Volumen 5, Número 60, marzo 31 de 2005

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“Los de arriba no pueden y los de abajo... quizá no estén listos aún”

Los hidrocarburos de Bolivia

El pueblo de Bolivia exige una Ley de Hidrocarburos que beneficie a la Nación.
Las transnacionales quieren compartir riesgos pero no las ganancias.
El gobierno de Mesa no puede gobernar protegiendo intereses antinacionales.
Bolivia se aproxima al límite, los neoliberales son incapaces de gobernar.
Bolivia en paro general
Contra las transnacionales que controlan el agua y los hidrocarburos, el pueblo boliviano sigue en una protesta social que lleva varios meses. Cayó Sánchez de Lozada del gobierno y Mesa se está tambaleando. Precisamente, la necedad de éste por favorecer a las transnacionales petroleras ha motivado las recientes protestas.

Asambleas, marchas, bloqueos de carreteras se sucedieron a diario. Ante esto, la respuesta de Mesa ha sido la condena, el 8 de marzo anunció la detención de quienes promovieran las acciones. Desde la caída del Goni en octubre de 2003, la lucha social en Bolivia ha exigido una Ley de hidrocarburos que nacionalice a la industria. Ahora, para lograrlo, las diversas organizaciones acordaron hacer un pacto de lucha unitaria anti-neoliberal para exigir una ley de hidrocarburos nacionalista.

Al iniciar marzo, en una nueva fase, la protesta se había extendido a 6 de los 9 departamentos bolivianos. En El Alto la población en paro indefinido exigía la salida de una empresa francesa (Aguas del Illimani, filial de Suez Lyonaisse des Eaux transnacional que también opera en México traída por el foxismo) que controla el servicio de agua potable, misma a la cual el propio Mesa le había revocado el contrato desde enero (en Juventud Rebelde 3 marzo 2005).

El movimiento exige también la convocatoria a la Asamblea Constituyente, la aprobación de la Ley de hidrocarburos y el juicio a Sánchez de Lozada. Casi todo el país estaba nuevamente en paro, el tráfico interno se había paralizado, las carreteras internacionales estaban bloqueadas afectando las vías hacia Perú, Chile, Argentina y Paraguay.

La Central Obrera Boliviana convocó a movilizaciones contra el gobierno, campesinos anunciaron su llegada a La Paz, en Bulo Bulo, Cochabamba la población rodeó las instalaciones de una filial de British Petroleum. "Queremos que se apruebe la Ley de hidrocarburos con 50 por ciento de regalías para el Estado boliviano, pedir la ley de convocatoria a la Asamblea Constituyente para estructurar un país más acorde a nuestra realidad, y el juicio de responsabilidades contra (el ex presidente) Gonzalo Sánchez de Lozada", expresó la población (AFP y DPA 6 de marzo de 2005). En Chuquisaca, Potosí y Yacapaní la movilización se desató en protesta por las decisiones tomadas por el parlamento boliviano respecto de la Ley de Hidrocarburos.
Mesa maniobra y amenaza
Carlos Mesa, que días antes (7 de marzo) había presentado su renuncia al Congreso boliviano, misma que no le fue aceptada, convocó a una marcha en La Paz contra los bloqueos. Varios gobiernos, entre otros, el de Bush y Fox apoyaron a Mesa y le pidieron que no renunciara.

Previamente a la marcha, luego que los parlamentarios rechazaron la renuncia en 5 minutos, Mesa había firmado un Pacto de gobernabilidad con los partidos políticos, excepto el Movimiento al Socialismo (MAS) que preside Evo Morales. La renuncia de Mesa no fue sino un engaño para presionar al Congreso legislativo a que aprobara la Ley de hidrocarburos de acuerdo a su tibia y vacilante propuesta que elude la Nacionalización del gas. Desde el 5 de marzo, una asamblea general en El Alto había acordado “cerrar el Parlamento por haber aprobado una nueva ley de hidrocarburos que no beneficia al pueblo boliviano” (Gómez L.A., en La Jornada 6 de marzo de 2005).

En la “marcha de los pañuelos blancos”, algunos le pidieron a Mesa “mano dura” y contestó que sería “mano justa”. Se trata de un manipuleo porque desde el balcón del Palacio Quemado no dejó en ningún momento de acentuar el enfrentamiento contra el pueblo. En La Paz estuvieron entre 10 y 20 mil seguidores de Mesa pero en Cochabamba y en Santa Cruz, Mesa simplemente no pudo realizar ninguna marcha, la hicieron las organizaciones populares.

En respuesta a la alianza de Mesa, la COB, el MAS y otras organizaciones sociales bolivianas suscribieron un documento de “unidad nacional”. “El Bloque Popular formado hoy exige la aprobación del proyecto parlamentario, que establece 50 por ciento de regalías como pago de las transnacionales” declararon los firmantes (en Prensa Latina 9 de marzo de 2005).

Una reunión entre el gobierno y los sindicatos se realizó el 9 de marzo, misma que fracasó al no llegar a ningún acuerdo con Mesa sobre la Ley de hidrocarburos. Otra reunión se realizó el 14 de marzo en Cochabamba, convocada por el Defensor del Pueblo y por el presidente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos. El gobierno de Mesa no acudió. La COB reiteró su llamado a una huelga de 48 horas, el 15 y 16 de marzo, para exigir al gobierno que acepte elevar del actual 18 por ciento a un 50 por ciento las regalías petroleras (Fuentes: DPA, AFP y Reuters 15 de marzo de 2005).
El gobierno simplemente NO puede
El 15 de marzo, Mesa propuso adelantar las elecciones generales (de 2007) para el 28 agosto de 2005, y retiró su proyecto de Ley de hidrocarburos. Mesa no encuentra salida, sus expresiones son ilustrativas: "He hecho todo lo que ha estado en mis manos para que por amor a Bolivia cese este camino al despeñadero", caracterizado por huelgas, cortes de carreteras y la imposibilidad de aprobar en el Parlamento la legislación de hidrocarburos, dijo con voz entrecortada (Fuentes: AFP, DPA y Reuters 16 de marzo de 2005).

El miércoles 16 de marzo, la Cámara de Diputados aprobó una norma petrolera que prevé el cobro de 32 por ciento de impuestos y 18 por ciento de regalías a las compañías, en medio de un debate salpicado por críticas del gobierno y bloqueos convocados por campesinos (Fuente: DPA en La Jornada 19 de marzo de 2005).

Las transnacionales se manifestaron en contra y Repsol “amenazó” con retirar sus inversiones en Bolivia. Esa corporación prefiere “los contratos de riesgo compartido” mismos que le permiten compartir los riesgos pero no las ganancias. Así está previsto actualmente, por eso Repsol los invoca "Los contratos de riesgo compartido prevén tribunales constitucionales para este tipo de causas, pero también está, en nuestro caso, el acuerdo para la promoción y protección recíproca de inversiones firmado por la República de Bolivia y el Reino de España, ratificado por el Congreso de Bolivia y sancionado como ley de la República en el año 2002". (Fuente: DPA en La Jornada 19 marzo 2005).

La ley aprobada por los diputados pasó al Senado. Mientras, los bloqueos fueron suspendidos pero, el movimiento seguía insistiendo en aumentar a 50 por ciento las regalías petroleras. El rechazo y presiones de las transnacionales también aumentaron. Se denunció públicamente que sicarios colombianos pretendían atentar contra Evo Morales.
Bolivia se aproxima al límite
En “Los dilemas de Bolivia”, M. Menéndez escribió (en Juventud Rebelde 18 de marzo de 2005): “Los de arriba no pueden y los de abajo... quizá no estén listos aún. Esa podría ser la lectura detrás de la persistente inestabilidad en un país donde no es posible seguir exprimiendo a las masas aunque la beligerancia de estas tampoco pueda asegurar, de inmediato, un cambio radical”.

Antes de presentar la fallida renuncia, Mesa había dicho: "no estoy dispuesto a seguir en esta comedia vergonzosa" pero es lo único que ha hecho. El pueblo boliviano está en los límites de la paciencia defendiendo con gallardía lo que otros entregan cómplicemente o en silencio. Los gobernantes neoliberales, por supuesto, son incapaces de entender a sus pueblos.
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