Volumen 14, Número 289, julio 13 de 2014
 


La CFE apoyada por soldados



En Jiménez, Chihuahua, una cuadrilla de electricistas de la CFE apoyada por soldados corta la electricidad a pozos agrícolas. Varios ejidos fueron afectados; también el servicio doméstico. ¡Qué vergüenza! Esta es la consecuencia de una política eléctrica antinacional y privatizadora. Con la desnacionalización de Peña Nieto la situación se pondrá peor. Hay que recuperar a la industria eléctrica nacionalizada.



Caseta de peaje en Jiménez, Chihuahua


Soldados contra el pueblo

En los propios contratos colectivos de trabajo se indica (ba) que los trabajadores electricistas podrán ser apoyados por la fuerza pública a efecto de realizar sus labores. Algunas veces ocurrió así, especialmente, en zonas de difícil acceso.

Nunca, sin embargo, la CFE había utilizado al Ejército para realizar sus labores. La excepción ocurrió en situaciones excepcionales. Fue durante la Huelga Eléctrica Nacional de la Tendencia Democrática del SUTERM, que proyectamos para estallarla el 16 de julio de 1976. Esa vez, todas las instalaciones eléctricas del país, excepto en la zona metropolitana, fueron ocupadas por el ejército. En los siguientes días, hubo trastornos y conflictos; las actividades de los esquiroles se realizaban con apoyo de los soldados.

Pero, en condiciones normales de operación, la CFE no se había apoyado en los soldados del ejército federal. Pero, ahora, en plena discusión de la legislación secundaria que termina por desnacionalizar a la industria eléctrica, la CFE y los soldados se manifiestan contra el pueblo.

Cortan electricidad a pozos

Cuadrillas de trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), protegidas por soldados del Ejército Mexicano, cortaron la energía en pozos agrícolas del municipio de Jiménez, en el sur del estado, lo que afectó a comunidades rurales (Breach M., en La Jornada, p.32, 4 julio 2014).

Manuel Márquez, dirigente de la organización Agrodinámica Nacional, informó que las acciones de la CFE contra productores morosos que no han firmado convenios de pago han generado tensión y no descartó que puedan ocurrir enfrentamientos.

Dijo que las cuadrillas cortaron líneas troncales completas, lo que perjudicó a comunidades enteras donde habitan campesinos deudores, pero también usuarios de servicio doméstico que están al corriente con sus pagos.

Márquez comentó que en los ejidos El Torreón y Nuevo Saucillo hubo un conato de violencia cuando los empleados de la paraestatal intentaron cortar la energía y los agricultores, armados con palos, palas y otras herramientas, los encararon a pesar de la presencia de soldados.

Las cuadrillas de la CFE se replegaron y se trasladaron a otros poblados, donde cortaron el servicio en pozos agrícolas.

“Les valió madre todo y tumbaron servicios pagados, domésticos, de todo. Con el calor se va a complicar la situación. Lo grave es que el Ejército ande haciendo esto y ese mismo día (ayer) cuatro personas hayan sido asesinadas en Jiménez. O sea que no están combatiendo a la delincuencia, sino a los campesinos”, se quejó.

El dirigente de la organización Agrodinámica Nacional señaló que por un lado las autoridades dicen que buscan resolver el problema originado por las altas tarifas de electricidad en el campo –lo que motivó el surgimiento de un movimiento de resistencia civil a principios de la década pasada– y por otro ordena cortar el servicio en los pozos agrícolas.

¿Por qué y hasta dónde?

Lo ocurrido en Chihuahua no es cualquier cosa. Es la comprobación del regreso al pasado, cuando las viejas compañías extranjeras operaban con el apoyo armado de los soldados federales. En esa época, el acceso a la electricidad era muy limitado y discriminatorio.

Con la nacionalización de la industria eléctrica la situación cambió radicalmente. Integramos a la industria a nivel nacional, unificamos la frecuencia en una sola y reorganizamos el trabajo en todo el país. Eso permitió el acceso a la electricidad del 98% de la población.

Pero, después de 1976, los gobiernos en turno se dedicaron a destruir sistemáticamente al patrimonio eléctrico de la nación. En 1976 se interrumpió violentamente la nacionalización, en 1992 esta se revirtió iniciándose la privatización furtiva, en 2008 se acordó privatizar todas las fuentes, renovables y no renovables, de energía y, en 2013, Peña Nieto impuso la desnacionalización eléctrica.

Entre otros antecedentes inmediatos, la burocracia corrupta en turno de la CFE puso la facturación eléctrica en manos de contratistas españoles. Y empezaron los problemas, mediante errores, cobros excesivos y abusos que nunca corrigen. Esto es parte de la política eléctrica antinacional. Se trataba de mostrar una “empresa”, siendo industria, incapacitada, inepta y aborrecible.

El objetivo fue logrado. En ciertos sectores de la población la percepción es adversa. Para ello, el gobierno en turno contó con smeítas y perredistas que, en campaña al unísono, terminaron por afirmar un consenso falso que sirvió de pretexto no declarado al gobierno de Peña Nieto: la industria eléctrica fue desnacionalizada y será privatizada, previa descuartización.

La CFE tiene diversas pérdidas contables, algunas reales y otras artificiales. Entre las primeras está la falta de pago DEL MISMO gobierno, pues muchos municipios le deben. Entre las segundas, está el pago de subsidios a cargo de las finanzas de la CFE. En tales condiciones no existe en el mundo ninguna industria que pueda operar correctamente.

Esta indebida política no ha sido creada por los usuarios y menos los domésticos, sino por los gobiernos. Ahora que la industria está en vías de ser privatizada en su totalidad, la agresión cometida en Chihuahua (deban o no deban) es inadmisible pero representa un aviso. Eso es lo que pasará en lo sucesivo. El concepto de servicio público de energía eléctrica no existe más.

¿Qué harán las transnacionales eléctricas? Lo que ahora hace la CFE. El gobierno se verá obligado a proporcionarles los servicios armados del ejército. Si no lo hace, las corporaciones crearán sus propias “guardias blancas”.

El panorama es bochornoso. Cambiarlo es posible. Eso solo se puede hacer re-nacionalizando a la industria eléctrica. Para ello se necesita de la acción organizada a nivel nacional.

Otrora Chihuahua fue un importante bastión de la tendencia Democrática. Hoy mucho ha cambiado regresivamente. Pero en Chihuahua y demás partes del país urge vertebrar a la insurgencia obrera y popular.


Ref: 2014, elektron 14 (228) 1-2, 5 julio 2014, FTE de México.





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