Volumen 13, Número 251, mayo 15 de 2013
 


Manifiesto FTE del 1º de mayo



Manifiesto del FTE en el centenario del 1º de mayo en México.



Este 1º de mayo se cumplen 100 años de la conmemoración de esta fecha en México. En el mundo la jornada internacional de lucha obrera se había iniciado, desde 1990. Aquel 1913, la marcha y mítines realizados fueron muy concurridos. Su importancia política estuvo en haber reivindicado la jornada de las 8 horas y por haberse realizado en el contexto de una dictadura militar golpista, durante la Revolución Mexicana que los obreros no apoyaron.

En la primera vez, los actos fueron diversos y disímbolos, incluyendo la fiesta, la diversión y la sumisión a políticos nefastos. Lo peor fue el pacto de la Casa del Obrero Mundial con Carranza, para  que los obreros fueran armados y combatieran contra Villa y Zapata.

La sumisión a los gobiernos en turno fue la característica adoptada muy temprano, expresada en el corporativismo, económico y político, del sindicalismo oficial con el Estado, fenómeno de degeneración sindical llamada “charrismo”.

El charrismo, conocido por la antidemocracia, la corrupción, la represión obrera y la violencia, pronto se volvió una superestructura, infiltrada y controlada por las agencias del imperialismo, como una estrategia para someter a los trabajadores y ponerlos al servicio del capital.

Hoy, el sindicalismo mexicano se caracteriza por su fragmentación extrema, en miles de falsos sindicatos, convertidos en simples negocios turbios, y otros, reconocidos oficialmente sujetos al charrismo en sus diversas modalidades.

Pero, en 100 años también han existido luchas, algunas muy relevantes, especialmente durante la década de los 30´s, y después con las Jornadas Nacionales por la Democracia Sindical que, en los 70´s, permitió un surgimiento de la insurgencia obrera. Lo mejor de esa época fue el logro de la Expropiación petrolera de 1938 y la Nacionalización eléctrica de 1960, destacando las aportaciones programáticas de la Tendencia Democrática del SUTERM.

En varias ocasiones hemos sufrido serias derrotas, en un desigual enfrentamiento con el Estado, que ha anulado el derecho de huelga, atropellado los derechos sociales, usurpado a los sindicatos y enajenado la conciencia proletaria.

La enajenación lleva ya un siglo y se sigue careciendo de una organización política verdadera. Con la caída del socialismo europeo, se ha impuesto la ideología burguesa del posmodernismo y supuesto fin de la historia.

Actualmente, los trabajadores mexicanos enfrentamos la ofensiva neoliberal impuesta por los organismos financieros del imperialismo y gobiernos en turno. Las corporaciones transnacionales han invadido a México, para apoderarse de gran parte del territorio nacional, de los recursos naturales de la nación, de las funciones estratégicas de los procesos de trabajo fundamentales, especialmente de la energía, minería y telecomunicaciones, apropiándose del agua, el viento, los energéticos, los minerales y el espacio radioeléctrico.

La política generalizada de privatizaciones tiene a cambiar a la nación por una esclavizada al capital, con la consecuente pérdida de derechos sociales, de soberanía y autodeterminación.

En estas condiciones, el FTE de México propone replantearnos las tareas políticas para reorganizar al movimiento obrero, recuperar la independencia de clase y dinamizar socialmente a la nación, en un proceso organizado y conciente.

Esta tarea pasa por conquistar la democracia obrera en los sindicatos, expulsar al charrismo y avanzar en los espacios, obrero y social, para trasformar a fondo a México.

La resistencia y las luchas obreras existen pero de manera fragmentada, sectorial y limitada. Es necesario articular las fuerzas, forjando la unidad orgánica y política, en lucha por un programa común, impulsando el desarrollo de la conciencia, la identidad de clase y la solidaridad.

No es posible enfrentar al capital transnacional solo a nivel local o gremial. Necesitamos integrarnos en una organización estructurada y entrelazada a nivel nacional e internacional, incorporando a las nuevas generaciones de trabajadores, a los jóvenes, las mujeres y, también, a los adultos mayores.

El actual régimen político encabezado por el PRI, en alianza con los demás partidos políticos oficialistas, no representa el interés ni de los trabajadores ni de la mayoría de la población. Peor aún, gobierna solo para la acumulación de capital, y, literalmente, está entregando a la nación.

Debemos recuperar a la marcha del 1º de mayo en todo el país, lo que supone hacerlo con todos los sindicatos, que siguen siendo necesarios para la resistencia cotidiana al capital. Pero, también es preciso avanzar y comprender cabalmente que toda lucha económica siempre deviene en lucha política y, para extender y consolidar el movimiento, se requiere de la lucha conjunta de los trabajadores en alianza con otros sectores explotados, incluyendo a los desempleados y subempleados.

La tarea dista de ser sencilla y los trabajadores concientes debemos ser los primeros en proceder consecuente y coherentemente, en México y en el mundo.

La lucha contra las privatizaciones, la defensa y mejora de las conquistas laborales y sociales, las libertades políticas, son aspectos cruciales del momento. Hemos perdido mucho y debemos orientar nuestras luchas en unidad política para re-nacionalizar los sectores estratégicos de la economía, tales como, los hidrocarburos y la energía eléctrica, entre otros.

Enfrentamos al imperialismo en sus expresiones concretas, a sus organismos financieros internacionales, a las transnacionales y gobiernos a su servicio, al charrismo sindical y a los partidos oficialistas. El conjunto de estos aparatos sigue una política hacia el exterminio de la nación y la relación política de fuerzas nos sigue siendo desfavorable. Por ello, el reagrupamiento de las fuerzas obreras y sociales es una prioridad.

Las movilizaciones del 1º de mayo en México siguen siendo desde hace cien años las más numerosas y eso representa una conquista obrera. Pero el número por sí solo no determina, hace falta la política. Llamamos a otro Comenzar de nuevo, para reorganizar al movimiento y orientarnos por un camino verdaderamente independiente.


¡Este puño sí se ve! ¡Venceremos!


Este 1º de mayo de 2013, el FTE participará en la Marcha Independiente. Cita: Paseo de la Reforma esquina Morelos (Glorieta a Colón), 10 hs., para marchar hacia el Zócalo capitalino.



Fuente: 2013, elektron 13 (121) 1-2, 1 mayo 2013.





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