Volumen 13, Número 259, agosto 20 de 2013
 


Tarifas eléctricas aumentarán más con la privatización



Reducir las tarifas eléctricas es el objetivo de la reforma energética de Peña Nieto, dice Coldwell. Para lograrlo, el gobierno propone desnacionalizar a la industria eléctrica. Se trata de un círculo viciado. El aumento de tarifas se debe a la privatización furtiva, con mayor privatización habrá mayores aumentos. La propaganda oficial carece de sustento, solo pretende engañar a la población.


Argumentación falaz del gobierno

Con la promesa de que bajarán las tarifas eléctricas y los precios de las gasolinas, el gobierno del PRI justifica el asalto a la nación. Para ello, reformará la Constitución y pondrá fin a la Expropiación petrolera de 1938 y a la Nacionalización eléctrica de 1960.

Aún si fuera cierto, esos objetivos son muy pobres comparada con la pérdida del patrimonio energético de la nación. Pero se trata de mentiras. Las tarifas eléctricos y precios de los combustibles no se deben a que Pemex y la CFE sean industria nacionalizadas sino a la antinacional política petrolera y eléctrica seguidas por los gobiernos en turno.

Al respecto, no se proponen cambios, por el contrario el gobierno federal insiste en la continuación de una política energética incorrecta y lesiva para la mayoría de los mexicanos.

En entrevista con el diario “El Financiero, Pedro Joaquín Coldwell, titular de la secretaría de energía (Sener) dijo que: Si vemos las tarifas de luz, las no subsidiadas ya estamos en incrementos absolutamente inadmisibles. La tarifa de la industria es 84 por ciento más cara que del otro lado de la frontera, la de comercio 100 a 120 más cara. La residencial de alto consumo, mucho más, casi llega al 148 por ciento” (El Financiero, 16 agosto 2013).

Según el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), el índice de tarifas eléctricas industriales de alta tensión era de 33.7 en el año 2000 y ha venido aumentando sucesivamente, en julio de 2013 llegó a 102.6 con tendencia ascendente.

En el caso de la tarifa doméstica de alto consumo (DAC), Coldwell dice que se ha llegado al 148 por ciento. No indica en qué período pero se queda corto, el incremento es mayor desde los acuerdos al respecto impuestos por Fox. Aún el consumo doméstico expresado en la Tarifa 1 ha tenido fuertes incrementos, determinados por al secretaría de hacienda.

En todos los casos, la causa está en la privatización eléctrica furtiva que Coldwell no menciona pero, contradictoriamente, promueve.

La causa está en la privatización eléctrica

Coldwell señala que el objetivo principal de la reforma energética en la rama eléctrica es reducir las tarifas para incrementar la competitividad. “La reforma de la competitividad es la eléctrica”, dijo y agregó que “una de las causas de las altas tarifas tiene que ver con el desabasto de gas”.

Precisamente, sin disponer de suficiente gas para atender la demanda interna, desde 1992 los sucesivos gobiernos han impulsado la instalación de centrales eléctricas del tipo ciclo combinado a base de gas natural. El titular de la Sener, sin embargo, omite las causas del desabasto y no plantea modificar la política petrolera y eléctrica oficial.

¿Cómo es que Pemex sigue con una alta plataforma de producción, aún cuando el declive de Cantarell, Ku-Moob-Zaap y otros activos petroleros están a la baja desde 2004, y hay desabasto de gas natural? ¿Porqué Cantarell fue literalmente quebrado?, precisamente, por la irracional política petrolera oficial. Esta privilegió la extracción rápida y cuantiosa dilapidando las reservas probadas de hidrocarburos. Para ello, inyectó nitrógeno en los yacimientos. El resultado: logró una cuantiosa extracción de crudo para la exportación y quema el gas asociado en la atmósfera, sin procesar ese gas amargo contaminado.

Al mismo tiempo, prácticamente todas las centrales de las transnacionales que generan para la CFE, en la modalidad privatizadora de “Productores externos de energía” son plantas a base de gas natural. La contribución de éste, según la Estrategia Nacional de Emergía (ENE) es del 47%. Pero, en vez de corregir, se proyecta alcanzar el 72% hacia el fin del sexenio.

¿Cómo se adquiere el gas que se requiere? Importándolo. Sí, la CFE lo importa mediante un contrato con la española Repsol. Esta gasera (que no posee gas), lo compra en Perú a precios bajos y lo vende a la CFE a precios altísimos. Repsol se ha negado a respetar los convenios previos. El índice de precios internacionales en Estados Unidos está en 3.5 dólares el millón de BTUs pero Repsol lo vende ala CFE en 21 dólares como si se tratara del gas de Asia. La CFE, a su vez, lo entrega a las transnacionales para que éstas generen la energía que le venden a la propia CFE.

Consecuentemente, la CFE pierde al proporcionarles a las corporaciones el gas barato mientras les compra cara la electricidad.

La CFE se ha venido convirtiendo en una revendedora de la energía eléctrica, misma que compra cara y debe vender más cara. Es, entonces, la privatización eléctrica furtiva la causante de la elevación de tarifas.

La industria es el sector que más consume electricidad, por tanto, debe pagar más. Pero no es así, los precios por kWh son menores a otros sectores. En el caso de la tarifa DAC, propuesta por Fox, hay una evidente trampa, de manera que, quienes rebasan cierto nivel de consumo son atrapados por altas tarifas de las que difícilmente pueden escapar.

En el caso de la Tarifa 1, que representa al mayor número de usuarios (32 millones 189 mil 614 en 2012, de un total de 36 millones 389 mil 804, es decir, el 88.5%) hay un incremento sostenido en las tarifas, aparte los errores y abusos de los españoles encargados de la facturación eléctrica.

¿Por qué ocurre esto? Por la privatización eléctrica. Eso, no obstante que se otorgan cuantiosos subsidios. En 2012 fueron 77 mil 36 millones de pesos, en su mayor parte a cargo de la CFE pues, el gobierno federal le restituyó apenas 44 mil 779 millones de pesos, ocasionándole a la CFE un déficit de 32 mil 257 millones de pesos que no le fueron reintegrados.

Sin esos subsidios, las tarifas domésticas serían alarmantes. Eso ocurrirá, precisamente, con la privatización que propone Peña Nieto. Las razones son obvias: toda transnacional que genere y comercialice electricidad la venderá más cara que la CFE porque, uno, toda empresa privada adiciona a los cotos de producción un porcentaje de ganancia, ese es su negocio y, dos, ninguna transnacional ofrecerá ningún subsidio.

Esto es, la política eléctrica oficial seguida, al menos desde 1992 es lesiva a la nación y, con mayor privatización será peor. El precio medio de la CFE fue en 2012 de 1.491 pesos por kWh. Las transnacionales venderán más caro, jamás será a la inversa. Ese escenario ominoso ya se vivió en México, antes de 1960.


Ref: 2013, elektron 23 (259) 1-2, 19 agosto 2013, FTE de México.





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