Volumen 13, Número 269, octubre 24 de 2013
 


Shell pide la legislación secundaria



México posee amplias reservas de hidrocarburos pero se trata de recursos prospectivos, es decir, no descubiertos. Ahora lo dice un funcionario de la petrolera Shell. Para esta, hablar de reforma constitucional es importante pero lo es más la legislación secundaria. “El diablo está en los detalles”, dice.



Reflexión apropiada

En una nota fechada en Guadalajara, Jalisco, el periodista Roberto González refirió a las declaraciones de un alto funcionario de la petrolera Shell.

La reforma energética que propuso el gobierno para modificar la Constitución y permitir que Petróleos Mexicanos (Pemex) pueda compartir utilidades con compañías privadas “requiere una reflexión apropiada y tomar decisiones robustas que tengan en cuenta a la empresa petrolera de México”, sostuvo el brasileño Jorge Santos Silva, vicepresidente ejecutivo de Shell Exploración y Producción (González R., en la Jornada, p.27, 23 octubre 2013).

“México, como dice el director de Pemex, Emilio Lozoya, es uno de los diez poseedores de reservas petroleras más grandes del mundo”, apuntó. “Pero la mayoría de los recursos que tiene son prospectivos, o sea, hay un trabajo de exploración grande que hacer y una inversión grande a hacer”, mencionó Santos Silva, en un panel que compartió con el director de Pemex, en el foro México cumbre de negocios.

La opinión de Shell sobre la reforma energética que propuso el gobierno mexicano, apuntó Santos Silva, es que “requiere una reflexión apropiada, tomar decisiones robustas más una velocidad y calidad de implementación y gobernanza que permitan traducir en la práctica los objetivos iniciales de la reforma”.

Para el ejecutivo de Shell, empresa que opera en sociedad con Pemex una refinería en Deer Park, Estados Unidos, tan importante como la reforma constitucional propuesta por el presidente Enrique Peña Nieto es la forma en que el Congreso procese la legislación secundaria. Ésta será la que establezca la regulación de los nuevos artículos 27 y 28 de la Constitución, si es que es aprobada la participación de particulares en actividades hasta ahora reservadas al Estado.

Hablar de reforma constitucional en materia energética en México “ya es importante”, destacó el vicepresidente ejecutivo de Shell. Pero tan importante como la reforma constitucional es toda la reforma de la legislación secundaria, de los reglamentos, abundó. El diablo está en los detalles y es importante para el éxito que el detalle permita lograr los éxitos que se pretenden, aseguró.

Recursos prospectivos

Hasta ahora las transnacionales petroleras han estado en silencio. Salvo breves intervenciones, específicamente, de Chevron, esta es la segunda vez que se manifiestan respecto a la reforma energética que promueve Peña Nieto para desnacionalizar a Pemex y privatizarla.

El funcionario de la Shell pidió “reflexión profunda”. En efecto, debiera haberla, tanto por Peña Nieto como por las corporaciones pues, entregar la industria energética nacionalizada al capital extranjero es una traición en cualquier parte del mundo, sobre todo en los términos propuestos por Peña al precio de “regalo”. Lamentablemente, no hay ninguna reflexión al respecto.

La Shell pide “reflexión” para “tomar decisiones robustas”. ¿Más? Peña Nieto, más diputados y senadores, de casi todos los partidos políticos están por tomar las decisiones “más gruesas” posteriores a 1847, cuando se entregó más de la mitad del territorio mexicano a los norteamericanos. Hoy sería la otra mitad más 575 mil km2 de mar patrimonial.

Lo que pasa es que las corporaciones son pragmáticas. Para el funcionario de la Shell modificar la Constitución “es importante” pero lo que le interesa a las transnacionales son los “detalles”, mismos que estarán contenidos en la legislación secundaria.

Eso se hará, los mismos legisladores se encargarán de consumar el atraco. En la estrategia de Peña, primero hay que reformar a la Constitución. Hecho esto, lo demás sería más sencillo y se irán a fondo. Por el momento no se ha presentado ninguna propuesta formal pero sí se han anunciado diversas iniciativas privatizadoras de todo. Además, las corporaciones bien saben que las propuestas definitivas en la legislación secundaria serán consultadas con ellas mismas y serán formuladas a su gusto.

Lo que pasa es que el funcionario de la Shell sabe que lo que oferta Peña Nieto está perforado por la incertidumbre. Sí, se trata de recursos prospectivos, es decir NO descubiertos. Esos recursos, por ahora, NO existen. El volumen del que habla Peña y adláteres es el mismo del que habló Calderón, Kessel y otros en 2008. Incluso, sobre el aceite y gas de lutitas, lo que se oferta son recursos prospectivos.

Eso le da pretexto a las transnacionales para imponer condiciones adicionales y apropiarse las reservas ya descubiertas, especialmente, las probadas y, siempre, aquellas que se encuentren en aguas someras o intermedias, mismas que les aseguran cuantiosos negocios fáciles y baratos.

En aguas profundas el petróleo es caro

Continúo el vicepresidente de EyP de la Shell:

“Cuando pensamos en el detalle, hay que hablar un poco de las características de la industria petrolera hoy por hoy. Primero, que el tiempo del petróleo fácil terminó. No hay petróleo fácil. Lo hay en aguas profundas, en el Ártico y en yacimientos difíciles”, aseguró. Perforar un pozo y construir una plataforma en el Golfo de México cuesta alrededor de 2 mil 200 millones de dólares, y con los oleoductos, la inversión sube a 10 mil millones de dólares. “Es una industria de alto riesgo y de alta tecnología, y es importante que la legislación secundaria conozca las características específicas de la industria”, planteó.

En el mundo, dijo, hay una competencia muy clara por atraer inversiones para esta industria, que es de alto riesgo, elevada inversión y a largo plazo. “Para atraer inversión las palabras que me vienen a la mente son estabilidad, competitividad y transparencia de marco regulatorio. Y no sólo transparencia, sino en la aplicación del marco regulatorio”.

Ya no hay petróleo barato

Al imperialismo le interesa extraer el petróleo donde quiera que esté, sea en el Medio Oriente, el Artico o las Aguas profundas, como el Golfo de México, sea petróleo caro o carísimo. El problema es económico sí pero, ante todo, es político. Lo que pasa es que los intereses inmediatos de las corporaciones, relacionados con la tasa de ganancia, los lleva a la voracidad. Quieren el petróleo lo más barato posible.

Precisamente, lo que oferta Peña Nieto conduce a que las corporaciones se interesen en el petróleo accesible, es decir, el descubierto. El petróleo barato ya se acabó, dice el funcionario. Eso es en general, en México sigue siendo MUY barato. En 2011, el costo de extracción del barril de petróleo se ubicó en 6.12 dólares por barril y en 2012 se proyectó en 6.84, según información oficial de Pemex presentada en inglés a los inversionistas extranjeros. Eso es lo que hace que Pemex sea la petrolera más rentable del mundo. Ese negocio sí interesa a cualquier transnacional y mucho.

El funcionario de la Shell es borroso. Eso forma parte de su táctica para poner de rodillas al gobierno. NO les costará mucho porque si Peña propone REGALAR el patrimonio energético nacional, con inclinarse un poco más será suficiente.

¿Fortalecer a Pemex?

Para finalizar el funcionario de la Shell dijo:

La otra característica que consideró importante para México, es fortalecer Pemex. “La mayoría de negocios los hace Shell en alianzas con otras empresas. Así es hoy el mundo”. Citó el caso de Malasia, cuyo gobierno desarrolló un régimen que promueve la inversión extranjera y la asociación con la empresa nacional Petronas. En particular, dijo, han diseñado contratos en los que, a mayor complejidad técnica, mayor incentivo a la inversión foránea.

“Mi ambición es que un día, más temprano que tarde, lo podamos hacer con Pemex porque así se suele trabajar hoy en día en el mundo”. Una de las características de las petroleras nacionales es que son fuertes, con capacidad técnica y económica significativa y un grado de autonomía también significativo, añadió. Esto “sugiere que el resultado de la reforma energética en México debe ser la creación de un Pemex fuerte, con la capacidad de intervención importante”, sostuvo.

Peña propone destruir totalmente a Pemex

Es vergonzoso que hasta las propias transnacionales opinen que debe fortalecerse a Pemex. Peña Nieto y Videgaray proponen lo contrario. Con la reforma energética, y fiscal en materia petrolera, Pemex sería una industria desnacionalizada que sería convertida en empresa estatal. El cambio es drástico. Como empresa, así sea pública, Pemex se encargará de realizar solamente una parte del proceso de trabajo petrolero, la menor parte, el resto lo harían las transnacionales.

Además, las alianzas no serían con Pemex, incapacitada para realizar ninguna inversión. Los contratos los obsequiaría el gobierno en turno, seguramente a través de una oficina “reguladora” cualquiera. Ni siquiera podría haber supervisión, menos control. Eso es deliberado. Así, el grupo político de Peña Nieto podrá consumar el robo más descarado a la nación. Contradictoriamente, esas prácticas viciosas, que no son ajenas a las transnacionales, les producen incertidumbre. En efecto, la reforma de Peña es muy tosca e involucraría en el delito a las propias corporaciones.

Las transnacionales protegen sus intereses, evidentemente, pero más importantes son los intereses de la nación. La reforma de Peña Nieto no solamente es entreguista sino absurda. La explotación racional de los recursos naturales energéticos los debe hacer Pemex por administración directa. La privatización no es necesaria. Recursos financieros existen. Lo que falta es una Política Energética Independiente, radicalmente opuesta a la política energética oficial antinacional.


Ref: 2013, elektron 13 (374) 1-3, 22 octubre 2013, FTE de México.



Plataformas marinas en el Golfo de México





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