FTE 
MEXICO
 e n e r g i a 
PERIODICO DEL FRENTE DE TRABAJADORES DE LA ENERGIA DE MEXICO
 Vol. 2, No.25         Junio 15 de 2002
Declaración del FTE

A los senadores Manuel Bartlett (PRI) y Demetrio Sodi (PRD), el Frente de Trabajadores de la Energía (FTE) de México entregó personalmente diversos documentos, entre otros, denuncias documentadas sobre los ilegales permisos otorgados por la Comisión Reguladora de Energía (CRE).

 

LA NUEVA ETAPA DE LUCHA
CONTRA LA PRIVATIZACION

Las resoluciones emitidas por el Senado de la República y por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los días 24 y 25 de abril del presente año, son dos acontecimientos de una valía extraordinaria, en tanto que representan circunstancias inéditas y novedosas del acontecer político nacional y que a continuación se señalan:

  1. Por vez primera en la historia política del país, dos poderes de la Federación: el Senado de la Republica y la Suprema Corte de Justicia de la Nación, estos representan el primero al Legislativo y el segundo al Judicial, se enfrentan al poder Ejecutivo de manera clara y abierta en un asunto esencial para el futuro de nuestro país: la soberanía energética nacional.
  2. Los principales argumentos contenidos en las resoluciones arriba señaladas, recuperan las mismas razones históricas, políticas y técnicas, que diversos grupos sociales y políticos de la oposición, ofrecimos y planteamos para rechazar los proyectos privatizadores de la Industria Eléctrica, que han pretendido imponer tanto Ernesto Zedillo como Vicente Fox.
  3. Los Poderes Legislativo y Judicial, por diversos intereses e intenciones, recogieron y expresaron el extenso y profundo rechazo de millones de Mexicanos, integrantes de todas las clases sociales, a la privatización eléctrica.
  4. Las resoluciones de referencia validan, justifican y respaldan, el pensamiento y el accionar de las diversas Fuerzas Populares y Patrióticas que luchamos en la defensa del Patrimonio y la Soberanía Nacionales y en especial, de la Industria Eléctrica Nacionalizada.
  5. En este diario batallar, el Movimiento 27 de Septiembre del SME y el Frente de Trabajadores de la Energía, junto con otras organizaciones, realizamos nuestra aportación incorporando elementos de juicio y de análisis, que junto a la actividad organizativa y política desplegada tanto en lo interno del Sindicato como fuera de él, contribuyeron en la determinación jurídica y política que adoptaron el Senado y la Suprema Corte.

EL CARÁCTER DE LOS PROYECTOS DE REFORMA ELECTRICA.

El contenido esencial de las propuestas de reforma eléctrica del PRI y del PRD, carece de consistencia histórica y política así como de coherencia técnica, por las razones siguientes:

  1. Fueron presentadas en un escenario político cuyo eje central era el debate sobre una reforma eléctrica, que consideraba modificaciones al texto constitucional, particularmente a los párrafos I y IV del articulo 25, VI del articulo 27 y IV del articulo 28 de la Carta Magna, y por tanto ignoraban el carácter y el contenido que la resolución del la SCJN incorporaría, a partir de que es emitida.
  2. Los proyectos priista y perredista avalan el abandono gradual de las Obligaciones y Facultades Constitucionales que el Estado Mexicano ha venido practicando, cuando menos de 1982 a la fecha, en lo que se refiere a los artículos 25, 27, y 28, particularmente en materia eléctrica.
  3. Esta política del Estado ha mantenido inconclusa la Nacionalización Eléctrica de 1960, sosteniendo una división ficticia con dos grandes empresas eléctricas, impidiendo su cabal integración técnica, operativa y financiera separándolas, además, de los institutos responsables de la investigación científica y el desarrollo tecnológico del sector.

    Lo anterior coincide con los planes e intereses del imperio norteamericano y de sus instrumentos financieros: El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, en términos de imponerle a las empresas publicas, dinámicas empresariales de carácter privado (fines de lucro, criterios de rentabilidad, índices de productividad, etc.) al insistir que funcionen bajo la lógica de una supuesta e irreal Autonomía presupuestal y de gestión.

  4. Los proyectos de referencia son convergentes con las propuestas neoliberales, al cuestionar y modificar inconstitucionalmente, el concepto sobre el carácter de servicio publico de la energía eléctrica, tal como lo establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en sus artículos 25, 27 y 28, al aceptar, prácticamente las modificaciones salinistas de 1992 a la Ley de Servicio Publico de Energía Eléctrica que amplió y desnaturalizó la figura del Autoabastecimiento y creó figuras nuevas como son cogeneración, pequeña producción, producción independiente, generación para exportación e importación de electricidad.
  5. Finalmente, dichos proyectos permiten y aceptan la apertura a la inversión privada extranjera en generación, el establecimiento de un mercado eléctrico mayorista para los grandes consumidores en Alta y Media tensión y el fortalecimiento de la Comisión Reguladora de Energía, engendro salinista cuya principal actividad ha sido el otorgamiento ilimitado e inconstitucional de permisos para la generación privada.
Todo ello amparado en los mitos neoliberales del libre mercado y la "sana competencia": garantizar el abasto, mejorar la calidad y la eficiencia de la energía, reducir costos y facilitar la libre selección del proveedor. Lástima que las experiencias internacionales demuestran que el panorama real es totalmente distinto.

La desregulación eléctrica ha generado graves crisis de suministro y propiciado la reintegración de monopolios energéticos transnacionales (asociados ahora con el subsector gas natural) con las respectivas implicaciones de macro-corrupción que propicia. Enron es apenas una advertencia de lo que está sucediendo en lo profundo del modelo neoliberal.

Lo indicado implica la aceptación tácita del desmantelamiento de las funciones en la organización integral y vertical de la industria, es decir, la separación de la generación respecto de la transmisión, la transformación, la distribución y la comercialización de la energía eléctrica.

Este acto da lugar a la constitución furtiva de una verdadera "Industria Eléctrica Mejicana" (como la denominan desde ya algunos consultores en el extranjero), de propiedad totalmente privada, y que abarca desde la planeación, diseño, construcción, operación y mantenimiento de instalaciones para generación de energía eléctrica e instalaciones relacionadas, hasta la generación y comercialización de energía eléctrica, mediante infinidad de empresas, subsidiarias de las grandes transnacionales, que nacen, crecen, se reproducen y mueren, según la conveniencia de la "ingeniería financiera" privatizadora.

NUESTRA PROPUESTA POLITICA

Con la actual correlación de fuerzas en el Congreso de la Unión, se pondrá a prueba la voluntad política y el perfil programático de las diversas fracciones parlamentarias para poner a salvo el patrimonio nacional y la soberanía energética del país o, en su defecto, entregarlo a las manos siempre voraces del imperio y a sus empresas transnacionales.

Por nuestra parte, los trabajadores y el pueblo, agrupados en sindicatos y organismos sociales, populares y políticos, tenemos la obligación de señalar aquellos aspectos centrales que debe contener una nueva ley reglamentaria en materia eléctrica, para mantener intocados los preceptos constitucionales ya señalados, y dispuestos a movilizarnos en su defensa, manteniendo una estricta vigilancia sobre las discusiones que habrán de darse en el Congreso de la Unión.

1.- La Nación debe reservarse, para sí, la exclusividad de las áreas estratégicas, y en particular la Energía Eléctrica

Cualquier discusión sobre Reforma Eléctrica, aún en términos de leyes reglamentarias, debe proteger y mantener lo establecido en los párrafos I y IV del artículo 25, y IV del 28 Constitucionales, respectivamente. Que señalan con toda claridad el derecho de la Nación a preservar su soberanía energética al determinar que “El sector público tendrá a su cargo, de manera exclusiva, las áreas estratégicas que se señalan en el artículo 28, párrafo cuarto de la Constitución, manteniendo siempre el Gobierno Federal la propiedad y el control sobre los organismos que en su caso se establezcan.”

Más aún, sostenemos que deben darse pasos firmes y sólidos para concluir el proceso de Nacionalización que inició en 1960, con la adquisición de las acciones de la vieja Mexican Light and Power Company y continuó con la Unificación de Frecuencia, la Interconexión Eléctrica (ambos, pasos entre Compañía de Luz y Fuerza del Centro, y Comisión Federal de Electricidad), que propició un acelerado proceso de electrificación, que hoy alcanza ya mas del 95 % de la población total de nuestro país.

No nos queda la menor duda, que para enfrentar con verdadero éxito la globalización neoliberal e imperialista, cuyo anhelo es el regreso a los tiempos ya idos del porfirismo para apropiarse de nuestras industrias estratégicas, solo podrá realizarse construyendo una poderosa empresa eléctrica nacional. En una palabra, la plena integración operativa, organizativa y financiera del Sector Eléctrico Nacionalizado y la Unidad Democrática de los trabajadores serán las palancas de defensa más eficaces para vencer la necedad y la voracidad de los neoliberales.

Obstáculos existen muchos; los organismos financieros internacionales, las empresas eléctricas multinacionales, el gobierno foxista, los lideres charros del SUTERM, etc., etc. Pero la lucha que los electricistas hemos dado para otorgarle a la Nación, la propiedad y el control de nuestra industria, nos indica que ese es el verdadero camino patriótico y soberano, y al mismo tiempo, digno de nuestra larga historia proletaria.

2.- El Legislativo debe preservar el concepto original de
Servicio Publico de Energía Eléctrica

Es este un elemento central en la discusión actual, es la raíz misma de cualquier propuesta sobre una nueva ley eléctrica. Este concepto fue mutilado y deformado a capricho por el salinismo, mediante las aberrantes modificaciones a la Ley de Servicio Público de Energía Eléctrica (LSPEE) realizadas en 1992, en provecho de los intereses imperiales de los Estados Unidos en el marco del tratado de libre comercio.

Mucho se ha discutido sobre los alcances y características de la conceptualización de Servicio Público de energía eléctrica, pero a nuestro parecer la concepción más acertada es la establecida en la LSPEE aprobada en 1975, por lo que debe recuperarse tanto su espíritu como su letra, en tanto es plenamente congruente con el párrafo VI del articulo 27 Constitucional, al establecer que “Corresponde exclusivamente a la nación generar, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica que tenga por objeto la prestación de servicio público”. “En esta materia no se otorgarán concesiones a los particulares y la nación aprovechará los bienes y recursos naturales que se requieran para dichos fines.”

Por lo tanto, deben eliminarse las nuevas figuras introducidas en 1992, que sólo han servido como verdaderos instrumentos para la privatización encubierta e ilegal, que ha venido llevándose a la práctica, desde las altas esferas gubernamentales, de Salinas pasando por Zedillo y ahora con Fox, igualmente debe limitarse al autoabastecimiento a la situación original de la ley de 1975.

3.- El Ejecutivo Federal debe retornar a la normalidad
Constitucional en materia eléctrica

Los dictámenes emitidos por el Senado de la República y por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, representan un triunfo importante para México, para los trabajadores y el pueblo, en su lucha por mantener la Soberanía Energética y preservar el Patrimonio Nacional. Por ello, es imperativo que el Poder Ejecutivo Federal, restablezca la Legalidad Constitucional y el Estado de Derecho, que tanto alardea promover y defender, por lo que debe de actuar de inmediato:

a).- Otorgando recursos suficientes a la Industria Eléctrica Nacionalizada

Es preciso detener la política deliberada de asfixia y recorte presupuestal, a que son sometidas las empresas eléctricas, bajo el infantil “argumento” de la falta de recursos, y que lo poco de lo que se dispone, se debe canalizar “al combate a la pobreza”. Cuando está reconocido que uno de los principales indicadores de la calidad de vida de la población de un país, lo es precisamente, el consumo “per capita” de energía eléctrica.

Para tal fin, es necesario que el Congreso de la Unión establezca un porcentaje fijo del Producto Interno Bruto (PIB) a efecto de garantizar electricidad barata para toda la población, y resarcir así, la enorme deuda social para con los más pobres de nuestra Nación.

b) Procediendo a desaparecer a la Comisión Reguladora de Energía

Por ser el organismo privatizador que, contraviniendo el espíritu de nuestra Carta Magna, ha venido otorgando permisos, inconstitucionalmente para generación eléctrica a capitalistas privados, especialmente extranjeros, en forma ilimitada, sospechosa y fraudulenta (según ha establecido la Corte).

c) Deteniendo la puesta en práctica del Mercado Eléctrico en México

Modelo privatizador que pretende ser impuesto por el Banco Mundial a nuestro país, con la abierta complicidad del “gobierno del cambio”. Modelo que ha demostrado su más absoluto fracaso en todos los países en los que ha sido impuesto, y cuyo caso más trágico lo representa el Estado de California, en la Unión Americana con todo el lodazal de corrupción, manipuleo de estados financieros, alza de tarifas, tráfico de influencias gubernamentales, atraco de las pensiones obreras, etc., etc.

d) Revocando todos los permisos para generación otorgados a las empresas privadas

Toda vez que como ya lo ha establecido la Corte, dichos permisos son Inconstitucionales y representan un Fraude a la ley, y cuyo mejor ejemplo lo tenemos, con el permiso otorgado por la Comisión Reguladora de Energía el 10 de enero de 2002, con el número E/205/AUT/2002, a Iberdrola Energía de Monterrey S.A., para generar 619.3 MW en la modalidad de ¡Autoabastecimiento!, y que, juntando la generación total de “sus” plantas (2.193 MW de potencia) la colocan como el mayor generador privado del país. Iberdrola tiene ya mayor capacidad instalada, y "vende" más energía al servicio público que la propia LyFC.

4.- La clase obrera y el pueblo en la diputa por la Nación

Ante el inmenso reto planteado por las fuerzas reaccionarias y las clases explotadoras, de entrega descarada de nuestros recursos naturales y energéticos, en abierta sumisión a los designios imperiales de los Estados Unidos, los trabajadores y la población mexicana, junto con el Sindicato Mexicano de Electricistas y las diversas organizaciones patrióticas y democráticas, entre ellas, sin duda alguna, el Movimiento 27 de Septiembre y el Frente de Trabajadores de la Energía, estaremos vigilantes y dispuestos a defender lo más sagrado que poseemos, la raíz misma de la Patria: Nuestros derechos de Clase y la Soberanía Nacional.

Ciudad de México, 9 de julio de 2002.

Movimiento 27 de Septiembre del SME

Frente de Trabajadores de la Energía, de México

Responsables de la publicación:
José Manuel Pérez Vázquez, comisión política del FTE, frente@fte-energia.org;
Juan Carlos Escalante, comisión de energía del FTE, prensa@fte-energia.org

¡No a privatización Eléctrica! ¡Sí a Integración Industrial! FOTO: m27_sme


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