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MEXICO
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PERIODICO DEL FRENTE DE TRABAJADORES DE LA ENERGIA DE MEXICO
 Vol. 2, No.30         Septiembre 30 de 2002
¡Otra Vez Miente!

Fox propone adecuar la CFE a la privatización eléctrica. Se refiere a una autonomía de gestión inexistente y mantiene vigentes los “aprovechamientos” para seguir sustrayéndole recursos. El CENACE dejaría de pertenecer a CFE, la Red Nacional de Transmisión se pondría al servicio de los generadores privados. CFE quedaría sensiblemente reducida y sometida a la supuesta competencia con las transnacionales eléctricas. ¡No se fortalece a CFE, se le destruye!

 

Realidad falseada por el foxismo

  1. Fox dice que no propone privatizar, pero su prioridad es privatizar. Así se indica en el Programa Sectorial. Así se indica en todas y cada una de sus propuestas legislativas.
  2. En su propuesta de Ley Orgánica para CFE insiste en la mentira. Dice que tal propuesta no implica la “privatización o venta” de los activos de CFE, pero sí la privatización de las funciones constitucionales reservadas al Estado de manera exclusiva.
  3. Fox propone una supuesta Autonomía de Gestión burda y simplista. Al mismo tiempo, mantiene la sujeción de CFE vía los “aprovechamientos” que CFE debe pagar al gobierno.
  4. La Red Eléctrica Nacional se sujeta a una privatización disfrazada al servicio de las empresas eléctricas transnacionales.
  5. Fox propone que CFE deje de realizar el despacho eléctrico y el control operativo del sistema eléctrico nacional. El CENACE dejaría de pertenecer a CFE.

La prioridad de Fox: privatizar

En su tercera iniciativa Fox propone una nueva Ley Orgánica para la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Esa propuesta es continuación de las anteriores e igualmente privatizadora.

Dice, en la carta enviada al Senado de la República que, “el Gobierno Federal ha delineado de manera clara las estrategias que debe seguir para cumplir los objetivos señalados”.

De inmediato aclara sus pretensiones. Informa que, “en el Programa Sectorial se han establecido como lineamientos específicos de acción: La autonomía de gestión y la promoción a la participación privada dentro del sector eléctrico”. Esto es, para el gobierno foxista su prioridad es privatizar la industria eléctrica.

Previamente, Fox propone la modificación a los artículos 27 y 28 constitucionales para legalizar la privatización, de manera que, la propuesta de ley orgánica para CFE son adecuaciones a tal privatización.

Fox vuelve a repetir que “La reestructuración propuesta no implica una privatización o venta a particulares de los activos de la Comisión Federal de Electricidad, sino que cuente con una efectiva autonomía de gestión que le permita optimizar sus recursos y garantizar así un servicio público eficiente en las mejores condiciones de calidad y costo”.

Fox chantajea a todos al expresar que, “El retraso en la reforma del sector eléctrico, Implicaría poner en riesgo el suministro oportuno y suficiente de electricidad, así como el bienestar de todas las mexicanas y los mexicanos”.

¡Eso es totalmente falso! Durante más de 40 años, la industria eléctrica nacionalizada ha cumplido cabalmente, no obstante el sometimiento económico de los gobiernos en turno y la corrupción interna imperantes.

Autonomía de gestión borrosa

Dice el Fox que, “Se prevé la reestructuración del organismo con la finalidad de lograr un nivel óptimo de eficiencia en el cumplimiento de sus objetivos”.

De acuerdo a ese discurso borroso, el problema es administrativo pero no hay tal, se trata de un asunto político. La reestructuración que propone Fox, en el caso de CFE, sería para encaminarla a la ruina a favor de la nueva industria eléctrica PRIVADA actualmente en construcción al margen de la ley.

A diferencia del PRI y el PRD, que adornan mucho la propuesta de “Autonomía de gestión, Fox es más explícito. Señala que, “La reforma del sector eléctrico, obliga a Comisión Federal de Electricidad a prepararse para afrontar mayor competencia externa e interna y para lograrlo requiere una real y efectiva autonomía de gestión, que permita a la entidad una toma de decisiones ágil y oportuna”.

Esto es, la tal Autonomía de Gestión está enmarcada en auspiciar la operación de CFE como empresa privada, en competencia con las demás empresas eléctricas privadas.

“El Estado seguirá participando en la generación de electricidad” se dice, pero esto se refiere únicamente a la capacidad efectiva en operación de CFE previa. Es del dominio público que, en los últimos años, la inversión pública en CFE es NULA, todas las nuevas inversiones son privadas con base en las reformas del 92.

Respecto a la energía nuclear de potencia, la iniciativa foxista refiere que “La generación de energía nucleoeléctrica seguirá a cargo del Estado, a través de la Comisión Federal de Electricidad, en cumplimiento de lo preceptuado en el artículo 28 Constitucional”.

Eso sería por ahora, para no complicarle los escenarios a los inversionistas privados. Es preferible apropiarse, primero de la termoelectricidad convencional, después lo demás.

Por otra parte, no es solamente el artículo 28 el que reserva al Estado la generación nucleoeléctrica sino el párrafo séptimo del Artículo 27 constitucional, el que establece el dominio de la Nación sobre los combustibles nucleares para la generación de energía nuclear.

Privatización disfrazada de la Red Eléctrica Nacional

De entrada, respecto a la transmisión eléctrica, Fox propone quitarle el control a CFE. “Ya que la Red Nacional de Transmisión es la columna vertebral del Sistema Eléctrico, se prevé como parte de este paquete de reforma a la industria eléctrica la expedición de una ley que la fortalezca, así como al organismo que se encargará de su operación y control”. Esa iniciativa de ley se refiere al Centro Nacional de Control de Energía (CENACE), para separarlo de CFE.

“El Centro Nacional de Control de Energía responsable hasta el día de hoy, del despacho económico y el control operativo del sistema eléctrico, deberá modificar su naturaleza jurídica para conformarse como una entidad independiente de la Comisión Federal de Electricidad que proporcione certidumbre a efecto de que en todo momento se aproveche la generación de las plantas eléctricas que resulten de menor costo para los consumidores finales y se garantice el acceso abierto y no discriminatorio a la Red Nacional de Transmisión a todos los participantes de la industria”.

En breve descripción, lo que Fox quiere es poner la red eléctrica nacional al servicio de las empresas eléctricas privadas garantizándoles “el acceso abierto y no discriminatorio de La Red Nacional de Transmisión a todos los participantes de la industria”. Esa, es la privatización disfrazada de la Red.

En la ley orgánica de CFE se “prevé que la Entidad, deje de ejecutar el despacho de la electricidad que se conduzca a través de la Red Nacional de Transmisión y, gradualmente, el control operativo del sistema” En pocas palabras, se propone una CFE cada vez más achicada, con menos funciones y ningún apoyo del Estado.

Eso sí, “El servicio de distribución seguirá siendo prestado, por la Comisión Federal de Electricidad”.

Reestructuración burocrática

El Consejo de Administración de CFE seguiría integrado únicamente por la burocracia del gobierno en turno y “tres representantes del sindicato titular del contrato colectivo de trabajo que rija las relaciones laborales del organismo”, esto es, tres charros sindicales del SUTERM.

El Director General “será designado y removido por el Titular del Ejecutivo Federal”. Eso le ha resultado muy cómodo a los gobiernos en turno, tanto del PRI como del PAN y se propone que siga igual.

La ley orgánica propuesta no se refiere explícitamente a los llamados “aprovechamientos” establecidos en 1986 y 1992. Esto se indica en la propuesta de Ley de Servicio Público de Energía Eléctrica. En esa propuesta se establece:

Artículo 67.- La Comisión Federal de Electricidad estará obligada al pago de un aprovechamiento al Gobierno Federal por los activos que utiliza para prestar el servicio público de energía eléctrica.

El aprovechamiento a que se refiere este artículo se determinará anualmente en función de la tasa de rentabilidad establecida para el ejercicio correspondiente a las entidades paraestatales. Dicha tasa se aplicará al valor del activo fijo neto en operación del ejercicio inmediato anterior reportado en los estados financieros dictaminados de la entidad y presentados ante la Secretaría de Contraloría y Desarrollo Administrativo. Contra el aprovechamiento a que se refiere este artículo, se podrán bonificar los subsidios que el Gobierno Federal otorgue a través de la Comisión Federal de Electricidad, a los usuarios del servicio público de energía eléctrica.

En la propuesta de Ley Orgánica para CFE se dice que, “esta Ley establece que la Comisión Federal de Electricidad se sujetará a las disposiciones, resoluciones y lineamientos en materia presupuestaria y de evaluación que emitan las secretarías de Hacienda y Crédito Público y de Contraloría y Desarrollo Administrativo, en el ámbito de sus respectivas competencias. Dichas disposiciones, resoluciones y lineamientos deberán considerar la autonomía de gestión de la Comisión Federal de Electricidad”.

Lo anterior es una burla. ¿De qué serviría esa Autonomía de Gestión en tales condiciones?

Finalmente, la iniciativa del Fox se refiere a los trabajadores, a los que considera “menores de edad” y les asigna funciones simples.

“La presente iniciativa recoge las disposiciones vigentes en materia de participación, capacitación y certificación de los trabajadores electricistas, a fin de elevar la productividad, la conciencia social y profesional de los trabajadores y técnicos, así como para lograr el mejor uso de sus recursos humanos, técnicos, materiales y financieros”

Se trata de consideraciones inferiores hacia quienes hemos hecho, y seguimos haciendo, posible el funcionamiento de la industria eléctrica nacionalizada de México.

“Esta Ley prevé la continuidad en el funcionamiento de las comisiones consultivas mixtas de operación industrial”. Reduccionismo sería mucho decir. Los trabajadores electricistas tenemos tareas adicionales más importantes que cumplir, lo hemos hecho por generaciones y lo seguiremos haciendo.

¡La reforma foxista NO pasara!