Volumen 14, Número 284, abril 30 de 2014
 


La Semarnat comprada en Cabo Dorado



El “nuevo” proyecto Cabo Dorado, en Los Cabos, BCS, ahora lo presentan inversionistas de Estados Unidos y China. La Semarnat local asegura que no hay daños ambientales y que el proyecto no tiene que ver con los anteriores. Son los mismos terrenos, vendidos entre particulares. Hay nuevos dueños pero el proyecto turístico inmobiliario sigue siendo el mismo y las deficiencias ambientales también.



Cabo Pulmo. Allí se proyecta construir una ciudad turística, el proyecto Cabo dorado


Semarnat vendida

El proyecto turístico inmobiliario Cabo Dorado, que se pretende desarrollar cerca del parque nacional marino de Cabo Pulmo, municipio de Los Cabos, es promovido por inversionistas de Estados Unidos y China y no tiene nada que ver con el proyecto Cabo Cortés (cancelado por el gobierno de Felipe Calderón), informó José Carlos Cota Osuna, delegado de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en Baja California Sur (León R., en La Jornada, p.41, 2 abril 2014).

Explicó que la empresa española Hansa Urbana, promotora de Cabo Cortés, vendió sus terrenos a una compañía china que propone un proyecto con otra densidad de cuartos y diferente infraestructura. Ésta, dijo, presentó su manifestación de impacto ambiental (MIA) con modalidad regional, por lo que será la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (Dgira) la que emita el resolutivo.

Expresó que acaba de iniciar el proceso de evaluación de la MIA y los promotores de Cabo Dorado se deslindaron del proyecto Cabo Cortés, e informaron que su propuesta no incluye marinas ni desaladoras de agua de mar, con lo cual no existe amenaza de que haya interacción entre el desarrollo y el mar.

Tampoco habrá descargas de aguas residuales, ya que toda ésta se tratará y reutilizará con tecnología de punta, agregó.

No obstante, anticipó que el proyecto sí causará polémica porque un grupo ambientalista ya anunció que pedirá una consulta y reunión informativa, lo cual es un ejercicio sano porque todos los proyectos deben ser analizados exhaustivamente y calificados conforme a la ley.

Cota Osuna expresó que son bienvenidos todos los proyectos que cumplan con las normas y obedezcan los lineamientos de la legislación ambiental. “El estado necesita crecer, necesita inversión, generar empleos, pero siempre y cuando los proyectos sean sustentables”, expuso.

Entre las obras proyectadas se consideran nueve hoteles de clase mundial y viviendas para visitantes temporales y residentes, así como varios centros: uno deportivo de alto rendimiento y bienestar, otro de promoción del comercio y la inversión, uno educacional y campus estudiantil, el de intercambio cultural y de interpretación y el de investigación en ciencia y tecnología del Mar de Cortés y desierto de Baja California Sur.

Negociazo privado

La empresa que promueve Cabo Dorado informó en un comunicado que considera una inversión de 3 mil 600 millones de dólares, la generación de 18 mil empleos directos e indirectos y una derrama económica potencial anualizada de 900 millones de dólares.

Resaltó que el eje rector del proyecto es la preservación y cuidado ambiental de la zona, en particular del parque nacional de Cabo Pulmo. Garantizó que el desarrollo no tendrá injerencia alguna sobre el medio marino, pues todas sus obras se realizarían en tierra, respetando los límites de la zona federal marítimo terrestre.

Cabo Dorado, precisó, es un proyecto de La Rivera Desarrollos BCS, una coinversión de las empresas Glorious Earth Group y Beijing Sansong International Trade Group, de Estados Unidos y China, respectivamente.

Mencionó que en el proyecto participará la compañía china State Construction Engineering Corporation, líder global en infraestructura y construcción, que tiene entre sus proyectos el desarrollo de energías alternativas y sustentables.

Respecto al abastecimiento de agua, informó que hay reserva suficiente en tres pozos cuyas licencias de concesión fueron otorgadas por la Comisión Nacional del Agua.

Gobierno vendido

El caso se está convirtiendo rápidamente en otro atraco, basado en las mentiras de los inversionistas y de las autoridades ambientales mexicanas. Ahora salen con que el proyecto no es repetición de los anteriores sino “nuevo”. ¿Qué tiene de nuevo? A los dueños, ahora gringos y chinos asociados que compraron los terrenos a los españoles. Los terrenos son los mismos, ubicados en el mismo lugar. Dicen que la infraestructura y densidad de cuartos es diferente. Esa diferencia no es relevante habida cuenta que insisten en un proyecto de gran magnitud que cambiará radicalmente hasta el paisaje.

La Semarnat, a nivel local, considera como gran novedad que los inversionistas presentan ahora la manifestación de impacto ambiental (MIA) “con modalidad regional”, por lo que será la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (Dgira) la que emita el resolutivo. La maniobra es obvia. Esa dependencia está en vías de ser “comprada” o ya fue comprada. Por supuesto, incumple su deber con la nación.

Esa dependencia informó que los promotores de Cabo Dorado “se deslindaron” del proyecto Cabo Cortés. Y, ¿eso qué? Con deslindarse no cambia en nada la situación. Se deslindan porque son nuevos dueños que, sin embargo, promueven los mismos daños. Los inversionistas y autoridades de la Semarnat local pretenden engañar a la sociedad mexicana en su conjunto.

Por lo demás, Cabo dorado no es solo de BCS es, ante todo, de la nación. Algunos grupos han planteado que se haga una consulta y reunión informativa. La información es procedente, también la discusión colectiva. Pero la consulta es irrelevante. ¿Quiénes decidirían y qué garantía habría de una decisión correcta?

La decisión no puede ser solamente local, la lucha tampoco puede reducirse a la consulta.

Mientras, la Conagua ya autorizó a los privados la licencia de concesión de pozos para el abastecimiento de agua. Esto es, proceden al margen de cualquier consulta. Así lo harían si hubiera consulta, procederían tramposamente para legitimar sus fechorías.

Es necesaria la lucha social independiente en BCS y en el país. El gobierno es traidor y está con el capital. Nada bueno puede esperarse. Hay que combatirlo con organización, con programa y con independencia política.


Ref: 2014, elektron 14 (138) 1-2, 13 abril 2014, FTE de México.





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