Volumen 14, Número 282, marzo 26 de 2014
 


Los amigos de Peña



Sus asesores en materia energética son falsos expertos. Sus promotores están peor. Uno de éstos es Amado Yáñez, dueño y defraudador de Oceanografía, ligado a Fox y familia. Los gastos de la campaña presidencial de Peña fueron excedidos. ¿Quiénes cooperaron? Las transnacionales, sus filiales, prestanombres y contratistas. A cambio, les entregó el patrimonio de la nación desnacionalizando a las industrias petrolera y eléctrica.



Oceanografía, contratista defraudador de Pemex FOTO: Reuters


Qué bonita familia

La empresa Oceanografía, encabezada por Amado Yáñez Osuna, también fue promotora de la reforma energética, como lo reproduce en su página oficial la principal proveedora de servicios a Petróleos Mexicanos (Pemex) (Rodríguez I., en La Jornada, p.11, 11 marzo 2014).

En su blog, la empresa investigada por fraude y lavado de dinero, entre otros ilícitos, reproduce declaraciones de Yáñez Osuna, presidente de la empresa contratista de Pemex Exploración y Producción (PEP) y sobre quien pesa una orden de presentación, girada por la Procuraduría General de la República (PGR).

Hombre de pocas palabras y de contadas apariciones públicas, declaró: “Nos urge tener una reforma energética para poder crecer como industria y como país; es necesaria”. Más aún, toda la apertura que se pueda lograr en el sector es bienvenida, ya sea en exploración y producción o en la parte industrial.

En una entrevista realizada por un diario de circulación nacional el pasado 27 de noviembre, días antes de que se aprobara la apertura del sector energético, considerada como estratégica en los países desarrollados, Amado Yáñez expuso: “Con la reforma vendrán nuevas empresas petroleras, grandes y medianas, a las cuales las compañías mexicanas deberán ofrecer sus servicios y, en algunos casos, hacer alianzas entre prestadoras de servicios, con la ventaja de que existe el suficiente recurso humano para hacerlo”.

“Aprovechar oportunidades”

Puntualizó que “el tiempo apremia en la reforma energética; se necesita implementarla lo antes posible para poder aprovechar las oportunidades.

“Es una de las reformas críticas del país. En cuanto se apruebe e implemente, va a ayudar mucho, va a haber tanto trabajo que las empresas mexicanas no van a poder abarcar todo; va a venir mercado extranjero.”

Habrá empresas, dijo, que estén listas para enfrentar la apertura y otras que no, pero por lo pronto Oceanografía está analizando en qué rubros puede participar en solitario o en alianza con alguien más.

“Nosotros estamos más en el área de infraestructura, construcción y mantenimiento, y el enfoque sería el de apoyar a las empresas que vienen a crear su propia infraestructura”, indicó. “Va a ser un reto para todo el sector y todos estamos listos para enfrentarlo”.

En ese entonces, Yáñez Osuna dijo que Oceanografía (empresa acusada de un fraude por 360 millones de dólares contra Banamex, además de un presunto fraude en contra del Instituto Mexicano del Seguro Social y del Infonavit) ya se prepara para la apertura, lo hace revisando los activos que tiene, los que están disponibles o los que estarán listos pronto; negocia con otras compañías y con los banqueros que podrían apoyar un mayor crecimiento, y también analiza posibles alianzas.

“Nosotros no queremos ser un facilitador, (sino) una sociedad que pueda apoyarse en lo que se pueda aportar (...) No producimos tecnología o muy poca, entonces las sociedades que podemos armar son para traerla, con experiencias y crear nuevas sociedades con capital humano y activos”, concluyó.

Vendrá el fraude en gran escala

“Facilitador”, eso es Peña Nieto. “Facilitador” del fraude y del robo. Claro que Yáñez es un pez relativamente chico, grandes son las transnacionales a las que Peña “facilita” la apropiación privada de los bienes de la nación.

El caso Oceanografía es un ejemplo de la “facilidad” con que empresarios se apropian, vía el contratismo con Pemex, de funciones y recursos. Y esos son los promotores de la reforma desnacionalizadora de Peña. “Nos urge tener una reforma energética”, decía Yánez. ¿Para qué? ¿Para seguir saqueando y defraudando a la petrolera mexicana?

El amigo de Peña era su promotor porque se benefició a manos llenas. Seguramente, también aportó dinero a la campaña presidencial, no por casualidad Peña excedió sus gastos. Ese tipo de empresarios y políticos saben bien que se trata de inversiones que después retornan con creces.

“Vendrán nuevas empresas petroleras” con las que se podrá hacer “alianzas entre prestadores de servicios”, expresaba Yáñez. Eso es lo que pretende Peña. Y sí, vendrán transnacionales, se apoderarán de los recursos de hidrocarburos y se servirán de multitud de contratistas.

Hoy, el gobierno simula persecución contra el contratista defraudador. Pero el señor sigue desaparecido. Finalmente, el gobierno ha intervenido a Oceanografía y hasta podría venderla para recuperar algo. Eso, sin embargo, NO quita al contratismo ni mucho menos. La política antinacional de Peña está basada, precisamente, en el contratismo de todo tipo, no solo de servicios sino de producción petrolera compartida.

“Va a haber tanto trabajo que las empresas mexicanas no van a poder abarcar todo”. Ese discurso de Yánez es el mismo de Peña. Cientos de veces ha dicho, sin sustentar sus afirmaciones. Le faltó decir al prófugo que también bajarán los precios del gas y de la electricidad.

Como Oceanografía, en Pemex pululan más de 10 mil contratistas que aumentarán con la desnacionalización de Peña Nieto. “Oceanografía está analizando en qué rubros puede participar”, decía Yánez. Eso mismo están pensando los demás contratistas y nuevos político-empresarios metidos de petroleros en alianza con las transnacionales.

Yánez se aprestaba a “negociar con otras compañías y con los banqueros”. Se sentía muy seguro y se excedió defraudando a Pemex para lavar dinero con Banamex. El gobierno aparentó intervenir para luego congelar hasta la información. “Queremos ser un facilitador”, reiteró Yáñez. Qué manera de “facilitar” las cosas, enriqueciéndose con el patrimonio de Pemex.

Lo mismo hace Peña pero en alta escala, con el patrimonio energético de la nación, constituido por las funciones estratégicas, los recursos naturales, la renta petrolera y la infraestructura física. Peña y sus amigos son “facilitadores” del capital para su acumulación voraz. Yáñez es su promotor y co-patrocinador. No es el único, hay (y habrá) más.


Ref: 2014, elektron 14 (111) 1-2, 22 marzo 2014, FTE de México.





Esta página es construida por trabajadores del sector energía. La información contenida puede citarse total o parcialmente, mencionando la fuente.