Volumen 14, Número 284, abril 30 de 2014
 


Peña sigue mintiendo



Repite como el perico, su discurso es pobre, falso y mentiroso, engaña deliberadamente a la nación. Su objetivo es imponer la privatización energética ofreciendo baratijas a cambio del patrimonio nacional. Una tarifa eléctrica privada siempre será cara pero jamás podrá compararse con el valor de la industria nacionalizada. Esta fue la que permitió el acceso de la población al servicio público de energía eléctrica, mismo que Peña cancela.



Paneles solares


Privatización sucia

¿La electricidad es limpia, como dice Peña Nieto? ¿No es sucia? ¿Sabrá Peña Nieto de qué habla? No, por supuesto, simplemente repite lo que le dice el “apuntador”. ¿Por qué dice que es limpia, sabe qué es la electricidad, de qué está hecha? El licenciado en derecho, por una Universidad patito desconocida, no sabe nada de los electrones, mismos que forman al fluido eléctrico que, en ciertas condiciones, asume la forma de corriente electromagnética.

Los electrones son partículas distinguibles ante el intercambio de partículas y tienen su propia antipartícula pero no son sucias ni limpias. Por tanto, es un absurdo hablar de electricidad sucia o limpia. Sucios o limpios son los energéticos primarios, la energía eléctrica es una forma de energía secundaria. Entre los primeros, mismos que constituyen las materias primas del proceso de trabajo eléctrico, hay un grupo que son muy contaminantes al transformarse mientras otros no lo son tanto. Eso es diferente. Sucios pueden ser los energéticos primarios pero no la electricidad. Con esta rigen otras características como la estabilidad, continuidad y calidad con que se suministra. Eso es precisamente lo que pone en riesgo Peña Nieto con su plan de privatización, para volver a un escenario ominoso que ya se vivió y fue nefasto, por eso su propuesta es SUCIA.

De manera que no hay electricidad sucia o limpia, hay energéticos contaminantes y menos contaminantes; lo que es sucia es la privatización eléctrica, determinada por sus características intrínsecas y sus consecuencias. Entre las primeras está el afán de lucro de las transnacionales y sus socios locales, entre las segundas, el malo y costoso servicio. Con la desnacionalización eléctrica y su privatización, Peña suprimió el concepto de servicio público para sustituirlo por el privado. Eso conducirá a que tal servicio se vuelva más caro que ahora. Peña pone la industria que era de los mexicanos al servicio de la acumulación privada de capital, principalmente transnacional. Esa política no es solamente antinacional sino SUCIA.

¿Eso quiere decir que Peña Miente? Por supuesto. ¿Por qué repite entonces? Por inercia demagógica, no sabe ni lo que dice, en su afán de traicionar a la nación es un mentiroso contumaz.

Proyecto Aura Solar I

En gira por La Paz, BCS, Peña dijo que con la reforma energética se generará electricidad más limpia y barata.

La reforma energética permitirá generar más electricidad a partir de fuentes limpias, renovables y baratas, aseguró el presidente Enrique Peña Nieto (Vargas R.E., en La Jornada, p.13, 27 marzo 2014).

Consideró factible alcanzar antes de 2024 la meta prevista en la Ley General de Cambio Climático de producir con esas fuentes 35 por ciento de la electricidad de México.

Aquí en La Paz, el mandatario federal puso en marcha el proyecto Aura Solar I para generar electricidad mediante paneles solares. Costó 100 millones de dólares y produce 39 megavatios, que vende íntegramente a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

El director de este organismo, Enrique Ochoa Reza, resaltó el uso de tecnologías limpias para la obtención de energía porque es menos contaminante y se obtiene a menor costo.

Peña Nieto secundó en su momento: “hoy en el mundo se da no sólo un amplio debate, sino una competencia para generar inversiones productivas, detonar empleos y generar desarrollo, a partir de ponderar cuáles son las fuentes de energía, y de éstas cuáles tienen menores costos”.

México, indicó, ha entrado a ese esquema innovador de producir energías limpias como una de las posibilidades abiertas por la reforma energética y el trabajo y debate próximos para la aprobación de las leyes secundarias en la materia.

Manipulación con las fuentes renovables

Peña Nieto no desaprovecha oportunidad para hacer propaganda a su política antinacional. Le dijeron que las fuentes renovables de energía son la moda y se dedica a repetir el discurso adornándolo con mentiras. Estas fuentes son una alternativa energética pero su contribución es menor. Ni siquiera son ambiciosas las metas porque el gobierno incluye a la generación hidroeléctrica, cuyos grandes proyectos fueron construidos por la CFE hace tiempo.

A la fecha, hay proyectos a base del viento, agua y radiación solar. Todos estos proyectos son privados, aún antes de la reforma que desnacionalizó a la industria eléctrica. Con esta reforma, TODAS las fuentes renovables quedan sujetas a la privatización.

Peña aprovechó la inauguración de una planta fotovoltaica, a base de radiación solar, para publicitar su reforma privatizadora. Esa planta es privada, opera bajo un permiso de generación obsequiado por la Comisión Reguladora de Energía (CRE), la misma que a diciembre de 2013 había privatizado a la industria eléctrica en 55.2%.

La energía solar es muy interesante y debía utilizarse por la industria nacionalizada, ahora inexistente. Sin embargo, quienes la aprovechan son los privados. Pero no lo hacen porque sus costos sean menores ni porque la vendan más barata. NO, a todo costo de producción los capitales privados adicionan un porcentaje de ganancia. En este caso, la energía generada la venderán a la CFE, la cual revenderá esa energía. Lo mismo hace ahora con la privatización furtiva. El resultado: mayores tarifas para los usuarios, principalmente, domésticos que son la gran mayoría.

A mayor privatización, mayores tarifas eléctricas. Así ha sido desde 1992. Con la privatización generalizada de Peña las tarifas aumentarán. Que haya más participación privada, lo que Peña llama “competencia”, no conduce a reducir precios ni tarifas. Nunca ha sido así en ninguna parte del mundo. El capitalismo jamás opera sin ganancia, si así fuera no habría negocio.

Qué los privados obtengan la energía a menor costo no quiere decir que a ese precio la venda la CFE, como dice quien funge como director de la misma. La CFE cobra menos a los usuarios porque asume un cuantioso subsidio, mismo que traslada a los generadores privados. Ese subsidio, que debía otorgarlo el gobierno, es asumido mayoritariamente con cargo al presupuesto de la CFE, al grado que anualmente opera con pérdidas contables. Ese es el objetivo de Peña: quebrar a la CFE, concitar contra ella el rechazo de los usuarios y favorecer la generación privada.


Ref: 2014, elektron 14 (123) 1-2, 30 marzo 2014, FTE de México.





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