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MEXICO
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PERIODICO DEL FRENTE DE TRABAJADORES DE LA ENERGIA DE MEXICO
 Vol. 2, No.29         Septiembre 16 de 2002
Expropiación Extranjera

Fox propone que el sector privado intervenga constitucionalmente en la explotación de hidrocarburos y sus derivados. Esa propuesta es violatoria de la Constitución. El párrafo cuarto del artículo 27 constitucional establece el derecho de la Nación sobre la propiedad y explotación de los hidrocarburos. Fox pretende una expropiación petrolera extranjera. Los trabajadores rechazamos la propuesta y llamamos a la rebelión del pueblo contra el gobierno neoliberal.

 

El gobierno de Fox sirve a los intereses de las grandes transnacionales de la energía. El foxismo representa la antihistoria. Ese individuo, analfabeto y lépero, quiere hacer caso omiso precisamente de una de las conquistas históricas más importante del pueblo de México.

Al momento no se ha enviado ninguna propuesta formal al Congreso pero es evidente que el gobierno foxista trabaja al respecto preparando otra agresión similar al caso de la energía eléctrica. De hecho, con los Contratos de Servicios Múltiples se siguen acciones totalmente desnacionalizadoras.

En medio del escándalo de corrupción de los charros del sindicato petrolero (STPRM) en el llamado Pemexgate no podemos ignorar las pretensiones tendientes a desnacionalizar a Pemex.

En la propuesta de Fox y asesores, que circuló en agosto entre algunos legisladores, se pretende modificar los artículos 27 y 28 constitucionales para permitir a los inversionistas privados la participación en actividades de exploración, explotación y procesamiento de gas natural no asociado así como en la refinación de hidrocarburos.

Al igual que con la industria eléctrica, Fox pretende legalizar la privatización furtiva que lleva a cabo en la industria petrolera, elevando esos fraudes al rango constitucional. En los hechos la intervención privada extranjera en la industria petrolera nacional es inocultable, aún cuando está prohibida por la Constitución.

Las Siete grandes empresas transnacionales son las beneficiarias de la política foxista, las mismas que en 1938 al expropiarse la industria petrolera amenazaron con regresar. Con Fox han regresado por la puerta trasera, ya dentro ahora quieren la legalización nada menos que constitucional. Si el asunto no fuera tan serio se podría decir que el Fox está loco. Algo hay de eso, solamente que en sus exabruptos pretende arrastrar a la Nación y despojarla de su patrimonio.

Fox y asesores son expertos manipuladores. Primero se han dedicado a “quebrar” literalmente a la industria y, luego, justifican la privatización.

Se argumenta que, en los últimos 13 años no se han construido refinerías en México. Ni siquiera son precisos en lo que dicen. Es cierto que no se han construido refinerías pero desde la época de López Portillo y Díaz Serrano, en los 80s. Eso ha servido para que el país se haya vuelto importador de gasolina y petroquímicos, situación acelerada con el gobierno foxista.

Al foxismo le extraña que México sea, según dicen, el sexto país con mayores reservas petroleras a nivel mundial y el noveno exportador de crudo y, al mismo tiempo, ocupe el lugar 14 en refinación. Se trata de rollo demagógico, porque las reservas probadas de hidrocarburos en México son relativamente bajas y no hay ningún motivo para estar orgullosos del despilfarro que se ha venido haciendo de estos recursos precisamente por la equivocada política petrolera oficial. En cuanto a las virtudes de que México sea altamente exportador de crudo, hay menos motivos de orgullo porque los escasos recursos nacionales se han estado entregando a la economía de guerra norteamericana. Por lo demás, vender petróleo crudo es una vergüenza propia de un país atrasado, exportador de materias primas.

Cínicamente y en plan de burla al pueblo mexicano dice Fox que, "En ningún momento se pretende que el capital privado invierta en las actuales refinerías" Eso es evidente, nadie querría la actual planta industrial, envejecida y obsoleta. Las empresas transnacionales lo que quieren es una nueva industria petrolera privada, lo que significaría el reemplazo de la actual planta industrial. En ese esquema es que Fox proyecta las nuevas refinerías.

El gobierno imperialista de Fox critica que no se han hecho inversiones de Pemex en México y se haya preferido invertir en una refinería en Pemex en el extranjero. La pregunta es muy simple ¿Porqué lo han hecho? Porque esas decisiones las han tomado unilateralmente el gobierno y los administradores en turno de Pemex.

Si ahora, realmente se quisiera apoyar el desarrollo nacional, no hay que ir muy lejos. Petroleros mexicanos democráticos han hecho propuestas alternas, entre otras, consistentes en la instalación de nuevas refinerías conceptuadas como refinerías energéticas, orientadas al procesamiento de crudo y al mismo tiempo a la generación eléctrica mediante la utilización de residuos al alto vacío. Lo que sucede es que al gobierno nada de esto le interesa, lo que le importa son los negocios privados en contra del interés nacional.

Tratándose de la petroquímica, Fox propone que en la Constitución esas actividades dejen de ser estratégicas y pasen a ser prioritarias. Este concepto significa que el Estado dejaría de ejercer esas funciones de manera exclusiva y el sector privado podría intervenir de acuerdo a la definición de área prioritaria, no estratégica, definida por la propia Constitución en el artículo 25. Con ello se pretende que, las refinerías queden integradas a la petroquímica y, todas las actividades, estén a cargo de las empresas privadas.

La propuesta de Fox es de ensueño para los capitalistas quienes han de sonreír por el acierto de haber literalmente invertido con fuertes sumas para la campaña de Fox, así haya sido mediante el lavado de dinero del narcotráfico. De un plumazo, en un solo arrebato, el Fox seguramente cree que podrá disponer del patrimonio nacional, que no suyo sino de la Nación, y hacer negocios sucios a los que está acostumbrado.

Ya se frotan las manos con las oportunidades que dicen han identificado para diferentes complejos petroquímicos. Ya hablan de la producción privada de etileno-polietilenos, benceno-tolueno-xilenos, monómero de vinilo-PVC y óxido de propileno-poliuretanos, cuyas inversiones podrán ser del orden de los 8 mil millones de dólares. (Becerril A, Ballinas V, en La Jornada 140802). Respecto del gas la propuesta plantea aplicar un régimen de concesiones privadas para la exploración y explotación.

Fox amenaza que no realizarse esas inversiones, se daría lugar a la importación de esos energéticos. Pero elude señalar que, actualmente, ya se importan cuantiosos volúmenes y que el gobierno e inversionistas privados construyen en contra de la Constitución una nueva industria eléctrica privada basada en plantas de gas natural, mismo que es insuficiente en el país pues las reservas disponibles de gas seco son realmente escasas y, las de gas natural asociado al petróleo se continúan quemando día y noche en la atmósfera con la irracional explotación de los pozos de petróleo.

Fox, de manera harto tramposa, prepara una propuesta formal de modificación a la Constitución en materia de hidrocarburos. A diferencia de la industria eléctrica, no se incluye ningún paquete legislativo, únicamente se hace una propuesta: modificar los párrafos cuarto de los artículos 27 y 28 en materia de hidrocarburos.

La situación también es grave. Se indica en el “borrador” de la propuesta foxista que, "Son áreas prioritarias para el desarrollo nacional sobre las que el Estado ejercerá su rectoría en los términos de las leyes respectivas, las actividades de refinación de petróleo, la exploración, explotación y procesamiento de gas natural no asociado al petróleo, así como la petroquímica básica" (Barajas E, en Reforma 150802).

Con las modificaciones al artículo 28 constitucional se garantizaría que la apertura del resto del sector energético vinculado con el petróleo podría ser regulada en las leyes secundarias, para lo cual ya no se requiere la mayoría calificada del Congreso. Esta sería la contra expropiación petrolera de México.

En la práctica ya prolifera la presencia de empresas extranjeras fraudulentas. Sin embargo, es evidente que los asesores extranjeros y los vende patrias incrustados en la administración de Pemex trabajan con celeridad para violentar el orden constitucional. Lo anterior cuenta con la complicidad del charrismo sindical, tanto en la industria petrolera como en la industria eléctrica.

Pero Fox y sus Amigos se equivocan si creen que el pueblo de México aceptará pasivamente el atraco anunciado. La industria petrolera nacionalizada representa el sentimiento arraigado del nacionalismo mexicano. Los trabajadores y el pueblo de México no permitiremos la desnacionalización del petróleo. ¡Primero caerá Fox y su gobierno entreguista!

La movilización social en defensa de la Patria, su patrimonio y sus recursos naturales, debe elevarse de nivel. Tenemos que desafiar a las viejas estructuras de control corporativo.

Adelante petroleros democráticos.

¡Unidos Venceremos!

Plataforma marina de Pemex en el Golfo de México
FOTO: tigerpress


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