidad. El gobierno NO lo hará porque sus intereses son otros y sus gobernantes distan de ser estadistas. Será la irrupción de las masas obreras y campesinas la que haga posible la independencia y la libertad de la Patria andina.

Por ahora, Repsol pospuso su participación en el proyecto Pacific LNG que ha impulsado conjuntamente con British Gas y Pan American para la explotación de uno de los mayores campos de gas de Latinoamérica y exportarlo a México y Estados Unidos.

El FTE de México aclara que ese gas NO sería para los mexicanos sino para las transnacionales. El gas boliviano pasaría por una de las grandes terminales de almacenamiento de gas natural ya en poder de las transnacionales en territorio de la Baja California y de allí sería enviado hacia Norteamérica. Así fueron los acuerdos de las corporaciones con Fox y el depuesto Sánchez de Lozada.

En el contexto de la lucha social boliviana para recuperar sus recursos naturales y patrimonio colectivo social, los trabajadores mexicanos de la energía estamos con los trabajadores y pueblo de Bolivia, especialmente con los sectores en lucha encabezados por la Central Obrera Boliviana, la Federación de Mineros, la Federación de Campesinos, las Juntas Vecinales, los aymaras, quechuas, guaraníes y demás sectores defensores de legítimos derechos sociales.



Trabajadores y pueblo de Bolivia defienden la dignidad, la soberanía y
el derecho de propiedad colectiva social sobre sus recursos naturales
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