Volumen 14, Número 277, enero 7 de 2014
 


Mancera desaloja a maestros



Apoyados con trascabos y carros de volteo, la policía de granaderos del GDF desalojó a los maestros de la CNTE del campamento en el monumento a la Revolución. Ese es el “diálogo” de Mancerita, pequeño politiquillo “perredista-priísta” que vulnera la libre manifestación en una plaza pública.


¡Fuera Mancera del GDF!

No estaban en el campamento los miles de maestros de hace algunos meses, había una representación simbólica. La mayoría había regresado a sus escuelas para reanudar labores después de una prolongada huelga. Pero aunque hubiera estado solo 1 (uno), Mancera NO tiene ningún derecho para desalojar a nadie. La Plaza de la República es una plaza pública. Valiente politiquillo es Mancerita que utiliza a la fuerza pública para reprimir la protesta social y, luego, declara que fue “en cumplimiento de los acuerdos” con los maestros.

Los maestros llevan casi cuatro meses en ese lugar, padeciendo las inclemencias del tiempo, viviendo literalmente en la calle, durmiendo en el suelo, sin sanitarios ni agua. No están allí por gusto sino por la cerrazón del gobierno federal. La protesta es motivada por la reforma educativa antilaboral. ¿Acaso no lo sabe Mancera? Lo sabe pero su función es “hacerle el juegos sucio” a Peña Nieto, como su simple empleadillo.

Ahora, 450 granaderos llegaron y atropellaron a los maestros. De inmediato entraron a las casas de campaña y las destruyeron. Con ellos iban visitadores de la Comisión de Derechos Humanos del D.F. ¿Para qué? Para el cumplimiento de una misión hipócrita, avalando la falta de respeto al magisterio.
Mancera y compinches vulneran el derecho a la libre manifestación. Ni Mancera ni Serrano tienen facultades pata transgredir los derechos sociales fundamentales.

Agresión y ofensa a maestros

A las 13 horas los uniformados iniciaron el cerco del campamento. Los primeros 100 se concentraron en Avenida de la República y conforme avanzó la tarde se congregaron en las calles aledañas al Monumento a la Revolución hasta sumar varias centenas (Pérez M., Poy L., Cruz A., Servín M., en La Jornada, p.7, 6 enero 2014).

El primer encuentro de la dirigencia magisterial con Israel de la Rosa, director de concertación política del Gobierno del Distrito Federal (GDF), se realizó poco después de las tres de la tarde. El funcionario les propuso replegar el campamento hacia el lado poniente de la plancha. La respuesta fue: “No. Resistiremos porque es un plantón de la dignidad y contra la reforma a los artículos tercero y 73 de la Constitución”.

A las seis de la tarde un helicóptero de la policía capitalina sobrevoló el lugar, lo que fue interpretado por la dirigencia magisterial como la señal del desalojo inminente. Minutos después arribó De la Rosa con el ultimátum: “Repliéguense o los desalojamos”. Trató de convencer con el argumento de que necesitaban desazolvar el sitio donde se ubica la fuente, y dar mantenimiento al monumento. Incluso llegaron dos cisternas desazolvadoras, camiones de volteo y trascabos.

Francisco Bravo, secretario general de la sección 9, del DF, destacó que no había argumento para el desalojo. La dirigencia explicaba a los medios de información las razones para mantenerse en el plantón cuando sorpresivamente avanzó una valla de granaderos y encapsuló a informadores e integrantes de la CNTE.

Tras su ingreso a la explanada, los granaderos arrasaron con las carpas, casas de campaña y lonas instaladas. En el piso quedaron medicamentos, ropa, zapatos, trastos de cocina, propaganda y documentos personales.

La resistencia de algunas decenas de maestros fue contrarrestada con empujones de los uniformados, que utilizaron sus escudos para replegarlos. No hubo reporte de lesionados, aunque se observaron elementos policíacos con extinguidores y una ambulancia del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) para dar atención a quien lo necesitara.

Ya en la noche, a través de su cuenta de Twitter, el secretario de Gobierno del DF, Héctor Serrano, escribió que el desalojo (sic) se hizo en atención al “reclamo social” de los capitalinos y por instrucciones del jefe de Gobierno.

Mancerita cobarde

Serrano Cortés, negó que el campamento de la CNTE haya sido desalojado del Monumento a la Revolución, pues ayer sólo se retiraron las carpas que ya no eran ocupadas, en una acción que había sido concertada (sic) con los mismos maestros (Cruz A., en La Jornada, p.7, 6 enero 2013).

Mancera, por su parte, siempre dice “estamos negociando”, “en diálogo”, para que los maestros se retiren. Esta vez, dijo que no hubo desalojo solo “se cumplió un acuerdo que se tomó con dirigentes magisteriales” (Robles J., en El Universal, 6 enero 2014). Puras mentiras. Si había “acuerdos”, ¿para qué utilizó a la policía? ¿Qué concertación política es esa? Solo hipocresía. Nadie “negocia” ni “dialoga” y menos “concerta” con mentiras, amenazas y ultimátum.

En Oaxaca, profesores de la sección 22 de, SNTE (CNTE) iniciaron un bloqueo en el centro histórico de esta ciudad en protesta por el desalojo de que fueron objeto sus compañeros en la ciudad de México (Pérez J.A., en La Jornada, p.7, 6 enero 2013). El FTE apoya a los maestros de la CNTE y repudia la política de Mancera, Serrano.


Ref: 2014, elektron 14 (14) 1-2, 7 enero 2014, FTE de México.



Granaderos frente al campamento antes del desalojo FOTO: S. Arellano



Granaderos desalojan a maestros FOTO: Cuarto Oscuro



Vehículos utilizados en el desalojo FOTO: R. García





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