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En el sector energético se generalizó la extrema corrupción sindical. Los sindicatos, petrolero y electricista, construidos en memorables luchas, fueron desnaturalizados. Hoy, en ambos merodean la corrupción y la violencia. Los trabajadores petroleros y electricistas, en general, han abandonado sus elementales deberes de clase, viven en la apatía y la sumisión, ni siquiera son capaces de defender las conquistas laborales, menos aún los de la nación. En la industria nacionalizada, los trabajadores están al interior de los centros de trabajo en representación de la nación y de la clase. Pero no cumplen con estos deberes al estar maniatados por rígidos esquemas de control sindical. Así como es necesaria la reorganización democrática del movimiento obrero en grandes sindicatos nacionales de industria por rama de actividad económica y social, también se precisa del ejercicio de la democracia obrera, como medio para llevar adelante un programa propio de interés nacional y con independencia de clase. La Política Energética Independiente propone:
Una tarea de alta importancia es la lucha en
el espacio del saber, para formular y desarrollar las propuestas de la
Política Energética Independiente, misma que propone:
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