Volumen 13, Número 246, marzo 30 de 2013
 


Violento enfrentamiento en Juchitán



La persistente provocación de las transnacionales eólicas en el Istmo de Tehuantepec está dando resultados. Indígenas zapotecos fueron enfrentados por la policía. El saldo: muchos heridos de ambos lados. Es una llamada de alerta a los gobiernos federal y local omisos. Las transnacionales se muetsran dispuestas a generalizar la violencia e imponerse a la fuerza.


Violencia auspiciada por los españoles

Lo que se temía ya está ocurriendo. En Oaxaca las transnacionales acuden a la violencia con el apoyo d ela fuerza pública local.

Al menos 32 policías estatales heridos –tres de gravedad– y 11 indígenas zapotecos heridos dejó un enfrentamiento surgido cuando los agentes intentaron retirar una barricada instalada para impedir la construcción del parque eólico Fuerza y Energía Bii Hioxho, propiedad de la empresa española Gas Natural Fenosa, informó Protección Civil del Istmo (Moreno M., Vélez O., Rojas R., en La Jornada, p.32, 27 mar 2013).

Los indígenas y pescadores miembros de la Asamblea Popular del Pueblo Juchiteco (APPJ), bloquearon desde la noche del domingo (25 d emarzo) el camino de Playa Vicente que conecta con la capital de Oaxaca y con Veracruz. Este martes unos 140 agentes acudieron al lugar y con gases lacrimógenos, toletes y disparos al aire intentaron dispersar a los quejosos, pero los indígenas se defendieron con palos y piedras.

Los pobladores responsabilizaron de la situación al gobierno estatal y a los presidentes de Gas Natural Fenosa y Mareña Renovables por negarse a iniciar un diálogo y atender la demanda de suspensión de los proyectos eólicos tanto en Playa Vicente como en la Barra Santa Teresa, municipio de San Dionisio del Mar.

Los opositores al proyecto argumentan que éste afectará las zonas de pesca de donde subsisten cientos de familias.

De los 32 policías estatales que resultaron heridos, ocho ingresaron al hospital general Macedonio Benítez Fuentes de Juchitán, tres con fractura cráneo encefálica. Fueron trasladados al hospital de Especialidades de Salina Cruz y uno a la ciudad de Oaxaca.

El resto de los uniformados recibió el servicio médico en la vía pública, en una calles aledaña al Hospital de Juchitán, por paramédicos de la Cruz Roja y del grupo Rescate.

Los pobladores no permitieron el ingreso de las ambulancias para ser atendidos. Sin embargo, Carlos Sánchez, de Radio Totopo, quien cubría el desalojo, resultó con una fractura en el brazo izquierdo. El comunicador denunció que al filo de las 23 horas personas no identificadas realizaron un atentado contra la radio comunitaria, le cortaron la luz y se llevaron el medidor. “Los compañeros de la asamblea pudieron conectar el servicio aun sin el medidor”, informó. Denunció vía telefónica que ha recibido varias amenazas contra su vida.

El vocero de la Asamblea de Pueblos en Defensa de la Tierra, Mariano López Gómez, dijo que luego de 40 minutos de enfrentamiento los policías detuvieron a cinco indígenas que participaron en la trifulca. Entonces la gente retuvo a la policía Liliana Sánchez Sánchez con la intención de intercambiarla por los detenidos.

Advirtió que no retirarán el bloqueo hasta que la empresa española se comprometa a suspender la construcción del parque eólico.

Política oficial colonialista

La situación en la región oaxaqueña del Istmo está llegando a límites intolerables. Como a las transnacionales españolas no les bastó corromper a las autoridades locales y dividir a las comunidades, procede a la violencia. Para ello cuenta con la policía local, grupos de choque y quienes aceptaron rentar sus tierras. Así, el conflicto aparece como interno, entre mexicanos.

En ese falso escenario, las transnacionales apoyadas por el gobierno federal y local, aparecen como pobrecitos inversionistas que arriesgan sus capitales y no pueden recuperar ganancias. Pero, esta película no es de buenos y malos, ni siquiera es personal.

De lo que se trata es de rechazar el despojo colonialista que las transnacionales hacen de los recursos naturales, en este caso, la tierra y el viento. Es un despojo porque la propiedad de esos recursos no les pertenece, ni a las transnacionales ni a los gobiernos, la propiedad es nacional y tiene carácter colectivo. De manera que tampoco se pueden vender ni rentar las tierras en actos unilaterales.

El gobierno estatal traiciona a su propio pueblo al solapar a las transnacionales, lo mismo hace el gobierno federal. Esa es la modernidad de que hablan Peña Nieto y Videgaray. La modernidad entendida como la apropiación violenta, por parte de las transnacionales, del patrimonio colectivo de la nación. Esa "modernidad", sin embargo, no tiene nada de "moderno", son los viejísimos métodos de apropiación que utilizaban los españoles en tiempos de la Colonia.

El FTE manifiesta su solidaridad con las comunidades opositoras a las transnacionales eólicas y exige la cancelación inmediata de los ilegales permisos de generación eléctrica, obsequiados por la Comisión Reguladora de Energía (CRE), oficina privatizadora del Banco Mundial en México. Exigimos a los gobiernos federal y local el respeto a las comunidades, a su territorio y derechos sociales.


Fuente: 2013, elektron 13 (90) 1-2, 30 mar 2013.



Las tierras, el viento y demás recursos naturales NO son del gobierno ni de las transnacionales





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