Volumen 14, Número 295, noviembre 15 de 2014
 


Dolor e indignación ante masacre



Mataron y quemaron “a 43 ó 44” en Cocula, Guerrero, dijo Jesús Murillo, titular de la PGR. Eso dice que dijeron 3 detenidos. Los hechos ocurrieron en el basurero del mencionado municipio, en las cercanías de Iguala. Antes no los habían encontrado con el poderío policiaco y militar desplegado en la zona. No creemos en versiones sin pruebas, contestan padres de familia y estudiantes de Ayotzinapa. En varios estados hubo manifestaciones de repudio al informe oficial. El gobierno de Peña incapaz de garantizar la seguridad y convivencia nacional. La situación será peor al haber entregado el país a las transnacionales y sus grupos armados.


Terrible noticia

Por la mañana acudió a Chilpancingo. Allí informó a los familiares de noticias “delicadas”, a decir del abogado de los familiares. Por la tarde, en la ciudad de México, la Procuraduría General de la República (PGR) ofreció una conferencia de prensa. Allí Jesús Murillo Karam, titular de la dependencia, informó que los 43 normalistas desaparecidos habrían sido muertos. Las investigaciones siguen abiertas pero al parecer el gobierno estaba presuroso por finiquitar el caso.

El apresuramiento fue notorio hasta con el proyector sin que la PGR acertara a pasar correctamente las imágenes y videos.

Aún cuando al final hubo algunas preguntas y respuestas, quedaron muchas dudas. ¿Cómo fue que los normalistas desaparecidos murieron a las pocas horas de los hechos del 26 de septiembre? Cocula es un pueblito ubicado en las cercanías de Iguala. ¿Cómo fue que nadie se enteró de lo sucedido con los desaparecidos que fueron incinerados durante todo el día siguiente en el basurero del lugar?

La misma PGR informó que había realizado más de 1,000 operaciones exploratorias y no había encontrado nada. Pareciera que cada exploración fue de apenas unos cuantos centímetros. Además, desafortunadamente confirma lo dicho por el FTE: policías y militares andaban buscando a los desaparecidos donde no estaban. ¿Era para simular?

Cocula es un pueblo pequeño sumamente empobrecido pero hay señal satelital. ¿No vieron ni oyeron nada? Se utilizaron miles de policías, soldados y marinos en la búsqueda, equipados con armamento de grueso calibre, vehículos anfibios y aéreos, y nada. Resulta que los sicarios habían ultimado a los normalistas desaparecidos en las propias narices de policía y ejército federal.

Lo que dijo Murillo

En la TV privada y en La Jornada se describió la crónica de la conferencia de prensa.

Los 43 normalistas de Ayotzinapa habrían sido asesinados y calcinados en el basurero del municipio de Cocula, según los testimonios de tres participantes materiales en el presunto multihomicidio presentados por la PGR. Sin embargo, la fiscalía aseguró que mantendrá la condición de desaparecidos de los jóvenes mientras no se acredite científicamente que los restos corresponden a las muestras genéticas aportadas por los familiares (Castillo G., en La Jornada, p.2, 8 noviembre 2014).

De acuerdo con los testimonios mostrados por el fiscal Jesús Murillo Karam, una vez quemados y reducidos a cenizas, los restos fueron introducidos en bolsas de plástico que se lanzaron al río San Juan, que atraviesa ese municipio.

Para el titular de la PGR no se trató de un crimen de Estado: “Iguala no es el Estado mexicano”. Dos días antes de que el presidente Enrique Peña Nieto viaje a China y Australia, Murillo aseguró en conferencia de prensa que los restos serán enviados a Innsbruck, Austria, y acerca de la coadyuvancia de peritos argentinos en las indagatorias, sólo mencionó que seguirán trabajando con la PGR para avanzar en la eventual identificación de los restos.

Al regresar de Guerrero, donde se había reunido con los padres de los desaparecidos, a quienes aseguró haber dado la misma información que a la prensa en ese momento, Murillo confirmó la detención hace ocho días de tres nuevos implicados en el asesinato y desaparición de los estudiantes normalistas: Patricio Reyes Landa, El Pato, Jonathan Osorio Gómez, El Jona, y Agustín García Reyes, El Chereje.

“Los tres capturados son miembros de la organización criminal Guerreros unidos, y al rendir su declaración confesaron haber recibido y ejecutado al grupo de personas que les entregaron los policías municipales de Iguala y Cocula.”

En el basurero de Cocula “hicieron guardias y relevos para asegurar que el fuego durase horas (14, desde la noche del 26 de septiembre, hasta las dos de la tarde del día siguiente), arrojándole diésel, gasolina, llantas, leña, plástico, entre otros elementos.

“Cuando se habían arrojado y quemado los cuerpos, recibieron la orden de El Terco de fracturar los restos de los huesos calcinados para ser depositados en bolsas negras. Según sus declaraciones, estas bolsas fueron vaciadas en el río San Juan, salvo dos, que uno de los declarantes dice haber arrojado completas.”

Durante la conferencia –esta vez sí aceptó preguntas– dijo que, en consideración de los peritos mexicanos y argentinos, “el alto nivel de degradación de los restos encontrados hace muy difícil la extracción de ADN que permita la identificación”.

Murillo ya no hizo referencia específica a si la PGR esperará los dictámenes de los especialistas argentinos y, en cambio, anunció que, por recomendación de los equipos forenses, los estudios se realizarán en los laboratorios más altamente especializados del mundo, en la Universidad de Innsbruck, Austria. Por ello, acotó que los especialistas señalaron que no hay una fecha definida para entregar resultados.

Aseguró que “no hay evidencia de que los estudiantes de Ayotzinapa formaran parte o ayudaran a grupo criminal alguno”; señaló que ya suman 74 personas detenidas y que “la investigación queda abierta hasta que podamos identificar todos los restos hallados en la barranca y en las bolsas localizadas en el río San Juan. Mientras, se seguirá considerando desaparecidos a los estudiantes para efectos de la investigación.

Casi al final, Murillo Karam cerró la conferencia con un “Ya me cansé”.

Todavía alcanzó a decir que es comprensible el rechazo de los familiares para el avance de las indagatorias: “Es natural (...) y no me sorprende”.

Pruebas exigen los padres

Los padres de los 43 estudiantes desaparecidos rechazaron las declaraciones del titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, en el sentido de que sus hijos podrían estar muertos, porque –subrayaron– no hay “pruebas contundentes ni científicas” de que los cuerpos encontrados en fosas clandestinas en Iguala ni los restos óseos incinerados en el tiradero municipal de Cocula correspondan a sus hijos (Ocampo S., Morelos R., en La Jornada, p.3, 8 noviembre 2014).

En la conferencia de prensa que dieron la tarde de este viernes en la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, en voz de Felipe de la Cruz, los paterfamilia aseguraron que mientras el titular de la PGR no tenga pruebas de lo que declara en los medios de comunicación ellos tendrán la esperanza de que sus hijos estén con vida.

Recalcó que rechazan la versión oficial y que solamente aceptarán los resultados que emitan los peritos argentinos, no la versión de los detenidos que hoy dio a conocer el procurador, debido a la presión que han ejercido los padres de los jóvenes ausentes, sus compañeros estudiantes y maestros en los ámbitos nacional e internacional, dijo De la Cruz.

Los padres exigieron al presidente Peña Nieto que suspenda su gira por Australia y China hasta que presente con vida a los 43 desaparecidos. “Si Peña Nieto se va al extranjero se demostrará una vez más que el presidente está contra el pueblo.” Asimismo, le pidieron que si no puede dar con los 43 muchachos, que renuncie.

Exigieron al Presidente que permita la participación plena de los peritos argentinos, porque reiteraron que sólo esos resultados reconocerán como válidos.

También le demandaron que solicite a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que envíe a sus expertos para dar asistencia técnica, “porque este es un caso grave y el Estado mexicano está rebasado”.

¿Qué vamos a hacer?

¿Qué vamos a hacer contra ellos?, preguntaron los estudiantes de Ayotzinapa en la ciudad universitaria de la UNAM.

Los normalistas de Ayotzinapa se negaron a reconocer la versión de la PGR de que sus 43 compañeros desaparecidos probablemente hayan sido asesinados y quemados, y llamaron a crear una coordinación nacional estudiantil para frenar los abusos en todo el país (Camacho F., en La Jornada, p.6, 8 noviembre 2014).

Reunidos en la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México, ocho alumnos de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos escucharon en vivo la conferencia de prensa que dio el procurador Jesús Murillo Karam, acompañados por cientos de estudiantes que llenaron el auditorio Ho Chi Minh.

Con el rostro desencajado, ocultando la cara entre las manos o llorando en silencio, los jóvenes escucharon la explicación del funcionario sobre cómo sus compañeros habrían sido secuestrados, asesinados y quemados. El estupor, la rabia y la tristeza se sintieron con fuerza en el lugar.
El primer normalista en tomar la palabra fue Omar García, quien subrayó que la información dada a conocer por Murillo la hubieran podido revelar “incluso hace unos 10 días”, pero “la han venido prolongando” como si fuera un teatro.

“La noticia nos impacta; no sabemos si creerla o no. Hasta que haya una prueba contundente de que los restos encontrados son de nuestros compañeros vamos a resignarnos a aceptar tales hechos”, advirtió entre aplausos y gritos de solidaridad.

El joven agregó que ya habían contemplado la posibilidad de que se anunciara la muerte de los normalistas desaparecidos, e insistió en que el problema de violencia e impunidad no es sólo de Ayotzinapa o de Guerrero, sino de todo México, por lo que llamó a preguntarse: “¿qué vamos a hacer con el país, y, sobre todo, qué vamos a hacer contra ellos?”.

Con gesto serio, enfatizó: “podríamos decirles lo que cualquier padre de familia les diría: que quieren guerra con el Estado, así de simple. Lo primero que van a querer hacer es acabar el problema de una vez por todas. La situación se presta, es la oportunidad; legitimidad hay para hacer las cosas que tengamos que hacer a fin de cambiar la situación en nuestro país.

“Estamos determinados a llegar a donde sea necesario, porque somos guerrerenses, somos campesinos y somos cerradísimos a esas razones estúpidas del gobierno, que todo lo quiere solucionar con las leyes, con una legalidad que defiende simplemente a los de arriba. ¡A la mierda su legalidad; no nos funciona!”, dijo.

Otro normalista, que no dio su nombre, convocó a generar una coordinación nacional estudiantil mediante la cual se haga frente a los ataques del gobierno y se impidan más ejecuciones, desapariciones, robos y privatizaciones. No consideramos real el informe de la PGR porque tenemos la fe y la esperanza (de que los muchachos estén vivos)”, subrayó.

En el mismo sentido, un estudiante de Ayotzinapa que sólo se identificó como Carlos aseveró en entrevista aparte que “no damos como un hecho” la supuesta muerte de los 43 desaparecidos hasta que no lo confirme el Equipo Argentino de Antropología Forense, y no descartó que el anuncio de Murillo sea una estrategia “para desestabilizar el movimiento y que la gente deje de exigir la presentación con vida” de los jóvenes.

Protestas en el interior del país

Miles de personas realizaron protestas en al menos 13 entidades del país para manifestar su repudio al informe del procurador Jesús Murillo Karam sobre el paradero de los normalistas de Ayotzinapa; exigieron la presentación con vida de los estudiantes y repudiaron la actuación de las autoridades (en La Jornada, p.8, 8 noviembre 2014).

En Jalisco denunciaron que el gobierno federal está atacando las normales del país porque pretende desaparecerlas; en Jalapa, Veracruz, se manifestaron durante el recorrido del fuego de los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Mientras que en Chiapas hubo toma de carreteras y en Oaxaca pintaron distintas consignas con una interrogante: ¿y si tu hijo fuera el 44?

En puerto Vallarta, Jalisco, una maestra de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) criticó en un mitin al gobierno federal por desdeñar a la sociedad mexicana y considerarla como “si no fuéramos pensantes”. Los estudiantes expusieron que hay una embestida del gobierno federal contra las normales.

Inconformes tomaron la alcaldía de Tapachula en Chiapas y la caseta de peaje de la carretera que comunica a esta ciudad con Tuxtla Gutiérrez. Mientras que en Aguascalientes continuaron con un paro de labores indefinido.

En Puebla unos cien alumnos de distintas instituciones de educación superior tomaron durante dos horas la caseta de Amozoc, en la autopista México-Veracruz, permitieron el paso de los automovilistas sin pagar la cuota y pidieron una cooperación voluntaria para sostener su movimiento.

Mientras que en Ciudad Juárez, Chihuahua, personal del Colegio de Bachilleres número 6 de Ciudad Juárez –guardias privados y prefectos– impidieron a maestros y estudiantes repartir volantes en apoyo a los padres de los normalistas.

En Sinaloa, un maestro jubilado de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Manuel Cristerna, dijo que “lo de Guerrero duele bastante”, pero en Sinaloa han pasado cosas peores como la desaparición de bebés, presuntamente vendidos al mejor postor por el alcalde Alejando Osuna.

En la capital de Oaxaca familiares de Christian Tomás Colón Garnica, normalista de Ayotzinapa, rechazaron la versión de Murillo Karam.

Integrantes de la Coordinadora Nacional de Madres, Padres y Tutores en Defensa de la Nación de Cancún Quintana Roo exigieron la renuncia del presidente Enrique Peña Nieto. Hubo también protestas en Hidalgo, donde suspendió labores la Universidad Pedagógica Nacional (UPN)

Integrantes del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) se declararon en ayuno en Ciudad Victoria por las próximas 43 horas para demandar justicia. En Mexicali, Baja California, los economistas se sumaron a la exigencia de la sociedad mexicana para que se adopten medidas expeditas y profundas orientadas a abatir la inseguridad en México.

En el estado de México hubo diversas manifestaciones, en Chalco hubo mil 800 personas que exigieron la presentación de los jóvenes.

El Estado rebasado

La respuesta ha sido rápida. El gobierno le echó más fuego a la hoguera. La indignación es creciente y con razón, No obstante, es el momento en que más calma debe haber, dentro de lo posible. Desafortunadamente, las líneas de decisión rápida no están al alcance.

No basta el coraje, hay que organizarnos para tirar al gobierno. El país es conducido por el mismo gobierno hacia el despeñadero. Pero ni siquiera los gringos pueden resolver el asunto. Su pobre propuesta se limita a sustituir a Osorio por Beltrones, un capo tal vez peor que el otro.

Pedirle a Peña Nieto que gestione la intervención de la CIDH es una ingenuidad. El gobierno de Peña ya lo está haciendo para protegerse asimismo. Por lo demás, esa comisión está patrocinada y financiada por la Organización de Estados Americanos (OEA), el departamento de colonias del imperialismo. Pedir la intervención de esta comisión y que Peña que haga las gestiones, es como pedirle piedad al verdugo, después de haber cometido el crimen.

La crisis es inocultable. Si los 43 normalistas fueron desaparecidos y ejecutados, enfrente de policías y soldados, ¿hay complicidad manifiesta del Estado? o ¿Los delincuentes de la región rebasaron al Estado?

¿Qué gobierno es ése, el cual es doblegado por unos mozalbetes delincuentes?

Lamentablemente, la situación no se restringe a Cocula, ni a Iguala ni a Guerrero. La descomposición social comprende ya a todo el país. ¿O existe algún lugar dónde el crimen haya sido abatido?

En el caso de los normalistas falta saber quiénes dieron las órdenes para los crímenes y por qué. Lo que hicieron no lo hace cualquier gavilla de pueblo. Los propios chamacos que declararon su culpabilidad, según Murillo, pudieron haber mentido, inventado su declaración o ser previamente torturados. No tendría por qué haber sorpresa. Así actúa la PGR.

De manera que el escándalo ha tomado proporciones deleznables, cuyos daños no se resuelven con disculpas, ni siquiera con la caída de Murillo. El gobierno de Peña ha creado una situación peor que un estado declarado de guerra. Y eso que aún no empieza la invasión de transnacionales a quienes Peña les entregó el patrimonio energético nacional.

En consecuencia, la protesta es necesaria, extendiendo la movilización y consolidando organizativa y programáticamente al movimiento. Peña no caerá, hay que tirarlo, con la fuerza organizada del pueblo.


Ref: 2014, elektron 14 (268) 1-6, 8 noviembre 2014, FTE de México.



Padres de familia en las oficinas de la CIDH FOTO: CNDH



Caravana de Iguala a la ciudad de México FOTO: Cuarto Oscuro



Protesta solidaria en la Universidad de Guanajuato FOTO: #YoSoy132Filos



Zócalo de la ciudad de México, 5 de noviembre de 2014 FOTO: R. García





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