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MEXICO
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PERIODICO DEL FRENTE DE TRABAJADORES DE LA ENERGIA DE MEXICO
 Vol. 2, No.28         Agosto 28 de 2002
¡No Privatización!

El PRD no avalará cambios constitucionales. Sectores de priístas se inconforman. Algunos empresarios no están tan seguros. Los charros sindicales tiemblan. Fox no tiene mayoría en el Congreso, está perdido dedicado a la corrupción. Los trabajadores y pueblo de México no daremos un paso atrás. ¡Abajo la propuesta privatizadora de Fox!

 

El Partido de la Revolución Democrática (PRD) se ha manifestado claramente en contra de la propuesta privatizadora de Fox.

Martí Batres, coordinador de la diputación priísta ha dicho que esa propuesta será rechazada en el Senado. Rosario Robles, presidenta del PRD ha reiterado el rechazo del partido a la privatización, independientemente de insistir en su errónea propuesta de reformas a la legislación secundaria. López Obrador ha sido más enérgico.

En el PRI importantes sectores se han manifestado en contra de la propuesta privatizadora. “Fox busca engañar con su plan de reforma eléctrica” ha dicho el senador Manuel Bartllet, indicando que aunque afirma lo contrario Fox lo que quiere es privatizar a la industria eléctrica.

"Se trata de un proyecto tramposo, antimexicano, que no tiene posibilidad de aprobarse en el Congreso, pero en el que Fox insiste, seguramente para acallar las presiones de Bush y de los dueños de los consorcios petroleros y eléctricos que financiaron su campaña electoral" señaló el senador Oscar Canton Zetina

A través de Elba Esther Gordillo y Roberto Madrazo, Fox pretende dividir al PRI. En éste, algunos sectores importantes se han interesado pero hay otros rechazan tales pretensiones. Es el caso de los legisladores, principalmente senadores. Si Roberto insiste en su política de favorecer la privatización, “sería su suicidio político” dijo el senador Roque Villanueva. Por lo demás, han dejado claro que podrá haber las reuniones que se quieran, pero la reforma eléctrica se decidirá en el Congreso no en la casa presidencial.

Salvo 3-4 proclives a la privatización, la mayoría de los senadores priístas de ha manifestado en contra cualquier pretensión de modificación constitucional en materia energética.

Los priístas que se oponen a la privatización han señalado que "Lo que ahora sigue es una fuerte campaña publicitaria para continuar con la mentira y la falacia de que su proyecto no va encaminado a entregar a transnacionales la industria mexicana de la electricidad" El propio Bartllet ha aclarado que el planteamiento de crear un mercado paralelo significaría el desmantelamiento de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ya que le quitarían a los grandes consumidores. Peor sería el caso de Luz y Fuerza del Centro (LFC).

Varios empresarios han expresado sus dudas, no están seguros de que la iniciativa foxista sea aprobada. No es que estén en desacuerdo, ellos serían los principales beneficiarios de la privatización. Pero saben que Fox no tiene consenso, ni argumentos ni política propia. Se trata de un gobierno indiscutiblemente empresarial pero la lógica de los grandes capitalistas es muy pragmática.

Los charros sindicales están temblando aunque aparenten lo contrario tratando de minimizar los “acuerdos” de Madrazo con Fox. Hasta ahora, los charros del SUTERM han sido beneficiados con la privatización eléctrica furtiva. El propio proyecto foxista podría mantenerlos en la cúpula de la mafia sindical otorgándoles la titularidad de los nuevos contratos colectivos de trabajo en la industria eléctrica privada, como ocurre actualmente. Sin embargo, tienen un conflicto de intereses con su propio partido, y no ignoran que la destrucción de la industria nacionalizada los incluye.

La posición política del PRI y del PRD es importante porque juntos constituyen mayoría en el Senado. Los legisladores del PAN son segunda minoría, necesitan aliarse con el PRI mediante opacas negociaciones, con el PRD (tercera minoría) no sería suficiente.

Fox procede de manera “tramposa” confundiendo a la opinión pública y a ciertos priístas, pactando indebidos negocios. Sin embargo, la situación no le es favorable.

Por una parte, los trabajadores y el pueblo de México estamos en total desacuerdo con cualquier privatización eléctrica. Por otra parte, para que haya modificaciones constitucionales se requiere de una mayoría calificada en el Congreso de las dos terceras partes (2/3). Fox no tiene mayoría, requeriría “comprar” a todos los senadores del PRI (50). No es imposible, pero sí difícil y, en ese caso, el PRI asumiría un costo político superlativo e innecesario.

Por supuesto, son posibles acuerdos para un Plan B. En este caso, no se aprobaría ninguna modificación constitucional pero sí reformas a la legislación secundaria que permitan la participación privada en términos “aceptables” para las transnacionales a las que sirve Fox. En ese contexto, PAN, PRI y PRD tienen “muchas” coincidencias.

Lo importante, en todo caso, es la posición de los trabajadores y pueblo de México. Movilizados en las calles del país una sola es nuestra consigna:

¡Abajo Fox y su gobierno!

¡No privatización eléctrica,...
en ninguna de sus modalidades!


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