Volumen 14, Número 280, 28 febrero de 2014
 


Desestabilización en Venezuela



El imperialismo norteamericano está detrás de los intentos golpistas contra el gobierno de Maduro. Se producen marchas encontradas con saldo violento. Hay fuerte crisis económica y social. Los petroleros de PDVSA marchan en apoyo a la revolución bolivariana. En México se planeó la conspiración, denuncia el gobierno venezolano. Obama ataca en Toluca, Peña Nieto calla. ¡Hay que impedir el golpe fascista!


Propaganda de guerra

No es la primera vez que los medios internacionales intervienen directamente contra una nación. Eso, para el imperialismo es una receta. Mentiras, repetición de mentiras, montaje de imágenes y todo el manejo mediático posible, se está practicando esta vez contra Venezuela.

La intención es obvia: crear en la comunidad mundial la percepción maniquea de que en Venezuela hay una situación ingobernable próxima a la guerra civil, el gobierno en turno es una dictadura represiva y el pobre pueblo está luchando en las calles siendo asesinado.

Con la repetición enfermiza de las imágenes, las informaciones deliberadamente parceladas y los análisis tergiversados, no solamente se produce una percepción incompleta e, incluso, errónea sino una animadversión contra el gobierno bolivariano.

En Venezuela está en marcha un serio proceso desestabilizador del imperialismo, comandado personalmente por Barack Obama. El gobierno norteamericano siempre lo niega pero sus hechos son explícitos. Baste señalar que la cumbre Estados Unidos, Canadá y México, realizada hace apenas unos días en Toluca, México, le sirvió a Obama para lanzarse furioso contra Venezuela, sin ser tema de la agenda.

¿De qué se trata, qué se pretende? En principio, presentar al gobierno de Maduro como incapaz de controlar la violencia, por cierto, auspiciada por la derecha opositora pro yanqui. Luego, vendría el derrocamiento de Maduro, más violencia y la sustitución por un gobierno pro norteamericano.

Este guión no es lejano, es el modelo típico de los gringos. Su odio a la Revolución bolivariana no es de ahora sino de siempre. Lo mimo intentaron contra Chávez en 2002, ahora es la reedición 2014. Todo ocurre a través de una oposición minoritaria que ha perdido todos los procesos electorales pero está apoyada por las fuerzas más retrógradas de dentro y fuera de Venezuela, con acciones violentas asesinas.

Quieren invadir a Venezuela

Las agencias internacionales de noticias han venido dando cuenta de la gravedad de los hechos. El imperialismo norteamericano no oculta sus propósitos, los declara abiertamente. McCain es un senador republicano pero no se distingue políticamente del “demócrata” Obama.

“Hay que estar preparados con una fuerza militar para entrar y otorgar la paz en Venezuela y, sobre todo, garantizar y proteger el flujo petrolero hacia Estados Unidos, cuidando esos recursos estratégicos y velando por nuestros intereses globales”, aseveró hoy el senador estadunidense republicano John McCain, al referirse a la situación que vive el país sudamericano (AFP, Xinhua, en La Jornada, p.3, 19 febrero 2014).

En entrevista con la televisora NBC, el representante por Arizona también sugirió “buscar el apoyo de países aliados de Estados Unidos en la región”, entre los que identificó a Colombia, Chile y Perú, para, dijo, que una fuerza militar pueda impedir que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, “destruya los derechos e intereses de Estados Unidos”.

Al instar al gobierno del presidente Barack Obama a enviar fuerzas militares a Venezuela, McCain sugirió movilizar una flota de buques que Estados Unidos tiene en la región.

McCain fue entrevistado además por CNN, que le preguntó si Estados Unidos respalda al opositor Leopoldo López, quien negoció su entrega a la justicia venezolana tras conocer el gobierno de Maduro un complot para matarlo. La televisora destacó que López tiene “nexos con Estados Unidos” y es un economista egresado de la Universidad Harvard.

McCain respondió que Estados Unidos apoya a la gente que se rebela contra la opresión, la corrupción y la persecución a la prensa libre. Agregó que los venezolanos están “hartos del socialismo” y del mal gobierno; declaró que el fallecido presidente Hugo Chávez “se salía con la suya”, a diferencia de Maduro, quien, aseguró, ya no controla el descontento con el desabasto, así como una situación económica y social cada vez peor.

El secretario de Estado, John Kerry, declaró que Estados Unidos está “profundamente preocupado” por las “crecientes tensiones” en Venezuela, particularmente “por los reportes de que el gobierno de Maduro ha arrestado a varios manifestantes pacíficos”.

La vocera, Jen Psaki, dijo que Estados Unidos evalúa “tomar acciones” contra Venezuela por haber expulsado a tres de sus diplomáticos, a los que el propio Maduro acusó de que, con el pretexto de ofrecer visas, buscaba reclutar estudiantes venezolanos para generar disturbios. “¡Qué se vayan a conspirar a Washington!”, dijo Maduro al informar sobre la expulsión, en cadena nacional por radio y televisión.

Washington ha reiterado que los diplomáticos, que ocupaban cargos de segundos secretarios de la embajada estadunidense y dos de ellos fungían como vicecónsules, realizaban actividades de difusión sobre visas estudiantiles para Estados Unidos.

“Hemos visto muchas veces que el gobierno venezolano intenta distraer de sus propias acciones culpando a Estados Unidos u otros miembros de la comunidad internacional por hechos en Venezuela”, dijo Psaki. ¡Pobrecitos!

Estados Unidos y Venezuela carecen de embajadores desde 2010.

Petroleros apoyan a Maduro

Miles de trabajadores y pueblo en general caminaron desde la céntrica Plaza de Venezuela hasta el Palacio de Miraflores en el centro de esta capital (Caracas) en respaldo al gobierno (en Cubadebate, 18 febrero 2014).

En declaraciones a Prensa Latina, Amelia Menéndez, trabajadora de Petróleos de Venezuela-Gas en el estado de Zulia, señaló que, para ella, era un orgullo estar presente en la marcha por que era una forma de demostrar que los venezolanos están rodilla en tierra con su gobierno y “nadie acabará con esta revolución”.

Uno de los jóvenes que se preparan para trabajar en la Faja Petrolífera del Orinoco, manifestó que lo visto hoy tiene que llamar a la reflexión “a estos bandos de locos fascistas que lo que quieren es chupar el petróleo de Venezuela y poco les importa este pueblo que (Hugo) Chávez dignificó”.

Por otra parte, antes de llegar a Miraflores, le preguntamos a Edgar Faria su opinión acerca de los hechos violentos ocurridos en estos días en el país y dijo: “yo no soy petrolero, pero soy venezolano, y rechazo los actos violentos, la injerencia gringa y a los vendepatrias que quieren entregar este país”.

Mientras, sectores de la derecha venezolana se congregaron en la Plaza de Chacaito, convocados por el dirigente de la derecha venezolana Leopoldo López, coordinador nacional de la organización opositora Voluntad Popular, quien finalmente quedó en manos de la justicia venezolana.

Les urge el petróleo

Las razones del imperialismo son muy sencillas: quieren el petróleo para sí dondequiera que esté. Venezuela posee reservas muy importantes y los gringos consideran que son suyas y deben apropiárselas. Para lograrlo, estarían dispuestos a derrocar al gobierno, si es necesario asesinar a Maduro y ahogar en sangre a la Revolución bolivariana. El imperialismo no sabe de paz ni de protocolos ni mucho menos; su accionar se basa en la violencia asesina. Eso es lo que está ocurriendo en Venezuela.

En el país sudamericano hay un serio clima de provocación en una nueva fase. Como la oposición ha sido derrotada sistemáticamente con la propia “democracia” de sus amos, perdiendo todos los procesos electorales, acude a la provocación para desestabilizar al gobierno.

Hace tiempo que la economía nacional sufre serio deterioro, la burguesía local ha desafiado al Estado y a la nación provocando escasez artificial de productos básicos, ha boicoteado el transporte interno de los mismos, participa de la especulación monetaria y sabotea los programas sociales.

Esa burguesía sumisa al imperialismo también patrocina a grupos de sicarios y manipula diversos sectores sociales, como el estudiantil. La oposición, sin embargo, es minoritaria, por eso ha perdido todos los procesos electorales. Pero los medios reflejan lo contrario en un manejo maniqueo de buenos y malos. Por supuesto, el gobierno bolivariano es el malo, la oposición asesina es de “angelitos”.

El imperialismo está moviendo activamente sus piezas, desde los medios y redes sociales, hasta peloteros de béisbol y partidos aliados, como el PAN en México. Aquí se fraguaron los planes conspirativos, ha dicho Maduro y lo ha negado su embajador en México. Este pusilánime ha de ser de la oposición venezolana.

En este escenario, la marcha del 18 de febrero realizada en Venezuela, encabezada por los petroleros de PDVSA, tiene una alta importancia. Otra vez se demuestra que la revolución bolivariana tiene un fuerte respaldo social. No es, sin embargo, suficiente. Hacen faltas iniciativas políticas, entre otras, la unificación sindical en UNA sola organización nacional estructurada por 20 sindicatos nacionales de industria. Hoy, la división sindical, la confusión política, la dispersión de las fuerzas sigue siendo característica indeseable. En esta perspectiva, es crucial fortalecer al frente internacional. La revolución debe defenderse. Hay que destituir a los embajadores traidores, expropiar al capital, nacionalizar el transporte de carga, así como al comercio, la banca y las finanzas. Los medios del imperialismo deben ser expulsados de inmediato. Los conspiradores deben ser detenidos evitando que infiltren a las fuerzas armadas. Todos debemos apoyar con la solidaridad internacional.


Ref: 2014, elektron 14 (69) 1-4, 20 febrero 2014, FTE de México.



Demostración en Caracas de apoyo a la revolución bolivariana FOTO: Xinhua



Manifestación de opositores en Venezuela FOTO: Reuters



Petroleros de PDVSA en apoyo a la revolución FOTO: Cubadebate





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