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Volumen4, Número 52, Julio 31 de 2004

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Mesa y Evo traicionan a su pueblo

Tramparéndum en Bolivia

Antes del referéndum, el Banco Mundial exigió resultados “positivos” para las transnacionales. El gobierno de Mesa acordó previamente las condiciones apoyado por Evo Morales, Lula, Toledo, Fox y las propias corporaciones imperialistas. Ejército y policía intimidan y agreden al pueblo. Los resultados No son confiables ni siquiera formalmente. Políticamente carecen de legitimidad. Peor aún, no resuelven el conflicto de fondo. Trabajadores y pueblo de Bolivia están en lucha por el derecho de la Nación sobre sus recursos naturales energéticos. El referéndum No planteó la Nacionalización sino, únicamente, el beneficio para las transnacionales que extraerán el gas y lo comercializarán con el respaldo del gobierno y sus aliados.

Falso referéndum de las transnacionales

La exportación de gas boliviano a Argentina se interrumpió. Campesinos guaraníes cerraron la válvula de un gasoducto en la población de Santa Rosa del Sara, a 150 kilómetros de Santa Cruz. En la provincia de Chaco, campesinos se manifestaron para demandar la anulación de los contratos de concesión de la brasileña Petrobras, que explota el campo gasífero de San Alberto, en el sur de Bolivia (DPA, AFP y Reuters, en La Jornada 150704). Las acciones fueron parte de la protesta previa al referéndum que organizaron las transnacionales en Bolivia.

Los trabajadores y el pueblo boliviano decidieron desde antes, la última ocasión en octubre de 2003, en las huelgas, las marchas, los combates contra el ejército y demás acciones que llevaron a la caída del anterior gobierno presidido por Sánchez de Lozada. Esa decisión costó varias vidas y se expresó claramente: ¡El gas es de los bolivianos!, ¡El gas se industrializa, no se vende! La exigencia se resumió en una consigna: ¡Nacionalización Ya!

Sin embargo, el gobierno de Mesa, continuador del Goni y sometido a las transnacionales decidió hacer caso omiso del sentir popular y procedió a organizar una supuesta consulta, de antemano ilegítima y tramposa.

Para ese 18 de julio de 2004, Kofi Annan burócrata de la ONU, los empresarios, la iglesia y diversas organizaciones civiles llamaron a “participar en el proceso de toma de decisiones” y “fortalecer la democracia”. ¡Demagogia barata! Las decisiones fueron tomadas previamente por las corporaciones imperialistas.

¿Quién organizó esa farsa? ¿Quién contó los votos? ¿Quién conocía el programa fuente de cómputo? Ni siquiera Mesa, únicamente las transnacionales comandadas por la embajada norteamericana en Bolivia, quienes decidieron, previa y unilateralmente, los porcentajes de la votación. Lo demás fue obra de los medios de difusión que divulgaron la especie. Pero, los resultados son totalmente FALSOS.

Consulta militarizada

Para “defender” el referéndum, el gobierno de Mesa ordenó el despliegue del ejército y la policía en todo el país. En Achacahi, a 96 kilómetros de La Paz, los sindicalistas bolivianos llamaron a boicotear la consulta y quemar las urnas de la votación. De inmediato, 500 militares se apostaron en la localidad (AFP y PL, en La Jornada 160704). 20 mil soldados en el país se dedicaron a intimidar a la población.

Para el gobierno boliviano votar es una obligación no un derecho. El que no votara sería sujeto de diversas sanciones, multas y represalias. “Fiesta democrática” dijo Mesa; “derrota y engaño” expresó Felipe Quispe, líder aymara. Dijo el gobierno que votó el 60% y, de éstos, 70% aprobaron TODAS las propuestas de Mesa.

En los días previos, la embajada norteamericana difundió diversas especies sobre rumores golpistas. Eso era falso, la embajada lo sabía. El objetivo era tomar cualquier pretexto para realizar allanamientos y reforzar el control social.

Grupos civiles, policías y encapuchado se lanzaron contra la población de El Alto para impedir el boicot. A patadas fueron atacadas viviendas y escuelas. En La Paz fueron allanadas las oficinas de la Coordinadora de Defensa del Gas con varias detenciones (Walsh L, en www.idi.ws 190704). La persecución fue contra dirigentes y activistas de la oposición, según las instrucciones de la embajada gringa.

¿De qué ríe Evo?

Con un discurso ridículo, Evo Morales declaró la víspera que "Hay muchas formas de nacionalización. No es una confiscación ni expropiación, sino la recuperación de la propiedad, revisando contratos para que los recursos pasen a manos de los bolivianos".

Inmediatamente después del referéndum pidió la "nacionalización por derecho", sin "expropiación ni confiscación" de los hidrocarburos en poder de empresas extranjeras. ¿Cómo no? ¡Faltaba más! Esa ingenuidad implica torpeza política deliberada. Para las transnacionales NO hay ningún derecho que valga. Evo repite como perico el discurso de la socialdemocracia.

Para Evo, la venta de hidrocarburos “a boca de pozo” significa la “nacionalización”. ¡Eso es falso! Según Evo, el gobierno está obligado a anular los contratos con las transnacionales. Obviamente, nada de eso ocurrirá. Agregó que su partido, el MAS, propondrá una ley.

En el colmo de la desvergüenza, Evo dijo que "Si Mesa no quiere respetar el resultado del referendo, entonces estaremos en las calles nuevamente para defender el voto del pueblo".

En los días previos, el 8 de julio, Morales fue expulsado “con ignominia” de la COB. Por “traidor”, “vendepatria” y “mesista” (Econoticias.com 090704). Convertido en el principal aliado neoliberal de Mesa, apoyó el referéndum en contra de los acuerdos de la COB, la Coordinadora de Defensa del Gas y el Movimiento de Organizaciones Sociales. “El aroma del poder y un grupo de ambiciosos intelectuales de clase media le han cambiado la cara al otrora radical elogiado por los parlamentarios europeos”.

La posición de Evo no es nueva. En octubre de 2003, nunca aceptó la huelga ni los bloqueos de caminos decretados por la COB para derrocar a Sánchez de Lozada. “Viene el golpe militar”, decía para desanimar a los trabajadores y pueblo levantados por la nacionalización del gas y el petróleo bolivianos.

“El líder boliviano del izquierdista Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales, se declaró "muy alegre", aunque declaró a radioemisoras colombianas que "si el Congreso y el Poder Ejecutivo no cumplen con ese mandato del pueblo nos vamos a movilizar", se publicó por Prensa Latina luego del referéndum.

Mesa, turbio como agua sucia

Las 5 preguntas del referéndum fueron ambiguas y tramposas. Por supuesto, Mesa y las transnacionales las interpretan a su gusto. Tales corporaciones diseñaron las preguntas con el deliberado propósito de estafar al pueblo y atracar los recursos naturales con la complacencia del gobierno en turno. "Las preguntas no son ambiguas ni equívocas ni llevan a la confusión. Son tan claritas como el agua" (Crespo L, en bbc.com 190704), dijo.

Después del hecho, Mesa pidió “reformular” su postura a quienes piden la nacionalización de los hidrocarburos. Por supuesto, de inmediato declaró que había recibido el apoyo para exportar el gas hacia México. Obviamente, el “tramparéndum” está alejado de la nacionalización. Lo que Mesa pretende es utilizar esa supuesta consulta para abrogarse poderes anticonstitucionales y servir mejor a las transnacionales.

De inmediato, apenas 48 horas después, los gobiernos de Perú y Bolivia, ambos gobernados por peleles anunciaron la firma de un acuerdo para exportar gas natural a México. Se trata del gas para las transnacionales que operan ilegalmente en nuestro país y, sobretodo, gas para su posterior envío a los Estados Unidos. Ese gas sería comprado, transportado y distribuido por las propias transnacionales. En las siguientes horas, Mesa firmó también un acuerdo con Argentina para incrementar los suministros de gas boliviano.

En México y Bolivia mandan las transnacionales

Sánchez de Lozada pretendió la exportación del gas boliviano y cayó. Su sucesor, hace lo mismo con toda impunidad escudado en un supuesto espaldarazo otorgado por el referéndum. Mesa se engaña y engaña a los demás.

Divulgó el gobierno de Mesa que la quinta pregunta, la pregunta clave para el títere, sobre la exportación del gas, fue apoyada por el 71%. Eso es lo que había pedido el Banco Mundial, previamente se habían pactado los resultados (Econoticias.com en www.rebelión.com).

Repsol se apresuró a bendecir el referéndum calificándolo de “positivo” porque otorga “certidumbre” al modelo energético. Repsol, British Gas, Maxus, Petrobras, Pluspetrol, Total, Vintage, Canadian, Enron y Shell, todas se declararon de plácemes. Para Repsol, el referéndum representó, de entrada, 1 mil millones de dólares tan solo por la revalorización bursátil se sus acciones. Ahora está convertida en la dominante en Bolivia, ya actualmente controla un tercio de las reservas.

Las transnacionales son las que mandan, en Perú, Bolivia y México. ¿Cuál triunfo del gobierno de Mesa? La BBC de Londres dijo que Mesa “obtuvo el respaldo popular sobre el futuro de las reservas de gas boliviano”. No es así, el “respaldo” fue para las transnacionales. Mesa y Evo son solo sus vulgares sirvientes.

El tramparéndum NO vale

En un despacho de la prensa cubana, fechado en La Paz, se escribió “Las posiciones nacionalistas se vieron hoy fortalecidas con los resultados del referendo sobre la política gubernamental de hidrocarburos, con una muy alta votación para las preguntas coincidentes con esas posiciones, reportó PL”. Nada más alejado de la verdad.

Prensa Latina repitió versiones manipuladas. “Los primeros resultados difundidos por la radio y la televisión verificaron una abrumadora mayoría de respuestas positivas para la pregunta número dos, que plantea recuperar la propiedad estatal de esos recursos al salir a la superficie”, se publicó en www.granma.co.cu 200704. Sin embargo, el referéndum jamás planteo el derecho del pueblo boliviano a recuperar sus recursos naturales y patrimonio colectivo.

El derecho de comercializar los hidrocarburos a “boca de pozo” de ningún modo impedirá a las transnacionales que se apoderen de esos recursos. Lo que ocurrirá será una mayor extracción y que su entrega a las corporaciones sea a boca de pozo o en sus oficinas.

Mesa representa a un gobierno débil y el referéndum de las transnacionales no es sino un parámetro del neoliberalismo para acallar las voces del pueblo e imponerles su agresiva política. Ahora, Mesa y Evo, aliados contra su propio pueblo tratarán de presentar proyectos de ley “interpretando” el sentir de las corporaciones imperialistas. Utilizarán el tramparéndum para disputarse el favor de los señores del capital. Mesa lo dijo, previamente ante empresarios, que NO nacionalizará los hidrocarburos.

Pero el conflicto de fondo NO está resuelto. La Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB) había propuesto quemar las ánforas antes del referéndum. Ahora, es previsible un mayor agravamiento de la situación e intensificación de la lucha de clases. "No hay miedo, pueden meter bala si quieren (...) seguiremos defendiendo el gas", ha dicho Jaime Solares, secretario general de la COB.


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