Volumen 14, Número 278, 30 enero de 2014
 


Producción petrolera a la baja



Según la Comisión Nacional de Hidrocarburos, la producción nacional de petróleo ha caído una cuarta parte entre 2004 y 2013. El caso más relevante es Cantarell que en 2004 llegó a un pico de producción y, desde entonces, se encuentra en declive. El gobierno no explica las causas, solo reporta datos descontextualizados. El declive se debe a la irracional explotación petrolera que, lejos de ser modificada, se reafirma con la desnacionalización energética. La argumentación oficial es superficial.


Declive de Cantarell

Entre 2004 y el cierre de 2013 la producción nacional de petróleo crudo se redujo en más de una cuarta parte, al caer de una extracción de 3 millones 383 mil barriles diarios en promedio, a 2 millones 523 mil barriles, la cifra más baja en el periodo, revelan cifras preliminares de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) (Cardoso V., en La Jornada, p.21, 10 enero 2013).

Según datos del organismo regulador, el caso más drástico es el desplome en el campo Akal, perteneciente al yacimiento Cantarell, cuya producción bajó de 2 millones 38 mil a 203 mil barriles al día. Esto representa que actualmente de ese campo se extraen sólo dos de cada 10 toneles de los que se producían hace 10 años.

Los campos que conforman el yacimiento Cantarell, que llegaron a producir 2 millones 125 mil barriles por día en 2004, bajaron su producción de manera que al cierre de diciembre de 2013 Petróleos Mexicanos (Pemex) sólo extrae 382 mil. Con los niveles de producción de 2004, Cantarell se ubicó entre los cinco yacimientos más grandes del mundo en la historia de la industria petrolera.

Según las cifras preliminares divulgadas por la CNH, el año pasado la producción de crudo sufrió una baja de uno por ciento respecto a un año antes. De un año a otro se observa que la producción de Cantarell declinó 5.6 por ciento; la de Chicontepec, uno de los yacimientos de más difícil producción, bajó 2.4; la extracción en los pozos localizados en el litoral de Tabasco se redujo 6.4, mientras en la Región Sur la caída fue de 5.5 por ciento.

Depredación petrolera

Los datos de la CNH son simplistas porque no indican las causas del declive en la producción, las que deliberadamente omite. Más aún, sus cálculos son ficticios. Habla de pérdidas en la producción petrolera, tomando como base los 3 millones 383 mil barriles diarios producidos en 2004 y los compara con los 2 millones 253 mil barriles diarios en 2013. La CNH toma la diferencia y saca el porcentaje, la producción actual es 25% menos. Eso es hipotético porque 2004 fue, pero ya no es real; por tanto, no puede ser referencia de política sino, acaso, apenas estadísticamente. Lo que la CNH y el gobierno hacen es presentar un escenario catastrofista para impulsar una política productivista simple carente de sentido.

En 2004 se llegó a un pico en la producción de petróleo crudo en México que afectó no solo a Cantarell sino a otros activos más incluyendo a Ku-Maloob-Zaap.

Ese declive fue el resultado de la política petrolera antinacional seguida neciamente por los gobiernos en turno. Inyectaron nitrógeno para favorecer la extracción rápida y cuantiosa de crudo. El resultado: quebraron al yacimiento. El gas asociado fue contaminado y desperdiciado pues una parte se quemó en la atmósfera sin que la otra se hubiese procesado. La consecuencia era obvia: cayó la producción. Mientras, se dilapidaron millones de barriles de petróleo crudo sin reponer debidamente a las reservas.

Desde 2004 el declive es sostenido y así seguirá hasta el agotamiento definitivo. No obstante, el gobierno de Peña Nieto sigue la misma nefasta política, corregida y aumentada, consistente en extraer más petróleo. El FTE ha reiterado que el país NO necesita producir ni siquiera el actual nivel pues NO se requiere por la demanda interna. ¿Para que quiere Peña Nieto que se produzca más petróleo? Para exportarlo, principalmente, a los Estados Unidos. Esa política es lesiva ala nación.

Pero, además, ¿dónde están los descubrimientos relevantes? ¡No existen! Los “vastos” recursos en que se basa el gobierno para atropellar a la nación son los llamados “recursos prospectivos”, es decir, “no descubiertos”. ¿Los descubrirán las transnacionales, aumentará la producción por decreto o se dilapidarán las limitadas reservas probadas?

Con la reforma energética constitucional que desnacionalizó a la industria petrolera (y a la eléctrica) vendrá una verdadera depredación petrolera, con todas sus consecuencias ambientales y económicas. Si se llega a producir más petróleo, una importante proporción NO será para México sino para las transnacionales con las que se compartiría la producción. Del petróleo exportado, una parte sería para el país el resto será para las corporaciones.

La desnacionalización energética constituye la política más nociva para la nación. Ni habrá beneficios económicos ni se utilizará racionalmente a los hidrocarburos.

La desnacionalización debe ser revertida, mediante la lucha social del pueblo de México. Ni siquiera debiera haber legislación secundaria.


Ref: 2014, elektron 14 (23) 1-2, 13 enero 2014, FTE de México.







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