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Volumen4, Número 48, Marzo 31 de 2004

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Llamado de la Alianza Socialista

Vivimos tiempos peligrosos para los trabajadores y el pueblo de México en general. Las clases dominantes y los gobiernos de la República, tanto priístas como el actual panista, han estado colaborando incondicionalmente con los gobiernos y las grandes corporaciones económicas imperialistas, particularmente de Estados Unidos (EUA), a los cuales les han ido entregado las riquezas energéticas y los recursos financieros, comerciales e industriales de nuestro país.

En estos momentos los grupos gobernantes preparan otro golpe tremendo contra la de por si maltrecha situación de las mayorías populares: una contrarreforma sobre la ley de pensiones y jubilaciones de los trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que significaría la liquidación de la conquista de los trabajadores de gozar de una pensión digna después de los años de trabajo productivo entregados a la sociedad y se inscribe en una ofensiva generalizada contra los logros plasmados en la Ley Federal del Trabajo. Esta contrarreforma del gobierno del presidente Fox se añade a las medidas de privatización silenciosa que viene practicando en el sector energético (electricidad y petróleo) a pesar de su carácter anticonstitucional y de la oposición públicamente expresada en formas diversas por los más amplios sectores populares. También el gobierno de Fox insiste en mantener su terca decisión de imponer el repudiado IVA a las medicinas y alimentos a pesar del fracaso que tuvo dicha iniciativa en la Cámara de Diputados el pasado mes de diciembre.

La economía se ha estancado y la mayoría de la población es víctima de los flagelos de los salarios de miseria y el desempleo crónico, la juventud se enfrenta a una perspectiva sin horizontes y un sector importante de los mejores trabajadores mexicanos se ve obligado a emigrar al país norteño en busca de los recursos para sobrevivir que no pueden conseguir aquí. El campo ha sido sometido a una competencia insostenible debido a los acuerdos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y los campesinos se ven obligados también a emigrar a las ciudades a sumarse a las multitudes de desempleados o de trabajadores del sector informal. Y al mismo tiempo las ganancias de los capitalistas se acumulan portentosamente abriendo aún más el abismo de inequidad entre una minoría privilegiada y ostentosa y la abrumadora mayoría empobrecida de la población mexicana.

Pero la resistencia popular a este curso nefasto neoliberal se ha hecho sentir desde hace años en grandes jornadas que se remontan al grito de ¡Ya basta! de los campesinos indígenas de Chiapas encabezados por el EZLN en 1994 hasta las grandes movilizaciones en la ciudad de México y en otras ciudades del país del 27 de noviembre pasado contra las contrarreformas fiscal y privatizadoras foxistas. Es en medio de esta efervescencia que hemos visto surgir nuevos frentes y coaliciones que organizan la profundización de la resistencia popular para derrotar al curso neoliberal del gobierno. El surgimiento del Frente Sindical Campesino Social y Popular, apoyado por el Sindicato Mexicano de Electricistas y la Unión Nacional de Trabajadores entre otras organizaciones de masas obreras, campesinas y populares es un paso adelante prometedor en el combate de la resistencia al curso actual capitalista. Su convocatoria a realizar un PARO NACIONAL va en ese sentido y debe ser apoyada por todos los sectores democráticos y revolucionarios.

Este panorama nacional es la expresión nacional que corresponde necesariamente a la terrible situación internacional que en los albores del siglo XXI contiene la misma combinación explosiva que tantas veces incendió el siglo XX: un capitalismo globalizador salvaje y una burguesía mundial ensoberbecida, belicista y ávida de mayores riquezas. Después de 1989, a raíz de la caída de la muro de Berlín, "el orden nuevo" que anunció el primer presidente Bush desde Washington no ha consistido sino en el viejo mundo imperialista con el agravante qué la desaparición de la Unión Soviética, dejo a la colosal maquinaria bélica del imperialismo de EUA sin competidor y dispuesta a provocar las aventuras bélicas criminales que hemos presenciado desde entonces: la invasión a Panamá, la guerra del Golfo, la invasión a Somalia, la invasión a Haití, la invasión a la ex Yugoeslavia, la invasión a Afganistán y finalmente la actual invasión y recolonización de Irak.

También al nivel internacional la resistencia crece contra la globalización imperialista que actualmente profundiza su curso militarista. El surgimiento del Foro Social Mundial, la histórica movilización contra la agresión imperialista a Irak en 2003, las movilizaciones, huelgas y rebeliones de los trabajadores europeos, latinoamericanos y asiáticos contra las políticas neoliberales son muestras contundentes que los pueblos se hartan y no están dispuestos a ser pasivas víctimas de tales políticas criminales. Sin duda, la reciente insurrección del pueblo boliviano en contra del gobierno entreguista de Sánchez de Losada ha sido el hecho más característico que señala el rápido cambio que se está produciendo en la situación mundial. En el presente año 2004 los signos apuntan a que este ascenso de la conciencia antineoliberal, por lo tanto, anticapitalista, seguirá y alcanzará nuevas cotas, al unísono con la protesta antiimperialista que el empantanamiento de la ocupación militar de EUA en Irak atizará igualmente a nuevas movilizaciones internacionales.

Son estos tiempos de gravedad y de oportunidad, los que nos convocan a todos los que nos reclamamos en México del socialismo democrático y revolucionario, que reivindicamos las posiciones anticapitalistas, antiimperialistas e internacionalistas a adoptar una postura madura y consecuente con dichos principios fundamentales. Las condiciones políticas para que surja una fuerza que reivindique una alternativa radical en la lucha por un nuevo México están madurando rápidamente.

Contrariamente a lo que en forma cotidiana anuncian los medios de difusión masivos, el pueblo de México está urgido de una alternativa socialista, democrática e internacionalista. Una alternativa revolucionaria que sea capaz de enlajar el rico patrimonio de un siglo de luchas, con todo su acervo de lecciones de avances y retrocesos, con los actuales movimientos de resistencia a la barbarie neoliberal privatizadora y militarista. Una alternativa independiente que se una a los innumerables intentos de autorganización popular que cruzan de norte a sur, de este a oeste la República y a las movilizaciones de los sectores más diversos: de trabajadores de la educación y la salud, de colonos, de campesinos, de indígenas, de obreros, de estudiantes, de mujeres, de desempleados, de jubilados, de ex braceros y de todos los ofendidos que se yerguen exigiendo justicia y el alto a la impunidad. Una alternativa democrática que luche por conseguir el anhelo tan deseado de hacer de nuestro país un país digno, sin camarillas gobernantes, sin partidos "registrados" clientelares y leyes electorales con candados que impiden la expresión y la organización de la pluralidad ideológica y política nacional, sin líderes corruptos y sin el azote de la violencia represiva. Una alternativa revolucionaria respetuosa de la autonomía de los movimientos sociales, sin recurrir a métodos corporativos y prácticas sustitucionistas y que sea capaz de mostrar en sus formas de lucha --la huelga, la manifestación y la desobediencia civil-- la coherencia entre los medios y los fines que propone. Una alternativa internacionalista que converja con el torrente de masas que en todo el mundo se levanta contra el curso globalizador y militarista del imperialismo y en especial se vincule con los pueblos de nuestro hemisferio que en el sur luchan en Bolivia, Venezuela, Argentina, Brasil, Perú y Ecuador por las mismas demandas que enarbola nuestro pueblo mexicano y en el norte luchan en EUA y Canadá contra el curso belicista criminal del gobierno de Washington.

Por lo anterior, convocamos a todos los que reivindiquen los principios señalados a unirse con nosotros en la construcción de la ALIANZA SOCIALISTA. Junto a los pueblos de México y del mundo los socialistas que nos agrupamos en la ALIANZA SOCIALISTA creemos y luchamos por otro México y otro mundo posibles. Un México democrático, verdaderamente independiente, realmente soberano asociado con las demás naciones en una mancomunidad fraternal y solidaria.

Los socialistas no creemos que las fatalidades del siglo pasado tengan que volver a repetirse: a la barbarie y decadencia representadas por el imperialismo capitalista es necesario oponer una perspectiva racional, humana y socialista. No tenemos que avergonzarnos por el derrumbe del mal llamado "Bloque Socialista". Las críticas más sólidas se, hicieron desde muy pronto en las mismas filas del socialismo revolucionario, mucho antes que fuera una moda en los ámbitos neoliberales. Los crímenes que se produjeron en nombre del socialismo fueron los de una burocracia que usurpó las conquistas revolucionarias primero de los pueblos de la Unión Soviética y después de los pueblos de China, Vietnam y de Europa oriental. Esa trágica lección del siglo XX nos obliga a los socialistas a pronunciarnos tajante y decididamente por un sistema de gobierno en donde los trabajadores y el pueblo en general se autoorganice de abajo hacia arriba, en donde impere el respeto irrestricto a la libertad de prensa y de organización política y en donde los factores humanistas y ecológicos sean los determinantes. Hoy como hace 150 años, los socialistas no tenemos nada que esconder y proclamamos abiertamente nuestras ideas y propósitos y reivindicamos, abiertamente, el derecho de los pueblos a rebelarse en contra del injusto e inmoral orden social existente.

Nuestra ALIANZA SOCIALISTA surge como un nuevo factor de solidaridad y de combate con las causas populares de nuestro pueblo. Sin anhelos hegemónicos ni protagónicos. Con el decidido objetivo de unir sus esfuerzos a los de la Promotora por la Unidad Nacional contra el Neoliberalismo e integrarse a los combates de las organizaciones de masas.

En la ALIANZA SOCIALISTA nos declaramos en favor de los objetivos nacionales que las luchas populares han inscrito en el programa de liberación nacional que se está forjando en esas jornadas, entre los cuales están:

- Por el desconocimiento de la deuda externa y del IPAB (Fobaproa). Reorientación de los recursos financieros así liberados en un gran proyecto de obras públicas (hospitales, escuelas, carreteras, vivienda popular) para solucionar de modo radical la gravísima situación de millones de desempleados.

- Renacionalización de la banca.

- No a la privatización de Pemex, CFE, y LyFC. Derogación de las reformas salinistas en materia energética que han permitido la privatización furtiva de Pemex, de CFE y de LyFC.

- No a las contrarreformas de la ley de pensiones y jubilaciones del IMSS. Sí a una jubilación digna para todos los trabajadores de México que no sea presa de la especulación financiera (AFORES, etc.).

- No a las reformas del Artículo 123. Respeto a la letra de la Ley Federal del Trabajo. Aumento general para recuperar el poder adquisitivo de los salarios y reducción de la jornada de trabajo como otra medida de ataque al desempleo.

- Una reforma fiscal que grave a los grandes capitalistas que los gobiernos neoliberales han exentado del pago de impuestos y que sirva como instrumento de redistribución del ingreso.

- Por una educación pública, científica y laica. No a las privatización de la UNAM y de las universidades públicas. Aumento sustancial del presupuesto educativo. Derogación del TLCAN, no al ALCA.

- Por la democracia y la independencia sindicales. Fuera el charrismo de los sindicatos.

- Por el respeto a los derechos indígenas. Respeto de los Acuerdos de San Andrés.

- Por un gobierno de los trabajadores, los campesinos y los indígenas.

¡Por la unidad de los de abajo! ¡Por la unidad de los socialistas!

¡Otro mundo, otro México son posibles; un mundo, un México de fraternidad y

solidaridad; un mundo, un México socialistas!

México D.F., marzo de 2004

Fuente: Manuel Aguilar Mora

¡Por la Unidad Revolucionaria
de la Clase Obrera!


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