El gobierno citó a Juan Díaz de la Torre, éste regresó a la reunión magisterial y los maestros lo “eligieron”, de acuerdo a la propuesta oficial. Lo primero que hizo el nuevo charro fue avalar la reforma educativa y dar instrucciones para aplacar las protestas. Los maestros son tratados como cosas, lo peor es que lo aceptan sin chistar. La oposición esperaba “democracia”. ¡Qué patético!

Durante la tarde del 26 de febrero de 2013, el gobierno de Peña Nieto detuvo a Elba Esther Gordillo, imputándole acusaciones que le impiden la libertad bajo caución. El significado más importante no es el económico sino el político. Elba es responsable de muchos delitos que ahora se los hicieron efectivos al caer en desgracia política.

En Guadalajara la estaban esperando los delegados a una reunión de la 36 sesión ordinaria del Consejo Nacional del Sindicato de Trabajadores de la Educación (SNTE). Elba no llegó, en Toluca fue detenida. Entre los delegados todo fue sorpresa y desconcierto. Entonces, decidieron atrincherarse, no emitir ninguna declaración y esperar.

¿Qué pasó? Juan Díaz de la Torre, secretario general nominal del SNTE y empleado cercano a Elba Esther declaró su “lealtad, cariño y solidaridad con la maestra”. Pero, enseguida fue llamado por la secretaría de gobernación. Viajó de inmediato a la ciudad de México y volvió enseguida. El Consejo acordó nombrarlo en sustitución de Elba Esther. Los delegados lo aprobaron por unanimidad.

Juan Díaz de la Torre fue electo como presidente del Consejo General Sindical para el Fortalecimiento de la Educación Pública, en sustitución de Elba Esther Gordillo Morales, por lo que queda al frente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) con 268 votos en favor (Poy, L. Partida J.C., Ferrer M., en La Jornada, p.8, 28 feb 2013)

Lo anterior, luego de que se acató una decisión de Los Pinos, en la que se habría condicionado el apoyo a la actual dirigencia a no meterse con el caso de Elba y alcanzar soluciones en materia de la negociación salaria y de la reforma educativa, de acuerdo con afirmaciones de integrantes de la cúpula de la organización, quienes admitieron: Muerto el rey, viva el rey.

Tras la detención de Gordillo Morales, el acuerdo para mantener a Díaz de la Torre se habría cerrado en una negociación con el gobierno de Enrique Peña Nieto, después de que el dirigente viajó a la ciudad de México, donde se habría reunido con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien le transmitió el mensaje del Presidente.

De la noche a la mañana todo cambió. ¿Cuál lealtad, cuál solidaridad, cuál cariño? Simplemente, se acató la voluntad del gobierno. Elba Esther tras las rejas y sus compinches encumbrados por el gobierno como los nuevos charros.

Con un llamado a la unidad y a mantener la representatividad nacional y el carácter democrático (sic) del gremio magisterial, Juan Díaz de la Torre pronunció su primer mensaje como presidente y secretario general del SNTE, en el que hizo patente su comproniso con la transformación del gremio y la plena vigencia de su nuevo marco estatutario; esto, menos de 24 horas después de haber prometido ‘‘lealtad, cariño y solidaridad’’ a su antecesora, Elba Esther Gordillo Morales, detenida por los delitos de lavado de dinero y delincuencia organizada (Poy L., Partida J.C., Ferrer M., en La Jornada, p.11, 1 mar 2013).

El dirigente, considerado uno de los más cercanos colaboradores de la ex lideresa magisterial, fue electo como sustituto de su mentora en un cónclave que en tan sólo 46 minutos dio trámite estatutario a su nuevo nombramiento –y facilitó su salida por la cocina de un hotel sin permitir un acercamiento con los dirigentes sindicales–, luego de rendido protesta, con 268 votos a favor y una abstención, como presidente del Consejo General Sindical para el Fortalecimiento de la Educación Pública (CGSFEP) y dar su mensaje.

Para demostrarle disciplina al gobierno, el “nuevo” charro del SNTE se apresuró a declarar su aval ala reforma educativa de Peña Nieto, la misma que había ocasionado la protesta magisterial. Así, de un solo manotazo, Peña logró deshacerse de Elba Esther y someter a los maestros para que apoyen su reforma, sobre la amenaza de proceder penalmente.

En un discurso de poco más de 20 minutos, en el cual no hizo ninguna mención a Gordillo Morales, se comprometió a preservar al sindicato como instrumento de defensa de los maestros y de la escuela pública. Reconoció que ante una reforma educativa que el ‘‘país requiere y nosotros avalamos’’, la defensa de los derechos adquiridos por el magisterio debe darse ‘‘sin estridencias ni protagonismos’’ (Poy L., Partida J.C., Ferrer M., en La Jornada, p.11, 1 mar 2013).

La Coordinadora Nacional de Trabajadores de al Educación n(CNTE) había declarado que estaba “en alerta” ante una posible imposición. ¿Quien sabe qué querrían decir por “alerta”? Todos los movimientos del gobierno se hicieron sin que siquiera se enterar la oposición y los impuso. Lo que la CNTE hizo enseguida es trivial.

La disidencia magisterial desconoció a Juan Díaz de la Torre al frente del SNTE, ya que es ‘‘una imposición realizada por el presidente Enrique Peña Nieto’’, con lo que se demuestra que el encarcelamiento de Elba Esther Gordillo sólo es un ‘‘ajuste de cuentas’’ que no tendrá ninguna repercusión en la transparencia y democracia sindical, pues además el nuevo dirigente es parte de la ‘‘misma camarilla que debe ser investigada’’ (Avilés K., en La Jornada, p.10, 1 mar 2013).

¿Repercusión en la transparencia y democracia sindical? Eso es patético. Sin ningún plan para recuperar al sindicato, sin ninguna propuesta educativa alternativa, esperar que la detención de Elba Esther condujera a alguna “transparencia y democracia sindical” es, simplemente, molesto por ilusorio. Esas declaraciones banqueteras perjudican más que ayudar al movimiento.

La CNTE anunció que realizará una ‘‘megamarcha’’ que partirá del Zócalo capitalino a Los Pinos. En tanto, el Comité Ejecutivo Nacional Democrático (CEND) del gremio, encabezado por Artemio Ortiz Hurtado, llamó a discutir la ruta del ‘‘paro indefinido’’ de labores en rechazo a esta ‘‘imposición presidencial’’ y a la reforma educativa.

La imposición de Juan Díaz de la Torre al frente del SNTE evidencia “el siniestro retorno del PRI”, en el que el poder del Estado encumbra y hace caer a un dirigente, afirmó el especialista César Navarro. En tanto, el investigador Hugo Casanova destacó que con esta acción lo que de verdad recupera el gobierno “es el control caciquil” de los maestros y no la rectoría de la enseñanza, como prometió (Avilés K., en La Jornada, p.14, 1 mar 2013).

El profesor investigador de la Universidad Pedagógica Nacional y del Instituto Mora, César Navarro, sostuvo que el encarcelamiento de Elba Esther Gordillo Morales no es un acto de justicia y mucho menos la pretensión del gobierno de defender los intereses de los trabajadores de la educación.

La administración de Enrique Peña Nieto busca, por un lado, tener el control de una “camarilla” en el sindicato que sea “más dócil y afín” a sus intereses; y por otro, avanzar en el combate contra la escuela pública mediante la reforma educativa, que es el problema de fondo.

Así, el “golpe” contra la ex lideresa del sindicato revela que “el poder estatal ha ajustado cuentas con el método de los sicarios políticos. Así se arreglan entre las mafias”, agregó.

Navarro consideró que desde esa perspectiva no es descartable que Díaz de la Torre esté a la cabeza de la organización sindical, con la condición gubernamental de ser “cómplice del exterminio del poder sindical de Elba Esther”. Los institucionales saben que si no se someten, podrían tener “el mismo destino judicial” que su ex jefa.

De tal modo que la caída de Gordillo Morales no cambiará la vida sindical. Sin embargo, el riesgo que se corre es que el gobierno inaugure “un proceso de persecución y represión” contra el magisterio democrático, el auténtico opositor a una reforma tan regresiva, cuyas dimensiones aún no se alcanzan a vislumbrar.

Hugo Casanova, investigador del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, de la Universidad Nacional Autónoma de México, destacó que todo forma parte de un proyecto político, no educativo, en el que la discusión está en el terreno de las vendettas, expresó Casanova, al recordar que Elba Esther Gordillo “fue creación del viejo corporativismo priísta”.

La instrucción del actual presidente y secretario general del SNTE, Juan Díaz de la Torre, a las dirigencias de las 55 secciones gremiales del país fue iniciar una operación para “aplacar” cualquier posible protesta contra la reforma educativa (Poy L., en La Jornada, p.3, 2 mar 2013).

Fuentes del gremio aseguraron que en los trabajos del cónclave que se realizó del 26 al 28 de febrero en Guadalajara, Jalisco, se tenía previsto no sólo aprobar los nuevos estatutos, sino determinar “nuevos escenarios” para la jornada de lucha contra la reforma educativa, lanzada por Gordillo en diciembre pasado. Sin embargo, reconocieron que “es un nuevo escenario, y todo está detenido”.

La tibia protesta magisterial del SNTE que apenas iniciaba ha concluido. Los maestros se replegarán sumisos y en silencio.

La oposición no ha podido articular un movimiento de alcance nacional, carente de alternativas políticas y educativas.

Fuente: 2013, elektron 13 (69) 1=3, 9 marzo 2013.

Juan Díaz, charro del SNTE, exbrazo derecho de Elba Esther.
FOTO: Y. Ortega