Volumen 13, Número 274, diciembre 6 de 2013
 


Lozoya invita a Israel a privatizar Pemex



Todavía no se aprueba la desnacionalización energética de Peña Nieto pero Lozoyita se apresta a repartir el pastel que no es suyo. A empresarios israelíes le oferta la industria petrolera mexicana y los invita a invertir sus capitales. Podrán participar en lo que quieran. Lozoya reitera que la privatización petrolera será total y absoluta. Ese individuo es enemigo de Pemex y funge como su “director”. Peor no podría ser.



El “nuevo” Pemex de Lozoya


Invitación a privatizar

El director general de Pemex, Emilio Lozoya Austin, y el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, invitaron a la delegación de 80 empresarios que acompaña al presidente de Israel, Shimon Peres, a invertir en distintos sectores del país, incluido el energético (González S., en La Jornada, p.24, 29 noviembre 2013).

“Los invito a que sigan muy de cerca las discusiones en el Congreso (sobre la reforma energética) y que se animen a invertir en nuestro país. Se requiere mucho capital y un compromiso con el país. Son inversiones de largo plazo y, sin duda, el espíritu y la relación que se tiene con Israel refleja esto: una relación de largo plazo y de países hermanos”, expuso Lozoya Austin ante los hombres de negocios de Israel.

Último ponente del gobierno mexicano en el Foro Estratégico de Negocios México-Israel, el titular de Pemex basó su conferencia en la misma presentación en power point que durante meses ha exhibido en otros foros empresariales e incluso ante legisladores federales, sobre la situación actual del sector energético mexicano y las oportunidades de crecimiento que el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto prevé se darán al permitir la participación privada en la producción de petróleo, gas y electricidad.

Fotografían con iPhones y tablets

Antes que Lozoya, el secretario de Economía, quien inauguró el foro junto con el presidente de Israel, enlistó a los empresarios israelíes todas las ventajas que les ofrece México como inversionistas extranjeros: una estabilidad financiera que se ha consolidado en los últimos 15 años y que está “blindada en la clase política” porque no ha importado que haya habido gobiernos de distintos partidos, una red de tratados comerciales con 45 naciones, así como la calidad y juventud de la mano de obra mexicana.

El potencial para que los empresarios de Israel incrementen sus inversiones en México es enorme, dijo Guajardo, pues en este año sólo llegó a 50 millones de dólares y previó que con cualquier inversión que hagan la duplicará.

La exposición de Lozoya Austin despertó tal interés entre los israelíes que varios de ellos usaron sus iPhones o iPads para fotografiar las gráficas y tablas de prospectivas sobre Pemex que les presentó sobre la producción de energéticos y las inversiones requeridas.

Explica la traición

México “se inserta en un mercado norteamericano de energía”, sostuvo, y para explicarles la iniciativa presidencial les dijo que se pretende modificar el artículo 27 constitucional.

“Un artículo que para ustedes que son extranjeros no entenderán quizá la importancia histórica que tiene, pero hay que ver hacia el futuro y no hacia el pasado. Transformarlo implica que la iniciativa privada podría invertir en exploración y producción, bajo la soberanía del Estado, sin ser dueña del subsuelo, pero tomando (sic) riesgo como sucede en la mayoría de los países del mundo que tienen hidrocarburos”, abundó.

En cambio, les aclaró que en refinación, petroquímica, ductos o almacenamiento se permitiría ciento por ciento de capital privado, en tanto que en electricidad se pretende que cualquier privado pueda generarla, sea con energías renovables o con gas.

Incluso sobre el gas, Lozoya de plano les aseguró que la misma revolución que al respecto está viviendo Estados Unidos con su abaratamiento “es lo que empezará a suceder en México el próximo año”.

“A partir de tener gas barato, esta política cambia no sólo para tener un Pemex muy fuerte a partir de petróleo crudo sino también de masificar la disponibilidad de gas en la economía mexicana y, por lo tanto, que la industria mexicana y los hogares cuenten con el insumo más barato en el mundo. Eso es exactamente lo que está sucediendo en Estados Unidos y eso es lo que empezará a suceder en México a partir del próximo año”, sentenció.

Lozoya traidor a México

Es inaudito que fungiendo como director de Pemex se dedique a destruirlo explícitamente. El mozalbete del ITAM, por supuesto, no sabe nada de petróleo ni de historia, su función consiste en traicionar a la nación.

La invitación a los capitalistas judíos es indignante. No se ha aprobado aún la iniciativa desnacionalizadora de Peña Nieto y ya se apresura a repartir el patrimonio colectivo de la nación.

Los judíos han de ser parientes de Lozoya, socios o ambos. De hecho, desde gobiernos anteriores una parte pequeña de las exportaciones de petróleo crudo mexicano se destinan a Israel, el país más guerrerista y genocida del mundo.

Lozoya explicó a los empresarios judíos lo que pretende el gobierno de Peña: privatizar todo el proceso de trabajo petrolero, con intervención privada del 100 %. No habrá NINGUNA función que siga siendo estratégica, TODO será privado.

Y, en tales condiciones, Lozoyita se atreve a seguir repitiendo que “no habrá privatización”. NO, será solamente destrucción, robo, asalto a la nación. Como le quiera llamar, se trata de la mayor agresión a México por parte de su propio gobierno. Dirán que Pemex “no se privatiza”. ¡Claro! Lo que no dicen es que ya NO será el mismo Pemex sino ex-Pemex, porque el “nuevo” conservará solo el nombre pero NO las funciones, estas se entregarán a las transnacionales.

La nación viviente está a unas horas del crimen más alevoso y tramposo de la historia reciente. Pero la impunidad no es el destino inevitable de México. ¡Si hay privatización habrá re-nacionalización!


Ref: 2013, elektron 13 (456) 1-2, 3 diciembre 2013, FTE de México.







Esta página es construida por trabajadores del sector energía. La información contenida puede citarse total o parcialmente, mencionando la fuente.