Volumen 16, Número 350, diciembre 5 de 2016
 


¡Hasta siempre Comandante!



En respetuoso silencio, millones de cubanos despiden a Fidel. Le rinden homenaje en la plaza de la Revolución. Cuba y el mundo lloran a su líder. La partida del Comandante en jefe de la Revolución cubana nos conmueve. Las banderas se inclinan en su honor.


Duelo en silencio

Bulliciosa y musical, en cuanto se difundió la noticia toda Cuba calló. Se hizo el silencio en honor a Fidel. El duelo fue impresionante. En las casas lloraban al Comandante. En todas partes aparecieron fotos de Fidel resaltando su presencia ante su partida física.

Fidel está en todas partes. Por el mundo corrió la noticia y estremeció a multitudes. En Cuba, nada de estridencias ni desórdenes. El adiós a Fidel fue en silencio, muy respetuoso y discreto.

El 28 de noviembre, el memorial José Martí abrió sus puertas en la Plaza de la Revolución de La Habana. Cientos de miles de hombres y mujeres de todas las edades se formaron en largas filas para pasar después frente a una foto de Fidel Castro guerrillero. Las cenizas del Comandante estaban en una sala contigua, en el salón Granma de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

La multitud avanzó rápidamente. El paso era muy breve. Todos llorando acudieron a despedir a su Comandante en Jefe, depositaban flores y tomaban fotos.

Las calles estaban vacías. No había música ni ruido. Muy disciplinado, el pueblo cubano guardaba el duelo. Los sentimientos afloraron. Los cubanos agradecían a Fidel y lo despedían con respeto.

Ningún culto a la personalidad, ningún exceso, nada obligatorio ni imposición alguna. La respuesta del pueblo cubano fue auténtica, sincera y sencilla.

Ninguna conmoción ni arrebato. Esas alteraciones ocurrieron en pequeños sectores de Miami, donde opositores sin perspectiva ni bandera decían que "celebraban". Los opositores en Cuba se limitaron a insultar al Jefe. De allí no pasan.

No podía haber desestabilización ni arguende ante la contundente respuesta del pueblo, organizado y conciente. El referéndum volvió a ser ganado por Fidel. El consenso social está de su lado. Ese consenso no lo tiene nadie en el mundo.

El comportamiento de la población muestra las hondas raíces de la Revolución cubana, el reconocimiento y cariño hacia Fidel. Ante esa demostración, el imperio no tiene nada que hacer, simplemente, no puede.

Con esa respuesta se ratifica y comprueba que el pueblo cubano apoya a Fidel y a su Revolución.

Pasaron las horas y las filas continuaban. No importaba la espera. Se sentía la necesidad de pasar revista ante Fidel. Parecía que nadie quería faltar. Eran las altas horas de la noche y seguía el desfile voluntario. Todos querían estar presentes y darle el último adiós al Jefe.

Fidel se ha ido y no. Físicamente ya no está, pero queda en lo profundo del corazón de los cubanos y pueblos solidarios. La obra y pensamiento de Fidel Castro han arraigado en la conciencia de grandes masas de varias generaciones. ¡Viva Fidel!


Ref.: 2016, elektron 16 (328) 1-4, 28 noviembre 2016.
El pueblo agradecido despide a Fidel. FOTO: Cubadebate
En las casas se llora y rinde homenaje a Fidel. FOTO: Afp
Fila en la Plaza de la Revolución, La Habana. FOTO: Xinhua
El pueblo formado para despedirse de Fidel. FOTO: Cubadebate
¡Hasta siempre Comandante! FOTO: R. Garaicoa
Adiós a Fidel en el memorial José Martí. FOTO: Ap






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