Volumen 14, Número 277, enero 7 de 2014
 


El asalto a la nación. 4. Oposición



Si la pérdida es tan grande, ¿por qué fue permitida? No nos vencieron los molinos de viento sino el tiempo; no supimos utilizar las armas adecuadas. Además, nos persigue la maldición de Malinche. En México van 100 años de inexistencia política de la izquierda, salvo momentos fugaces el proletariado navega sin pies ni cabeza. La resistencia está fragmentada, sectarizada, charrificada y extremadamente débil por su pobreza política. No se puede combatir con éxito al capital sin política, sin organización y sin programa. Contra la reforma energética desnacionalizadora hubo protesta simbólica pero no estrategia para impedirla. Las propuestas institucionales, basadas en la consulta popular o los amparos, carecen de perspectiva. Es necesario replantearnos la lucha en su conjunto, superar la enajenación, desarrollar la lucha social y política.


Antecedentes

En menos que canta un gallo, se presentó, aprobó y promulgó la reforma constitucional que desnacionaliza a las industrias petrolera y eléctrica. El proceso empezó hace 37 años, con la represión político-militar a la Tendencia Democrática del SUTERM. A partir de ese momento se suprimió al único valladar que defendía, desde los propios centros de trabajo y en las calles, a la industria energética nacionalizada: la Tendencia Democrática del SUTERM. Con ello, se interrumpió violentamente la nacionalización.

Con Salinas se revirtió la nacionalización, aquel 1992, mediante las reformas regresivas a la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica (LSPEE) que conquistamos en 1975. En esa ocasión, Salinitas contó con el apoyo del propio SME. “Consumador de la nacionalización” le llamaba Jorge Sánchez a Salinas quien inició el proceso contrario que, al 2013, llegó a una privatización eléctrica furtiva del 52% en la capacidad de generación total a nivel nacional, dejando a la CFE con el 48% restante, luego que habíamos conquistado el 98%.

En el caso petrolero el sometimiento sindical fue más temprano por la carencia de política. Hubo luchas y protestas, especialmente en los 70s, pero el sindicato fue charrificado antes.

Sin la presencia obrera organizada no hay proceso nacionalizador que avance y menos se sostenga, al contrario esa circunstancia favorece a la regresión. Por ello era vital para el sistema político suprimir a la Tendencia Democrática, no solamente utilizando a los charros sindicales y soldados sino a los provocadores internos henchidos de irresponsabilidad política.

Esos sectores de izquierda tenían una política pequeño burguesa auspiciada por sectores del mismo aparato estatal. Luego terminaron como socios de Salinas y, más tarde, como empresarios eléctricos privados y embajadores con Zedillo y Fox. La represión a la Tendencia tuvo, además, la negra mancha de la traición pública del SME. La izquierda política siempre se hizo “ojo de hormiga”, apenas llegaron voces de “apoyo crítico”.

Eso no era nuevo. Durante la expropiación petrolera, se recuerda la errática política del PCM que, primero, asumió la postura de “Ni con Cárdenas ni con Calles”, en aquella disputa de la época; luego, planteó la “Unidad a toda costa” con Cárdenas. Los comunistas de la época tuvieron un papel destacado en varias luchas, sindicales y contra el fascismo, pero las cúpulas eran otra cosa. La política del partido al interior del movimiento sindical fue nefasta, especialmente con relación a la CTM. La expropiación petrolera no fue debidamente entendida. Eso llevó a errores catastróficos como la llamada “administración obrera”, primero en los ferrocarriles y luego en la industria petrolera. Cárdenas puso a estas industrias en manos del sindicato y este aceptó, sin ninguna crítica de la izquierda, lo que devino en grandes fracasos. La izquierda ya era políticamente inexistente precisamente por la carencia de política propia. Los grandes sindicatos industriales aportaron grandes contingentes a la movilización pero poca política. El mismo SME que en 1936 había logrado la contratación colectiva de trabajo con las compañías extranjeras, en materia de política industrial apenas se atrevió a proponer la “formación de una cooperativa eléctrica”. Esa carencia de política impidió que la nacionalización petrolera concluyera.

Cuando ocurrió la nacionalización eléctrica, la izquierda de la época fue incapaz de comprender este hecho político. Esa izquierda seguía dominada por el PC y “no le gustó” que la nacionalización se hubiera concretado mediante la compra de acciones. Sin haber apoyado previamente por encontrase inmersos en serias provocaciones, destacadamente en el sector ferrocarrilero, se aparecieron como radicales sin haber comprendido el significado de la nacionalización eléctrica, impulsada por los electricistas de la provincia.

Menos entendió esa izquierda el enorme esfuerzo que realizamos para lograr la integración de la industria eléctrica nacionalizada. Y, cuando ocurrió la represión de 1976, la izquierda política calló, su interés estaba en lo que sería la reforma política que los llevaría a tener diputados. Su intención, no lograda, era involucrar a la Tendencia a esa aventura.

En 1992, cuando empezó la privatización furtiva (petrolera y eléctrica), petroleros (STPRM) y electricistas (SME, SUTERM) la apoyaron y la izquierda (PSUM) dijo muy poco o nada. En 1999, cuando Zedillo pretendió reformar regresivamente a la Constitución, el SME, SUTIN, FTE y muchas otras organizaciones, desarrollamos amplias movilizaciones impidiendo la reforma, no así la privatización furtiva que se amplió en todo el país. La izquierda perredista (PRD) miraba desde lejos, fue más significativa la acción del senador Bartlett (PRI) y su grupo.

En 2008, la izquierda votó a favor de la reforma energética de Calderón que generalizó la privatización a todas las fuentes de energía. Graco Ramírez (PRD), Fabio Beltrones (PRI) y Francisco Labastida (PRI) fueron los artífices. Un año antes habían votado la primera ley privatizadora por 94 votos a cero. Todas las izquierdas fueron embarcadas. Al siguiente año, ocurrió lo mismo con las demás leyes secundarias que generalizaron la privatización furtiva, la de energías renovables la votaron sin ver ni leerla. Esa vez, López Obrador promovió cierta movilización para terminar declinando en medio de vacilaciones a la hora buena. Después, les dio vacaciones largas a sus seguidores. “Nos vemos el 2012”, dijo en el Zócalo.

Durante la campaña presidencial siguiente, la política energética seguida por López fue esencialmente la de Cárdenas, misma que apoya explícitamente a la privatización furtiva. Más aún, López dijo, el mismo 18 de marzo de 2012, que “respetaría” los contratos petroleros otorgados, de acuerdo a la reforma de 2008; en materia eléctrica ni una palabra, avalando con el silencio la privatización en marcha.

Llegó el 2013, precedido por meses de anuncios sobre la privatización petrolera y eléctrica, manejada mediáticamente por el Estado, hablando siempre de “apertura privada” pero negando que fuera privatización. Jamás se tomó en serio la agresión por lo menos, no se hicieron los preparativos adecuados. Llegó diciembre y, en unos cuantos días, pasamos de la nacionalización a la desnacionalización.

Nuevamente terminamos perdiendo. En esta ocasión la gran mayoría de la nación no hizo lo necesario para defender las conquistas. Algunos hicimos lo que estuvo al alcance, la mayoría no hicieron nada, absolutamente.

La situación es seria porque lo perdido no es cualquier cosa sino la industria energética nacionalizada, conquistada en grandes jornadas de lucha. La actual generación viviente no estuvimos a la altura de las circunstancias. Ahora, revertir la situación será más difícil pero es importante revisar la situación y sacar las conclusiones.

Los hechos allí están. Enseguida un breve panorama de lo ocurrido.



Perredistas en el Angel de la Independencia FOTO: M.L. Severiano


Partidos políticos

El proceso desnacionalizador venía de muy atrás, al menos desde 1976. Después, se sucedieron hechos que agravaron la situación, especialmente, en 1992, 1995, 1999 y 2008.

En los momentos más recientes, Peña Nieto hizo anuncios sobre la apertura privada en Pemex en plena campaña presidencial, tanto en México como en Estados Unidos. Antes de tomar posesión fue más explícito ante los medios extranjeros. Ya en funciones, cada vez mostraba más las cartas, especialmente, en el extranjero ofertando al capital el patrimonio energético de la nación.

PRD

La izquierda electoral no leía lo que estaba pasando. El caso del PRD es patético. Llegado al gobierno Peña propuso al PRI, PAN y PRD firmar el llamado Pacto por México. Es contra México publicó de inmediato el FTE. Allí se habla del acuerdo de los firmantes para apoyar las reformas legislativas del gobierno, dedicando un amplio capítulo a la privatización de los hidrocarburos. Por cierto, como dijimos en su momento, esa vez los escribanos de Peñita omitieron toda referencia a la industria eléctrica. No se han puesto de acuerdo, acotamos, porque también pretenden la desnacionalización eléctrica. Así fue.

El PRD se apresuró para firmar el Pacto y apoyarlo. Primero, la reforma laboral que validó al contratismo y al outsourcing. Luego, la reforma educativa caracterizada por antilaboral. Después, la reforma a las telecomunicaciones que privatizó totalmente al sector con participación privada extranjera al 100 por ciento, incluyendo el espectro radioeléctrico.

Todo esto fue muy grave pero ni Cárdenas ni Los Chuchos se inmutaban, su objetivo era ser parte del mismo aparato neoliberal y antinacional, lo único que querían era ser tomados en cuenta aunque fuera contra la nación. Y fueron utilizados.

Algunos legisladores perredistas estuvieron muy activos en la lucha contra la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por los malos cobros. Con un afán meramente clientelar, diputados se dieron a la tarea de gestionar “borrón y cuenta nueva”. En los hechos, fueron parte de una campaña sistemática contra la entidad que representa (ba) a la industria eléctrica nacionalizada.

Anunciada la reforma por Peña Nieto, el PRD presentó su propia propuesta en voz de Cuauhtémoc Cárdenas. A diferencia del PRI y del PAN, la propuesta perredista no incluía ninguna reforma constitucional sino solamente modificaciones a la legislación secundaria. Lo primero era correcto, no así lo segundo pues, en este caso, Cárdenas volvió a reiterar su aval a la privatización energética en marcha (petrolera y eléctrica), apertura al capital privado en todo, fortalecimiento de los órganos reguladores y autonomía de gestión para Pemex. Salvo la parte constitucional, las coincidencias con el PRI y PAN eran muy amplias, las propuestas son las mismas.
El PRI-AN organizó unos foros en el Senado que resultaron fallidos. Empezaron con Cuauhtémoc Cárdenas quien dijo que las diferencias debían tratarse a través de los canales institucionales. En un principio, incluso, descartó movilizaciones. Luego, señaló que, de aprobarse la reforma constitucional, convocaría a una consulta ciudadana para el 2015, con base en lo dispuesto por el artículo 35 constitucional.

Después de la comparecencia de Cárdenas, el PRD decidió dejar de asistir a los foros oficiales y organizó los propios, invitando a connotados privatizadores e informantes del gobierno norteamericano, y políticos afines.

Durante los momentos previos a la aprobación de la reforma, Cárdenas realizó una marcha promovida por operadores perredistas con el nombre “Por el rescate de la nación”. La marcha se hizo de un día para otro, con poca participación, cuidando ir separados de los demás. Esa lógica se sostiene hasta el momento.

En la proximidad del dictamen en el Senado, el PRI y el PAN excluyeron al PRD. La razón que esgrimieron fue que el PRD no había presentado ninguna propuesta de reforma constitucional, solo en la legislación secundaria y que sus propuestas habían sido aceptadas. Se dijo que el PRI y el PAN negociaban “en lo oscurito” y este fue el pretexto para que el PRD anunciara su salida del Pacto.

En realidad, cualquier pretexto era bueno, se veía venir un dictamen tan ignominioso que si el PRD no se hubiera salido habría quedado cubierto de más lodo. Haberse salido no quiere decir que carezca de responsabilidad pero al hacerlo se vieron habilidosos, porque eso les dio la oportunidad de simular que luchan.

Antes de la discusión de la reforma, el PRD presentó en el Senado 1 millón 700 mil firmas solicitando la consulta al respecto. No hubo tal, las firmas se recibieron y hasta allí.

Fue anunciada una marcha de 75 horas para el día en que se aprobara la reforma. La marcha inició en el monumento a la Independencia y terminó 24 horas después. También anunciaron un posible ayuno colectivo. Durante las sesiones, primero en el Senado y después en diputados, los perredistas tomaron la palabra, en diputados incluso la tribuna. En sus intervenciones se opusieron a la reforma constitucional. Nada brillante. Un diputado incluso se semi desnudó, una diputada perredista le pegó a otra priísta, no más.

Todas las reservas de la oposición fueron desechadas una a una. El PRD considera que “dio la pelea” pero, como siempre, “no se pudo”. Graco Ramírez (PRD), gobernador de Morelos fue de los primeros en apoyar la reforma privatizadora de Peña y, el día en que fue promulgada, estuvo en primera fila, lo mismo que Angel Aguirre, gobernador priísta-perredista de Guerrero. Miguel Angel Mancera, jefe del GDF quien aún no se afilia al PRD, se declaró cardenista y apoyó su propuesta energética pero empeñándose más en reprimir a los maestros de la CNTE.

Aprobada la reforma, Cárdenas y el PRD insisten en la consulta del 2015. Al respecto, los diputados aprobaron una ley que, sin embargo, no contiene explícitamente la consulta para el caso de reformas constitucionales. El PRI y el PAN se han encargado de repetir que no habrá tal consulta, misma que requiere en primer término la aprobación de las Cámaras, la Suprema Corte deberá aprobar la procedencia de la pregunta, y el IFE se encargaría de contar los votos. El procedimiento hace inviable a esa consulta.

De ocurrir, la pregunta implicaría una respuesta de Sí o NO pero no la modificación de nada. Para que sea vinculante se requiere una votación del 40%. Cárdenas insiste en que es posible echar abajo la reforma.

Se sabe que el criterio de la Corte es adverso, de acuerdo a decisiones previas al respecto. Pero aún el caso de que la consulta se hiciera hay dos consideraciones no despreciables. Lograr un 40% de la votación no es nada sencillo. En las elecciones presidenciales de 2012, el PRI obtuvo el 38.21%, el PAN el 25.41% y el PRD el 31.58%, esto es, nadie logró llegar al 40%. Juntos, el PRI y el PAN podrían lograr esa votación, desde luego, a favor de la reforma, lo cual sería trágico. Eso puede ocurrir habida cuenta que en México jamás ha habido elecciones democráticas sino fraudulentas. Por otra parte, lograr el 40% equivale a ganar una elección presidencial. En 2012, los electores fueron 50,323,153 y en 2015 serán un poco más. El 40% son más de 20 millones de votos. ¿Está el PRD en condiciones de lograrlo? No lo creemos pero, ¿si no le logra qué? Cárdenas dirá: ya estamos cerca, para la próxima será y yo voy de candidato, hay que intensificar la promoción del voto.

En cualquier caso, se estaría practicando una política funcional al Estado. Cuando más traidor y carente de consenso se ha mostrado el gobierno, más alta sería la afluencia de votantes. ¿Para qué serviría? Para convalidar la traición a la nación mediante la “democracia”, creando falsas expectativas en la población y favoreciendo la desnacionalización en marcha.

Momentos antes de que el Senado iniciara las sesiones, el PRD interpuso un amparo ante un juzgado del D.F. para impedir que se sesionara. La respuesta del juez fue inmediata por improcedente. Luego, el PRD anunció que se ampararía ante la Corte. También ha declarado sobre una posible controversia constitucional. De hacerlo, la resolución podría ser adversa. La Corte tiene muy ensayada la respuesta, les daría la razón a los legisladores, no entraría a analizar el fondo del asunto, diría que los legisladores tienen facultades para legislar y la ley es válida, si a alguien no le gusta que promueva las reformas del caso a través de las Cámaras.

Con la consulta pasará algo similar. Primero, el gobierno pondrá multitud de trabas, la ley congelada en el Senado pasará sin aclarar la ambigüedad, se dirá que no puede haber consulta a posteriori y, en el mejor de los casos, será desechada por las Cámaras. Si estas la aprobaran decidirán, también sobre la pregunta.

En suma, la propuesta de Cárdenas suena populista pero es irreal, como si en México hubiese democracia. Finalmente, está orientada a fortalecer la actual democracia –basura, mediante el voto que nunca se respeta, para darle legitimidad a un gobierno traidor.

¿Y la movilización social? De eso nada, el PRD ni siquiera se acuerda porque desde el principio la abandonó, el PRD no es de izquierda. Los hechos son contundentes: uno, en materia energética su política es privatizadora, dos, contra la reforma energética carece de estrategia política, todo lo basa en el voto y las decisiones de aparato por la institucionalidad priísta de Cárdenas. Además, hoy no existen las condiciones que existían en 1938, ni en México ni en el mundo. En ambos casos, domina la contra revolución burguesa y la socialdemocracia es incapaz en todo.

PT

Este partido es minúsculo y carente de política. Fundado bajo los auspicios de Salinas de Gortari, en los últimos tiempos ha servido para colocar candidatos excluidos de otros partidos. Tanto en el Senado como en diputados, los petistas votaron contra la reforma. ¡Correcto pero muy insuficiente! En el Senado, Manuel Bartlett destacó por su experiencia y conocimiento al respecto. Nada más. En diputados, todo quedó en el voto.

Antes de la discusión, el senador Bartlett organizó la presentación de un libro sobre Pemex. Los autores se refirieron a la situación previsible. El FTE comentó que había faltado la industria eléctrica pues no se hizo ninguna referencia. Eso hacía incompleto al libro.

El senador Bartlett llamó varias veces a la movilización, dirigiéndose sobre todo a Esparza del SME. ¿La respuesta? El PT participó a nivel de unos cuantos con López Obrador y Esparza en lo suyo. En un mitin de Morena habló Anita Guevara, extraordinaria atleta olímpica pero deficiente en lectura y oratoria.

MC

El Movimiento Ciudadano es más pequeño y sin política. Esta vez votó en contra de la reforma energética pero nada más.

Otros

La izquierda revolucionaria es inexistente, su acción política es casi nula. León Trosky, estando exiliado en México, comprendió muy bien a la expropiación petrolera no así varios de sus seguidores. Una excepción es el Grupo de Acción Revolucionaria (GAR) que desde hace tiempo se ha manifestado seriamente contra la privatización y la desnacionalización energética.

Por otra parte, entre los empresarios también hubo algo de oposición, bajo su propia óptica de intereses y a nivel declaraciones. Fue el caso de la asociación de gasolineros y de algunos empresarios afiliados a la Canacintra.



Cerco de Morena en el Senado FOTOS: C. Ramos, J. Boites


MORENA

Después de las contienda en las elecciones presidenciales anteriores, López Obrador anunció la formación de su partido político, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Consecuentemente, se salió del PRD y junto con él varios perredistas. Durante los últimos meses la atención se ha centrado en cumplir los requisitos electorales para obtener el registro y las prerrogativas asociadas. Será un partido más que le disputará votos a la misma “izquierda”, empezando por el PRD. Así lo han dicho ellos mismos.

En los medios internacionales decían que la oposición a Peña Nieto sería López Obrador. El bronco pateará pero nada más”, agregaron. Peña anunció la iniciativa de reforma constitucional el 12 de agosto. Para un mes después, el 8 de septiembre, López citó a una “asamblea informativa” en el Zócalo. Como este estaba ocupado por el campamento de maestros de la CNTE, el evento se realizó en el Hemiciclo a Juárez. Cientos de autobuses provenientes de varias partes trajeron a varios miles de afiliados.

¿Qué propuso López? Pedirle a Peña Nieto que convocara a una consulta. Pidió que se respaldara la propuesta con firmas, “que cada quién junte 10 firmas”, dijo. ¿Tanta expectativa para eso? Se advertía la debilidad política. Pero Obrador aseguraba que sería parada la reforma. Creía que, dos o tres “asambleas”, sería suficiente. Entonces, convocó a una nueva.

Antes de la siguiente “asamblea”, Peña contestó que no haría ninguna consulta. López informó que habían reunido 400 mil firmas. Luego de la respuesta de Peña no se volvió a saber más pero López decía que estaba seguro que la consulta se haría. Entonces, propuso que el PRD pidiera al PAN una alianza. Los perredistas hicieron caso omiso y los panistas se rieron. Parecía que Obrador no sabía que el PAN había propuesto una iniciativa aún más agresiva que la de Peña Nieto. A PRD le pedía hacer lo que siempre le había criticado. Todo parecía errático. Muy pronto el PAN contestó en los medios que no haría ninguna alianza. “Paro nacional”, gritaron algunas voces. Lo decidiremos en la próxima asamblea, dijo López-

Vino, entonces, una tercera asamblea y, por supuesto, no se decidió nada. Esas “asambleas” son simples monólogos a cargo de López. Esta vez propuso realizar un apagón de 2 horas el día de los “gasolinazos”. Supuestamente, para protestar por el aumento a los precios de las gasolinas, el apagón sería “para causarle daño económico” al gobierno. La propuesta tuvo dos consecuencias, una, falló por carecer de organización para efectuar la acción y para medirla. Cuando se hizo, se reportaron solo “tuits” familiares. Dos, Obrador se fue de bruces. Propuso afectar a la CFE, que representaba a la industria eléctrica nacionalizada, próxima a ser desnacionalizada, embarcándose en la campaña fugimorista del SME y PRD. También se anunció que, el día en que se aprobara la reforma en el Senado se haría un cerco, lo mismo en la Cámara de diputados y en los congresos ocales.

Se planteó así, la carta máxima del obradorismo: cercar al Senado y a diputados “para impedir” la reforma. “no nos vamos a dejar, la impediremos”, dijo Poniatowka en la siguiente asamblea donde se reiteró lo mismo, esta vez en el Zócalo. Lo único nuevo fue decir que el cerco empezaría con los afiliados del D.F. y del Estado de México.

Antes de que empezara la discusión en el Senado, una noticia ocupó los medios políticos: López Obrador había sido internado de madrugada en un hospital. Luego se supo que había sufrido un infarto del miocardio. Más tarde que fue intervenido y que estaba bien aunque en terapia intensiva. Después se recuperaría y sería dado de alta.

Con ocasión de los foros del Senado López declaró que no asistiría si fuese invitado, consideró que se trataba de una simulación. Estaba en lo cierto. Cuando el Senado presentó el dictamen sobre la reforma constitucional, algunos de Morena acudieron a cercar el Senado. Sin la presencia de Obrador, el movimiento se desinfló. Lo quiso sustituir el hijo, al que los medios llamaron “pejito”. No pudo, el muchacho no sabe de qué se trata. Batres dijo que el cerco había sido un éxito pero no había tal.

No se sabía si el cerco sería indefinido o no, de último momento se suspendió y se citó para el día siguiente. Al otro día acudió el contingente reforzado por la presencia de los maestros de la CNTE. El Senado estuvo siempre fuertemente amurallado con vallas metálicas de 3 metros de altura y miles de policías federales. Vino un tercer día de cerco y se repitió lo mismo e igual al siguiente día.

A lo más que se llegó fue a hacer sonar las vallas con cucharas y palos. Ni siquiera la circulación vial fue interrumpida. Cuando el Senado aprobó la reforma se dijo que el cerco sería indefinido, el movimiento se desgastó más y se redujo. Después se repetiría lo mismo en diputados con un contingente aún menor. Luego, vendrían las protestas en los congresos locales. En algunos, como Jalisco, las protestas condujeron a enfrentamientos con la policía que utilizó gases lacrimógenos. Las decisiones eran muy rápidas y si bien hubo protestas, no pasó de allí.

Así, hubo protestas pero no se impidió la reforma. No podía impedirse porque jamás se trazó ninguna estrategia para lograrlo, ni siquiera se quería. Antes de la discusión, Obrador puso como condición para unirse con el PRD en esta lucha que el partido abandonara el Pacto. Era solo un pretexto. El PRD se salió y no hubo siquiera una acción conjunta. Obrador declaró que no descartaba unirse con Cárdenas, este dijo lo mismo. De allí no pasó la “unidad”, cada quien siguió por su lado.

Durante estos meses de discusión, Obrador no presentó ninguna propuesta energética. Es la misma de la campaña presidencial, es decir, la de Cárdenas, dijeron algunos cercanos cuyos. Pero no revisaron la iniciativa de Peña ni la del PAN ni menos presentaron su propia política. Ante la falta de referencias, una vez promulgada la reforma sobre vino la parálisis. ¿Ahora qué? ¿Consulta, amparos, vía jurídica? Al final quedaron de estudiar las vías. Los amparos están perdidos de antemano, del apagón en el otro gasolinazo casi nadie se acordó, de la consulta popular no se volvió a hablar.

Durante todo el tiempo, Obrador se encargó de repetir que su movimiento es pacífico. La policía, sin embargo, no sabe de esas cosas, en la Cámara de Diputados golpeó a los obradoristas. Después, cuando una vez los maestros de la CNTE derribaron unas vallas en el Senado presurosos se deslindaron. Ese “pacifismo” no está hecho para la lucha social. El movimiento es tan débil que carece de estructura y de política, no está preparado ni para resistir un golpe. Al cerco, varios (as) de Morena no asistieron ni para tomarse la acostumbrada foto.

Vendrá ahora la discusión sobre la legislación secundaria. Se esperan la reaparición de López Obrador. ¿Qué pasará, en qué habrá cambiado el plan, será más de lo mismo? Sí, la idea que Obrador tiene de la lucha social está fuera de la realidad. A su partido le darán el registro y lo enviarán a la contienda electoral del 2015. ¿Planteará Obrador la unidad con Cárdenas? Eso no serviría de nada. ¿Se sumará a la consulta para el 2015? Será tiempo perdido. Entonces, ¿se promoverá la lucha social? Nada, eso se contrapone con los intereses electorales.

En suma, es muy encomiable la voluntad de algunos obradoristas pero el culto a la personalidad los está hundiendo. Muy bien por la protesta. Eso, sin embargo, es insuficiente. Estar en las indefiniciones políticas, solamente declarando a los medios pero sin asumir las consecuencias, es parte del diversionismo político pero nada más.



Maestros derriban algunas vallas en el Senado FOTO: R. García


Sindicatos

A diferencia de 1938 y de 1960, la participación obrera fue casi nula, especialmente, en el sector energético. No hay siquiera punto de comparación. Aquella vez, petroleros (STPRM) y electricistas (FNTICE-STERM) encabezaron la lucha; hoy, ambos sindicatos (STPRM, SUTERM) son simples aparatos charros. Debiendo ser los primeros, petroleros y electricistas vegetan en brazos del charrismo sindical. Hubo algunas excepciones, a nivel personal, completamente insuficientes.

CNTE

El 2013 fue un año de resistencia magisterial. La reacción ocurrió después de aprobada la reforma educativa. Como no se había visto recientemente, maestros de diversas partes del país se congregaron en la capital, con un campamento primero en el Zócalo y, luego, en el monumento a la Revolución. Cuando se discutió la legislación educativa secundaria, bloquearon al Senado y a la Cámara de diputados. De nada sirvió, los legisladores utilizaron recintos alternos y votaron rápidamente. Hicieron marchas casi diarias, bloquearon al aeropuerto, interrumpieron la circulación en arterias principales, se enfrentaron con la policía y nada. En el interior del país hubo huelgas prolongadas en varias secciones, como Michoacán, Oaxaca y Chiapas. En Guerrero fue bloqueada la autopista del Sol y hubo ataques a las oficinas de partidos políticos. En Campeche, Veracruz, Yucatán, Quintana Roo, Jalisco, Baja California, Chihuahua y muchos estados más hubo movilizaciones diversas. ¿La respuesta del gobierno? La misma, cerrazón total, reuniones simulando diálogo pero nada para echar atrás la reforma.

La reforma educativa está muy cuestionada, carente de legitimidad, con el malestar y sin el consenso del magisterio. ¡Cierto! Pero el gobierno sigue con su misma política agresiva.

Con motivo de la discusión de la reforma energética, los maestros programaron su protesta frente al Senado y acudieron, por separado de Morena. En otras ocasiones han acompañado a Obrador, también se han dejado ver con Cárdenas en el “Rescate por al nación”. Los maestros han sido solidarios, son el contingente más importante que está actualmente en lucha. Desafortunadamente, en el caso energético, el movimiento estaba en declive luego de varios meses de desgaste, donde había huelga se reanudaron las labores y, en la capital, quedó un contingente menor.

“Los maestros sabemos bien lo que es el hambre y por no comer los niños se duermen o no aprenden”, dijo un maestro oaxaqueño. Tiene razón, ahora será peor porque habrá menos recursos.

STPRM

Los petroleros estuvieron completamente al margen. A nivel de la cúpula, sumisos. Carlos Romero Deschamps, secretario general, es parte de la comisión de energía en el Senado y Ricardo Aldana, tesorero, en diputados, ambos del PRI a los que tiene genuflexos. Durante la discusión del dictamen, el PAN insistió en sacar al sindicato del consejo de administración de Pemex y Deschamps no dijo nada. Eso es lo de menos, el sindicato no tiene nada que hacer allí, nunca debió estar. Lo grave es que Deschamps y Aldana votaron a favor de la desnacionalización petrolera.

En la base, nadie movió un dedo. Trabajadores aislados estuvieron cerca de algunas acciones pero nada más. En 2008, jubilados y activos de varias secciones se movilizaron en la protesta. Esta vez, estuvieron ausentes, más aún luego del reciente fallecimiento de Joaquín Hernández Galicia. Oposición no existe, hace tiempo fue eliminada.

Otro sindicato del sector, el del Instituto Mexicano del Petróleo, se mantuvo en brazos del charrismo, los trabajadores no hicieron ni dijeron nada, absolutamente.

SUTERM

Los electricistas del SUTERM callados, las cúpulas tímidas asumiendo la agresión. Lo diputados del sindicato votaron a favor de la desnacionalización eléctrica. En la base no hubo ninguna movilización de nada, ni siquiera un pronunciamiento. La oposición no existe, los trabajadores actuales no se acuerdan de su propia historia. En el Instituto de Investigaciones Eléctricas ni media palabra.

El SUTERM publicó un desplegado de prensa quejándose del trato recibido por el gobierno que ha llevado a la CFE a un estado de pérdidas contables. ¡Muy bien! Peor la conclusión fue apoyar la reforma de Peña. ¡Muy mal!

SUTIN

Fue el único sindicato del sector que se manifestó por acuerdo de su asamblea general y congreso nacional, publicó un manifiesto en la prensa oponiéndose a la reforma constitucional y organizó un foro en defensa de la industria energética nacionalizada, antes de que fuera presentado el dictamen, precisamente el 27 de septiembre, en el 53 aniversario de la nacionalización eléctrica.

Al foro asistieron electricistas del SUTERM, de la Sección Valle de México, y estudiantes universitarios del GAR y de la Mesa de Soberanía Nacional del #YoSoy132, así como Cazaimagen, músicos y artistas visuales.

Lamentablemente faltó impacto y continuidad. Hubo incluso boicot de añejos charritos fosilizados en la representación sindical. A excepción de Telesur, los medios callaron.

SME

Los smeítas están desde 2009 en espera de una solución al conflicto en la extinta Luz y Fuerza del Centro (LFC). Durante 53 años se opusieron a la integración de la industria eléctrica nacionalizada. En años recientes siguieron una política errónea que desembocó en la intervención policíaca en los centros de trabajo. Siempre se negaron a la sustitución patronal en la CFE, cuando el juzgado afirmó este derecho, entonces lo pidieron. Era tarde. Todos los recursos jurídicos se perdieron.

Entre tanto, el SME se dedicó a una fuerte campaña contra la CFE, golpes y destrozos incluidos. ¿Qué logró? Introyectar el virus de Fugimori, poniendo contra la CFE a un sector de la población. ¿Cómo ahora iba a defender a la institución que atacaban? No lo hizo, por supuesto. Al contrario, gracias a esa “política”, primero quebraron literalmente a LFC y, luego, ayudaron a quebrar a la CFE.

Como atenuante, debe considerarse que los smeítas estaban exhaustos. Pero ni los jubilados dijeron nada, todos están a la espera de una “solución” del gobierno ahora en el marco de la reforma energética privatizadora. Lo mejor era estar calladitos y así lo hicieron.

UNT

La UNT gusta de retratarse con Cárdenas, de un lado Hernández Juárez y del otro Esparza. Con ellos cree Cuauhtémoc que echará abajo la reforma. La UNT está en el “Rescate de la nación” y como siempre, declaran pero no hace nada. Con las mismas formas, Hernández lleva 40 años de charro y Agustín Rodríguez ya rebasa los 20.



Apertura solemne del Foro de Energía del SUTIN


Organizaciones sociales:

EZLN

Dicen que el EZLN no es Marcos y viceversa pero ni el primero ni el segundo dijeron nada, la energía no les dice nada. La lucha de los zapatistas de Chiapas es muy importante, han dicho mucho pero, esta vez, no dijeron nada.

Con un discurso políticamente débil y con la negativa expresa a la lucha de clases, Marcos prefirió callar. Su única referencia fue avalar a los llamados “anarquistas”, que gustan de enfrentarse a la policía y reventar marchas ajenas sobre todo estudiantiles, a los que identificó como adherentes a la Otra Campaña.

Después de aprobada la reforma, Marcos dijo casi crípticamente: “pasó lo que pasó” refiriéndose a las “reformas disfrazadas de despojo” cuyo inicio atribuyó a Salinas. Esta respuesta es tardía y muy pobre.

¿No es necesaria la energía para el proyecto indígena? El CNI tampoco dijo nada.

Ambientalistas

Las organizaciones contra las transnacionales eólicas y mineras han enfrentado el poder de las corporaciones y sus gobiernos en condiciones muy desiguales y difíciles. Les ha tocado poner las víctimas. Sin embargo, la fragmentación de la resistencia, su localismo, no permite acciones mayores. De hecho, ni siquiera se pronunciaron. Ahora la situación se pondrá peor porque se aprobó liberar el fracking hidráulico, para extraer gas shale, a cargo de mineras transnacionales, lo que llevará a una gran depredación ambiental por todo el país. También se legalizó, constitucionalmente, el actual despojo de la privatización furtiva.

#YoSoy132

Este movimiento estudiantil que en la campaña de 2012 se expresó abiertamente contra Peña, estaba prácticamente liquidado. La reacción estudiantil fue prácticamente nula. Con los maestros hubo paros y marchas, esta vez casi nada.

La excepción fue la Mesa de Soberanía Energética que desde meses antes promovió la discusión y el análisis, especialmente en la Universidad Nacional. Se hicieron foros, una marcha y mítines en el Senado y en diputados.

De hecho, la gran mayoría de maestros, investigadores, estudiantes y trabajadores universitarios viven en “su ciudad” amurallada, recibiendo los beneficios de Pemex pero sin hacer nada, sin siquiera pronunciarse. Seguramente lo harán a posteriori pero la reforma ya estará más que aprobada. Habrá libros y hasta premios pero ya no tendremos industria energética nacionalizada.

Periodistas

Los medios en general estuvieron del lado de Peña Nieto, los periodistas y reporteros también. Hubo excepciones, principalmente, de algunos reporteros y caricaturistas. La gran mayoría de articulistas del lado del gobierno, reporteros de la fuente energética estuvieron en la campaña de ataques sistemáticos a las industrias energéticas nacionalizadas. Críticos solo en contados casos, en la radio y la televisión no solo dominó la propaganda de mentiras, también las voces pro gobiernistas, “analizadas” por groseros locutores comprados.

Salvo excepciones, los medios independientes se mantuvieron en un nivel muy desigual y limitado.

Artistas

Salvo excepciones, los científicos, los plásticos, los poetas, los músicos, callados. Al final un grupo de actores y actrices, entre ellas Edith González, se manifestaron públicamente. El colectivo “El grito más fuerte” hizo un video pidiendo que “nos pregunten” y se haga una consulta ciudadana en materia energética.


Cartel de la MSE #YoSoy132 “Campaña oficial”, Cartón de Hernández



FTE

Con mucha consistencia el FTE ha enfrentado la lucha contra las privatizaciones al costo de afectaciones por la represión y errores políticos sectoriales, no obstante, es la organización obrera más consecuente.

El FTE no tiene elevada jerarquía pero sí gran significación política. El FTE enarbola las banderas de la Tendencia Democrática, expresadas en el Programa obrero de México. En materia energética hemos desarrollado un amplio conjunto de propuestas, incluyendo leyes y medidas de Política Energética Independiente.

Nuestro batallar es diario, cualesquiera sean las condiciones, llamando oportunamente a los demás, con una actividad intensa e ininterrumpida durante décadas. No ha sido suficiente, el charrismo es fuerte y la respuesta obrera débil. Faltó también el apoyo internacional. La Federación Sindical Mundial no se pronunció.

No se puede, ni se debe, sustituir a los demás, la lucha atañe a la mayoría de mexicanos (as) que aún no ha tomado sus propias decisiones.

En principio, nosotros NO perdimos porque NOSOTROS somos los constructores de la industria energética nacionalizada. Peña, Videgaray, Beltrones, el ITAM, legisladores y partidos políticos jamás construyeron nada y son los destructores. Finalmente, la pérdida es general para la nación viviente. Solo el capital ha ganado.

En tan desiguales condiciones, la relación política de fuerzas nos es evidentemente desfavorable. Con la desnacionalización será peor. Esta vez perdimos porque no pudimos, la resistencia está muy fragmentada. Para la próxima debemos prepararnos mejor. El gran reto es crear las condiciones adecuadas con base en una política basada en la independencia de clase.


Ref: 2014, elektron 14 (10) 1-12, 5 enero 2014, FTE de México.



Concentración en el Hemiciclo a Juárez





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