Volumen 13, Número 269, octubre 24 de 2013
 


Congreso de la UIS del Metal en Brasil



Entrevista del FTE de México con el periodista Roney Rodrigues, de la FIT de Brasil, con motivo del Congreso de la Unión Internacional de Sindicatos de Trabajadores de Trabajadores de la Minería, la Metalurgia y el Metal (UIS del Metal), Río de Janeiro, Brasil, 24 al 25 de octubre de 2013.





¿Cómo definiría la situación de los metales y la minería - y otras actividades afines - en su país? ¿La crisis económica de 2008 afectó de alguna manera? ¿Qué escenario se prevé para los próximos años?


En México la minería y la industria metal-mecánica son sectores que concentran amplia riqueza en unas cuantas manos. Todas estas actividades son privadas. En la minería, intervienen las corporaciones transnacionales, principalmente canadienses; en la metal-mecánica, las industrias automotriz, siderurgia, de máquinas y herramientas, y otras son privadas, mayoritariamente extranjeras.

México es un país capitalista y las recurrentes crisis siempre afectan a la mayoría de la población. Cada vez es mayor el desempleo, el subempleo, el outsourcing y la descalificación del trabajo. Los salarios nominales han aumentado muy poco y los salarios reales están en caída permanente desde 1976. En contraste, las mineras transnacionales han saqueado en los últimos 30 años más Oro y Plata que en 300 años de coloniaje español.

Como siempre ocurre con el capital transnacional, la riqueza se va y la pobreza se queda. En estos momentos, México está en el umbral de una recesión económica, caracterizada por un magro crecimiento económico y mayor depauperación de la población.

Para los próximos años la situación económica y social se pondrá peor.

¿Cómo estructurar el movimiento de los trabajadores de su país? ¿Qué problemas y desafíos? ¿Y los avances?

Ante todo con una política de clase. En México, el movimiento sindical está pulverizado en más de 12 mil sindicatos y sindicatitos, la mayoría falsos. De cada 100 sindicatos, 90 no existen, son fantasmas, negocios tolerados por las autoridades laborales, que venden protección a las empresas. Son mafias pero no sindicatos. Además, la tasa de sindicalización es muy baja, no llega al 10%. Esto es, la mayoría de trabajadores no están sindicalizados.

La propuesta del FTE de México es reorganizar al movimiento obrero de México, en 20 sindicaos nacionales de industria en otras tantas ramas de la producción.

Esta reorganización no es sencilla porque el sindicalismo en México fue infiltrado por la CIA norteamericana desde hace casi 100 años. Hoy, los sindicatos mexicanos están sometidos a rígidos esquemas de control burocrático por cúpulas corruptas. La situación es generalizada en todo el país y en todos los sectores. Existen 63 centrales y centralitas, las más importantes están afiliadas a la Confederación Sindical Internacional (CIS, antes CIOSL) y mantienen el control sobre los trabajadores mediante la corrupción y la violencia, siempre con el apoyo del gobierno pues se trata de un sindicalismo corporativizado con el Estado.

Históricamente, los sindicatos industriales existentes, como el petrolero y el de electricistas, los conquistamos en grandes jornadas de lucha, cuya experiencia sigue vigente. Lamentablemente, esos sindicatos han sido desnaturalizados.

¿Qué articulaciones son necesarias para que los sindicatos lleguen a la UIS MM y promover un cambio real de las condiciones de vida y trabajo de los mineros y metalúrgicos en el mundo?

Lo primero que se necesita es tener política. La UIS debe estar representada por alguien que sea trabajador del sector y llevar adelante un programa. A partir de la política se requieren acciones coherentes. La UIS del Metal, la fundamos hace poco tiempo. Con anterioridad tuvo un gran alcance. Hoy hace falta que la imagen de la UIS del Metal se afirme entre las bases de trabajadores del mundo, mediante acciones diversas, con iniciativas políticas y solidarias.

Los trabajadores mineros y metalúrgicos del mundo necesitan de una UIS actuante, de lucha, con propuestas y con política.

¿Puede una organización de los trabajadores - especialmente metalúrgica y minera - internacionalizado, sino también prestar atención a los problemas regionales? ¿Qué haría falta para crear las condiciones para ello?

Por supuesto, no solo puede sino debe. La UIS no debe estar encerrada, ni en las oficinas ni en un solo país. A los trabajadores del sector interesa lo que pasa en los demás países, regiones, continentes y en el mundo. Finalmente, tenemos los mismos problemas en todas partes y debemos dar una respuesta unificada a nivel mundial.

Lo que hace falta es interesarse en el asunto y dedicarle tiempo. La necesidad está presente y es muy vasta.

Este año, miles de mexicanos salieron a las calles, inicialmente convocada por el movimiento # YoSoy132, que protestó contra el neoliberalismo, la concentración de los medios de comunicación, el gobierno y la fuerte presencia de las empresas transnacionales. Algo similar ocurrió en Brasil en los últimos meses. A medida que el movimiento sindical puede crear cambios reales con otros movimientos sociales. Como los mineros y metalúrgicos de México estuvieron presentes y representados en estas manifestaciones. Con estas protestas, que fueron los logros y lo que aún se necesita más.

Lo ocurrido en México durante 2012 con el movimiento estudiantil fue una experiencia interesante pero políticamente limitada. Se privilegió el momento electoral pero se careció de política duradera. Como es otras ocasiones el movimiento estudiantil se caracteriza por ser fugaz, hace falta una organización y dirección política que permita la estabilidad. Para ello se necesita de la presencia de los trabajadores organizados.

Los mineros y metalúrgicos de México no participaron de nada. En este sector, la división sindical es muy fuerte, a la fecha hay cuatro diferentes sindicatos, todos corrompidos y antidemocráticos. Los trabajadores están ajenos a la lucha social. Las cúpulas sindicales no son auténticas.

El FTE estuvo presente con los estudiantes y continuamos, ahora en la lucha contra la reforma energética del gobierno que pretende, mediante reformas constitucionales regresivas, la privatización petrolera y eléctrica, desnacionalizando a estas importantes conquistas de los trabajadores y pueblo de México.

En esta lucha, el FTE está en la primera línea de combate. El FTE es la única organización obrera mexicana realmente afiliada a la FSM, con consecuencia política y con la mayor trayectoria clasista. También somos fundadores y afiliados a la UIS de la Energía y a la UIS del Metal. Pero hay enormes dificultades. En México hace falta, en primer lugar, recuperar a los sindicatos como instrumentos de lucha, pues hoy sirven al capital. En esta lucha, recuperar la independencia de clase, misma que fue perdida desde hace casi un siglo, es crucial.

El momento en México es de agresión severa por parte del gobierno, partidos políticos y corporaciones transnacionales. Está en riesgo la entrega de la soberanía energética al capital extranjero, conquistada en 1938 con la Expropiación petrolera y en 2960 con la nacionalización eléctrica.

Estimaríamos de la UIS del Metal, y de cada una de sus organizaciones afiliadas, que manifiesten su solidaridad con esta noble causa del pueblo de México, en defensa de su industria energética nacionalizada.

¡No a la privatización de la industria petrolera! ¡No a la privatización de la industria eléctrica!


Ref: 2013, elektron 13 (372) 1-3, 21 octubre 2013, FTE de México.



El FTE de México en defensa de los recursos naturales energéticos







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