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MEXICO
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PERIODICO DEL FRENTE DE TRABAJADORES DE LA ENERGIA DE MEXICO
 Vol. 2, No.28         Agosto 28 de 2002
No, a reforma laboral

Detengamos las reformas neoliberales al Artículo 123 Constitucional y a la Ley Federal del Trabajo.

 

Para el gobierno, las cúpulas patronales y de las burocracias sindicales y partidistas, la reforma laboral es “inminente e inevitable”. Para unos, lo es por ser mandato del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial; para otros, porque lo único “posible” es negociar posiciones que les permitan sobrevivir aunque se sacrifiquen los derechos fundamentales de los trabajadores.

El objetivo que persiguen estas reformas, al igual que todas las realizadas en Europa y Latinoamérica en años recientes, es intensificar la explotación de la fuerza de trabajo introduciendo criterios productivistas a costa de los derechos y conquistas de los trabajadores.

Muchos de los aspectos que se pretenden incorporar en una nueva legislación laboral son ya una realidad en las relaciones obrero-patronales. Durante veinte años se han destruido contratos colectivos sustituyéndolos por relaciones contractuales por debajo de lo que establece el Artículo 123 Constitucional y la Ley Federal del Trabajo. Es el caso de los nuevos modelos de contratación colectiva en empresas como Teléfonos de México, la Volkswagen, en sector educativo, las maquilas y amplios sectores de trabajadores subcontratados.

El empleo precario se ha generalizado en los grandes comercios, industrias y servicios extendiéndose al sector agropecuario, así como en pequeñas y medianas empresas.

Sistemáticamente se ha violado la legislación laboral vigente al anular la estabilidad en el empleo, no respetarse el salario mínimo constitucional y sustituir parte sustancial de los salarios por bonos o primas de productividad. Ilegalmente, también, se han introducido criterios de polivalencia y flexibilidad destruyendo el concepto de puesto de trabajo y eliminando las categorías y ascensos escalafonarios conquistados por los trabajadores a lo largo de años de lucha.

En un nuevo intento de legalizar las violaciones a las leyes laborales y establecer un marco legal que permita profundizar el modelo neoliberal, el secretario del trabajo Carlos Abascal constituyó hace varios meses, la Mesa Central de Decisión sobre la Reforma Laboral en la cual el gobierno, las cúpulas patronales y los dirigentes corporativos del Congreso del Trabajo elaboraron su proyecto de reforma laboral.

La Unión nacional de Trabajadores (UNT) por su parte, una vez marginada de la mesa de decisión, presentó su proyecto de reforma laboral mientras que el Partido de la Revolución Democrática (PRD) desempolvó su proyecto que hace cuatro años fue rechazado por los sindicalistas de ese partido.

Estas propuestas de reforma a la legislación laboral han sido elaboradas al margen de los trabajadores, en las oficinas del gobierno, en las oficinas patronales, en los espacios cerrados de las burocracias sindicales y partidistas. Y ahí, donde se ha puesto a discusión entre los trabajadores, éstos se han manifestado por rechazar el nuevo intento de reforma laboral. Lo mismo ha ocurrido en congresos y asambleas, como es el caso del XXI Congreso del STUNAM, el SITUAM, el SME, la Asociación Sindical de Trabajadores del Instituto de Vivienda. Así también, en los foros organizados por el Consejo Laboral Sindical, por la Universidad Obrera de México, por el centro de estudios SEMPO y otras organizaciones sindicales.

Frente a esta situación un conjunto de organizaciones sindicales, abogados, intelectuales y activistas sindicales, convocamos a la realización de la Segunda Asamblea Nacional de Trabajadores (ANT), para el próximo 28 de septiembre en la Ciudad de México, que tendrá como objetivo impulsar la lucha por el cumplimiento de la legislación laboral vigente y por rechazar cualquier intento de modificación.

Hace cuatro años, cuando Ernesto Zedillo intentó modificar la Ley Federal del Trabajo, también se escucharon voces diciendo que era imposible detener las reformas neoliberales a la legislación laboral. Pero nos organizamos en la primera ANT; sindicatos, sindicalistas y trabajadores en general realizamos movilizaciones que jugaron un papel importante para echar abajo aquellos intentos de reforma.

Como parte de las actividades tendientes a detener la reforma laboral y de convocatoria a la Segunda ANT, tenemos programadas una serie de acciones que van desde mítines en centros de trabajo, concentraciones en las oficinas de los partidos políticos y centrales sindicales exigiendo que retiren sus proyectos de reforma, una marcha el 1º. de septiembre al Congreso de la Unión y recorridos por todos los estados del país, impulsando la resistencia organizada de todos los trabajadores del país.

12 de agosto de 2002,

Comisión Organizadora de la Segunda Asamblea Nacional de Trabajadores.


 C O N T A C T O 

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