Volumen 14, Número 287, junio 5 de 2014
 


México, fábrica de pobres



10 millones de mexicanos no pueden comprar alimentos básicos, indica el CAM de la UNAM. La canasta alimentaria recomendable cuesta 184.95 pesos y el salario mínimo es de 67.29 pesos. De 1987 a la fecha el poder adquisitivo del salario ha caído 77.79%. Esto significa que no basta tener trabajo para adquirir una adecuada alimentación. El subempleo y desempleo agrava la penuria.


Ínfimo salario mínimo

En una investigación realizada por el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se revela que debido a la pérdida del poder adquisitivo de la población, 10 millones 349 mil 177 trabajadores no pueden comprar la totalidad de los 40 alimentos básicos que integran la canasta alimentaria recomendable (CAR), pues su ingreso no rebasa los dos salarios mínimos diarios (Olivares E., en La Jornada, p.37, 7 marzo 2014).

El reporte advierte que mientras esa remuneración es de 67.29 pesos (en el área geográfica A), el costo diario de la CAR (hasta abril pasado) era de 184.96 pesos, lo que muestra que tener empleo no basta para poder consumir los alimentos básicos, y ante esa merma, tres miembros de una familia deben colaborar con el gasto del hogar para adquirirla.

En la actualidad, 4 millones 435 mil 896 personas perciben un minisalario y 2 millones 127 mil 249 ganan de tres a cinco.

Amplio deterioro salarial

Los investigadores universitarios señalan que de 1987 a la fecha el poder adquisitivo de los mexicanos registra una pérdida de 77.79 por ciento. Mientras hace 27 años se podía adquirir la CAR con sólo cuatro horas y tres minutos de trabajo, actualmente se necesitaría laborar una jornada de 22 horas.

La investigación titulada México: fábrica de pobres, elaborada con datos del cuestionario de precios de productos básicos levantado por el CAM, cuyos resultados se pueden consultar en cam.economia.unam.mx, muestra que se redujo el salario mínimo nominal de más de un millón de empleados en el país, lo que merma aún más su nivel de vida ante la pérdida del poder de compra, causada por el incremento de los precios de los alimentos mayor al de las percepciones.

Desde 1987, el precio diario de la CAR registra un incremento de 4 mil 582 por ciento. Ese año se requerían 3.95 pesos para comprarla, mientras en abril pasado su costo promedio fue de 184.96. Hace 27 años, con un salario mínimo de 6.47 pesos al día se podía comprar una canasta y media, mientras hoy, con ese ingreso las familias sólo pueden adquirir una tercera parte de los productos que la integran.

Los resultados del cuestionario sobre precios de productos básicos en distintos establecimientos demuestran que es en las tiendas de autoservicio donde la CAR resulta más costosa. En mercados y locales aledaños tuvo un precio promedio de 186.35 pesos (un peso 39 centavos más que la media de 184.96 pesos); en tianguis y tiendas el desembolso fue de 172.44 pesos (12.52 pesos más barata), y en supermercados se requerían 195.30 pesos (10.34 más).

Los miembros del CAM indican que desde 1982 ha disminuido el consumo de otros productos básicos, como leche, tortilla, pan, frijol y huevo, por la aplicación de distintas políticas económicas (basadas en el modelo neoliberal).

Por ejemplo, señalan, hace 32 años se podían adquirir 18 litros de leche con un salario mínimo, mientras en la actualidad ese ingreso sólo alcanza para cuatro litros.

En 1982 se compraban 50.9 kilogramos de tortilla con esa percepción, pero en abril pasado ese tipo de ingreso cubría el precio de 5.8 kilogramos. En el caso del frijol, con un mínimo hoy se compran 3.3 kilogramos de los 11 que se adquirían hace tres décadas.

Terrible situación

Lo indicado por el CAM de la UNAN; reportado por E. Olivares, es terrible. Cada vez más mexicanos tenemos dificultades hasta para comer. Los alimentos básicos se pueden adquirir solo con 3 salarios mínimos. Eso quiere decir que las capas con menos de ese salario o sin salario viven en penuria.

Peor es no tener empleo. Y, ante tanto desencanto, ¿por qué no hay reacciones organizadas de lucha? Bueno, alguien que no tiene siquiera posibilidades de comer, menos las puede tener para pensar y organizarse. Y, aquellos trabajadores que tienen salarios elevados, ¿porqué no reaccionan? Por desclasados, carentes de solidaridad. ¿Y, los sindicatos? Vegetando, no hay sindicatos de lucha.

El gobierno en turno habla mucho, hasta premios recibe, pero el manejo económico del país es un desastre. No hay crecimiento económico. Sus propias reformas, que significan la pérdida del patrimonio de la nación, no sirven para el desarrollo económico y social sino apenas para la acumulación privada de capital.

Lo grave es que la “izquierda” se ha reducido al ámbito electorero y ha olvidado su responsabilidad social. Esa “izquierda” prefiere estar uncida al gobierno alejada de las causas sociales.

Con la desnacionalización energética la situación será peor. El mismo Estado perderá su base nacional agravando la pobreza en el país y generalizándola.


Ref: 2014, elektron 14 (179) 1-2, 24 mayo 2014, FTE de México.



Trabajadores acarreados por los charros sindicales el 1º de mayo de 2014





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