Volumen4, Número 54, Noviembre 3 de 2004

Hawking contra la guerra

"Era mentira que Irak tenía armas de destrucción masiva, y era mentira que estaba vinculado con los ataques del 11 de septiembre". Esto dijo, y fue divulgado por las agencias de prensa internacionales, el científico más importante del mundo. Además, lo dijo durante un mitin realizado en la Plaza de Trafalgar en Londres, el 2 de noviembre de 2004.

Stephen Hawking es profesor Lucassian, sucesor de Newton, Kelvin y Dirac. Es el más alto nombramiento en la Universidad de Cambridge, Inglaterra. Hawking es astrofísico y cosmólogo. Ha escrito importantes artículos científicos. Uno de sus libros de divulgación es muy conocido e interesante: La Breve Historia del Tiempo. También ha escrito sobre la Teoría de Todo y sobre Los Agujeros Negros. El maestro piensa y piensa bien. Más aún, Hawking padece de un mal degenerativo que le impide hablar y caminar. Aún así, asistió al mitin y leyó un manifiesto.

"Unas 100 mil personas han muerto en Irak, y la mitad de ellas son mujeres y niños. Si eso no es un crimen de guerra, no sé lo qué es", dijo. La acusación de Hawking es directa, él que ha investigado el origen, estructura y evolución del universo, sabe muy bien lo que significa la vida humana y el significado de su existencia en el cosmos. Crimen de guerra es una acusación muy seria y muy valiente.

El FTE saluda al profesor Hawking, lo apoya y lo estudia. ¡Qué diferencia! Los grandes, como otrora Albert Einstein, se expresan al lado de la humanidad y sus causas justas.

En otras partes, México por ejemplo, la comunidad científica (en su amplísima mayoría salvo honrosas excepciones) oye hablar de política y se esconde, solamente sabe pedir dinero, así sea del petróleo que se entrega diariamente a Norteamérica. Ni una sola crítica a la política proimperialista ni a la guerra alimentada con petróleo crudo mexicano. Cuando se les menciona la palabra mitin, airados contestan. ¡Marchas No! Nuestro lugar está en nuestras torres de marfil.

El mundo y la locura

Escribió Lacan que "El loco no es solo un mendigo que cree ser un rey; también es un rey que cree ser un rey. La locura representa la eliminación de la distancia entre lo simbólico y lo real".

Bush cree que fue electo por los votantes norteamericanos. Fox cree que fue electo por los mexicanos. Bush y Fox creen que representan a sus pueblos. Ni lo uno ni lo otro, ambos son simples objetos de plástico, impensantes y desechables, que ejecutan acríticamente el script imperial de las corporaciones financieras y militares. El maquillaje lo ponen los medios y sus analistas de derecha. Los partidos políticos tradicionales son comparsas y bufones.

Lo grave es que el mundo, y México, está en las manos y caprichos de esos locos.

¡Organizarse y vencer! es la conclusión lógica; cuanto antes mejor.