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MEXICO
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PERIODICO DEL FRENTE DE TRABAJADORES DE LA ENERGIA DE MEXICO
 Vol. 2, No.24         Junio 30 de 2002
Huelga Regional en Perú

El gobierno neoliberal de Alejandro Toledo suspende la privatización eléctrica en el sur de Perú. El pueblo movilizado de Arequipa impidió el atraco con el apoyo de otros pueblos. ¡La lucha continúa! Varios frentes regionales están en pie de lucha.

 

La decisión del gobierno neoliberal de Perú de privatizar dos empresas eléctricas en el sur, desató violentas protestas y ha puesto entredicho la gobernabilidad del país. En Arequipa, el pueblo encabezado por su alcalde enfrentan al gobierno, éste impone el toque de queda, el pueblo lo desafía, se moviliza y triunfa.

De acuerdo con la Declaración de Arequipa, el gobierno se vió obligado a "suspender todos los actos del proceso de privatización de Egasa y Egesur, incluyendo los conducentes a la firma del contrato, mientras no se cuente con el fallo definitivo del Poder Judicial y demás organismos jurisdiccionales"

La empresa transnacional Tractebel, que había comprado a Egasa y Egesur, comunicó al gobierno que no suscribiría el contrato hasta que resuelva el poder judicial peruano. El ministro del interior renunció de inmediato. Las Comisión de Alto Nivel del gobierno de Toledo, presidida por el arzobispo de Arequipa, que participó en las negociaciones, pidió disculpas al pueblo.

Arequipa dió una lección al gobierno. El alcalde, Juan Manuel Guillén, afirmó que el compromiso del gobierno que preside es “Paralizar todo el proceso de privatización, es decir, dejar sin efecto la venta de EGASA y EGESUR”

Después del paro realizado el 14 de mayo, el gobierno arrogante contestó: “de todas maneras habrá privatización” El gobierno de Arequipa se amparó reclamando el 51% de las acciones de Egasa para el gobierno regional, presentando inmediatamente una medida cautelar para detener el proceso de privatización. El juez del noveno Juzgado de Instrucción de Arequipa ordenó la no privatización de Egasa y Egesur.

“No se detendrá la privatización”, dijo el gobierno. Egasa y Egesur no pertenecen a regiones, agregó, y vendió en 167 millones de dólares las empresas eléctricas del Sur.

Arequipa mantuvo la protesta en medio de violentas jornadas. El 16 de junio, Toledo puso a Arequipa bajo el control del ejército y decretó el estado de emergencia imponiéndose el toque de queda desde las 10 de la noche a las 5 de la mañana.

La respuesta del pueblo fue inmediata. En el Aeropuerto de Arequipa se suscitaron enfrentamientos y se suspendieron vuelos. En Tacna hubo enfrentamientos con la policía; en adhesión violenta el pueblo destrozó locales públicos, bancos y cabinas telefónicas. Puno anunció huelga indefinida en solidaridad con Arequipa. Los estudiantes tomaron locales en Cusco con gran tensión en la Ciudad Imperial.

El gobierno neoliberal ofreció apoyos económicos para Arequipa. Luego, designó a una Comisión de Alto Nivel para salir de la crisis. Entretanto, el pueblo arequipeño desafió el estado de sitio con “cacerolazos” y manifestaciones antigubernamentales.

A su llegada a Arequipa, la Comisión de Alto Nivel fue recibida a pedradas. El alcalde Guillén aceptó dialogar bajo tres condiciones: 1) Suspender la privatización de Egasa y Egesur, 2) Levantar el Estado de Emergencia y, 3) Desagraviar al pueblo arequipeño.

Con los métodos favoritos de los neoliberales, en una encuesta el 74.8% se manifestó contra la privatización eléctrica, el 70.5% desaprobó al gobierno de Toledo. Algunos políticos pidieron suspender la privatización. La CGTP exigió levantar el estado de emergencia.

El pueblo de Arequipa, en la Plaza de Armas, volvió a desafiar el estado de emergencia y reitero el rechazo a la privatización. Esta vez, los arequipeños enfrentaron al ejército y a la policía, quienes utilizaron gases lacrimógenos contra los manifestantes. Toledo se equivocó porque Arequipa jamás ha aceptado las imposiciones ni se ha doblegado ante la fuerza pública.

El movimiento en el sur se extendió enseguida. Paro de 24 horas en Moquegua, paro total en el Altiplano, violentos choques en las calles de Tacna, paro de 48 horas en Cusco. 108 alcaldes en huelga de hambre por el rechazo del Congreso a tratar privatizaciones.

La lucha del pueblo peruano alcanzó un importante triunfo. El 19 de junio, el gobierno suspendió la privatización. El ministro del interior renunció en desacuerdo, otros propusieron replantear la privatización, otros más insistieron en lo mismo. La transnacional privada, Tractebel, paralizó las transacciones de compra. “Nos ganamos el respeto” declaró Guillén.

Puno y Juliaca se mantuvieron en lucha, el Frente Patriótico de Tacna declaró que seguiría en paro indefinido. Otros sectores de trabajadores también están en lucha contra las privatizaciones, movilizados y en huelga. Perú enfrenta al neoliberalismo con acciones decididas.

Se ha triunfado en Arequipa, el triunfo es de todos, pero la lucha no ha terminado.

El FTE de México, se congratula de la ejemplar lucha del pueblo peruano, en defensa de su patrimonio económico y social colectivo. Saludamos a los trabajadores y pueblos del sur de Perú y otras regiones en lucha y expresamos nuestra solidaridad de clase.

En Arequipa, el pueblo está dando una lección al mundo demostrando hasta dónde es capaz un pueblo, organizado y correctamente dirigido, de luchar por su soberanía e independencia, en el presente caso en materia eléctrica.

El pueblo peruano triunfará y, ese triunfo, será de todos los que estamos en lucha contra las privatizaciones neoliberales y por el interés general de los pueblos del mundo.

En Perú, el pueblo organizado tendrá que ser gobierno, los neoliberales han demostrado su alta incapacidad política y sometimiento servil al imperialismo. Ningún problema social han resuelto y no deben gobernar a ninguna Nación.


 C O N T A C T O 

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