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MEXICO
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PERIODICO DEL FRENTE DE TRABAJADORES DE LA ENERGIA DE MEXICO
 Vol. 2, No.19         Marzo 29 de 2002

Iniciativa Eléctrica del PRD /3

Que el sector eléctrico continúe nacionalizado y verticalmente integrado. ¡Correcto! Lamentablemente, se reconoce la importancia de la integración industrial en otras partes, no en México. Las propuestas no son coherentes con la exposición de motivos. Por otra parte, a los trabajadores se les considera menores de edad y se les adelanta una propuesta de recorte de personal.

 

Esquema de financiamiento de obras

La iniciativa del PRD relaciona los diversos mecanismos de participación del capital privado en el financiamiento de obras de infraestructura. Entre estos, describe el llamado Construir-Arrendar-Construir (CAT), Obra Pública Financiada (OPF) y los Proyectos de Inversión Diferida en el Gasto de Financiamiento (PIDIREGAS) y la figura de Productor Independiente de Energía (PIE). Esta modalidad es considerada la más riesgosa y lesiva, principalmente “porque las instalaciones pertenecerán al permisionario” Adicionalmente, estos proyectos utilizan gas natural y, la ingeniería y fabricación de equipo, se realiza en el extranjero.

Esta argumentación es correcta pero no se corresponde con las propuestas pues plantean que se sigan otorgando permisos privados, como los de producción independiente y pequeña producción (que no es tal). Es lo que ha venido haciendo al CRE para la privatización furtiva y a esa Comisión el PRD propone reforzarla.

La situación está peor, porque la iniciativa dice que “para el período 2001-2010 de acuerdo a la prospectiva respectiva, aproximadamente el 53% de la infraestructura eléctrica se prevé desarrollarla con las modalidades de inversión privada...”

Entonces, porqué las conclusiones no son coherentes? Lo único que se propone es dar prioridad a los proyectos PIDIREGAS respecto a los PIE. Es decir, el problema está en la visión de la iniciativa, que consiste en aceptar la participación privada en la industria eléctrica nacionalizada, de allí la incoherencia.

Mercado de energía eléctrica

Al criticar la creación del mercado de energía eléctrica, la iniciativa señala que “Las características del servicio de energía eléctrica no permiten darle el tratamiento de una mercancía sujeta a las reglas del mercado...”.

La pregunta es obvia, ¿Porqué, entonces, proponen que las empresas eléctricas estatales funcionen como empresas privadas? ¿Qué, acaso, estas no son sujetas del mercado y la circulación de mercancías?

Luego dice la exposición de motivos, con relación a las experiencias del mercado en otras partes que, “en los países en que se ha implantado reaparece con fuerza la tendencia a integrase verticalmente o sea que una sola empresa tenga a su cargo la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica”

¿Porqué, entonces, en el caso de México se niega la integración de la industria eléctrica? Se reconoce que ésta ocurre, y es buena... para otras partes no aquí.

Eso es, razonablemente, insostenible.

Experiencias internacionales de mercados de energía

La iniciativa se refiere a algunos casos en donde la industria eléctrica ha sido desintegrada: Inglaterra y Gales, Estados Unidos, Brasil y Francia. Señala que estos cambios no han sido favorables. Nuevamente, si la integración en otros países es conveniente, ¿Porqué para México no?.

Con relación a Inglaterra se indica que al fracasar la desintegración, la tendencia es regresar a la integración.

Respecto a Estados Unidos se habla de las 200 empresas privadas y se dice que “la mayoría de ellas constituye un monopolio natural.” (sic). Se hace una descripción de la crisis de California lo cual ilustra el fracaso de las políticas privadas. Faltó mencionar el caso de Enron, tal vez por razones de tiempo. Acerca de Brasil, se pone un buen ejemplo de la pérdida por parte de Electrobras acerca de la dirección en la planeación la que pasó a ser determinada por el sector privado.

Sobre Francia, la iniciativa elogia a Electricidad de Francia como empresa estatal integrada. ¿Porqué no se hace lo propio en nuestro caso, con una industria (no empresa) integrada, Electricidad de México, por ejemplo?

Desarrollo tecnológico

La iniciativa reconoce que en los últimos años, con la apertura privada, ha habido un “debilitamiento de las estructuras de ingeniería y estudios en las empresas eléctricas públicas y de las de investigación en los institutos encargados..”. La crítica es sumamente fresa y pobre.

Se propone una mayor inversión pública de las empresas y una revisión de la normatividad “que obligue a los desarrolladores de proyectos financiados, al empleo de un mínimo de bienes de capital fabricados en el país...” En este rubro la situación es grave y muchas propuestas se han hecho, mismas que son del conocimiento de la fracción parlamentaria del PRD. ¿Porqué las ignoraron? ¿En que están mal dichas propuestas?

Si, en materia de desarrollo científico y tecnológico, la iniciativa no recoge ninguna propuesta de los trabajadores del sector es por incongruencia, ya que, a la investigación científica y desarrollo tecnológico no lo entienden como parte del proceso de trabajo en la industria eléctrica. Si lo entienden, lo niegan porque en este rubro la integración es vital, no al nivel de un instituto o dos, sino de la industria eléctrica en su conjunto, de la cual los institutos serían uno solo. Pero, como eluden la integración industrial, de los institutos ni se acuerdan. Así, ¿Cómo va a haber desarrollo tecnológico propio y fuentes alternas de energía?

De esta manera, ignorando tan importante aspecto (y sus consecuencias para la integración industrial), la iniciativa atiende al inmediatismo posponiendo el futuro “para después”

Eso es empirismo ingenuo, casi espontaneo por primitivo y simple.

Misión de los trabajadores

No se le pueden pedir peras al olmo, menos enojarse porque no las da. La visión de la iniciativa perredista es patronal, administrativa y burocrática. Sus conclusiones y propuestas no podrían entenderse de otro modo.

La iniciativa considera a los trabajadores, de entrada, como menores de edad. Consecuentemente, sus propuestas (las de los trabajadores) ni dignas son de tomarse en cuenta.

Es pertinente aclarar que los trabajadores no tenemos ninguna “misión” Ese es un concepto religioso llevado al nivel de la gestión de la producción por la propia patronal; este es, en todo caso, un concepto empresarial no obrero.

Dice la iniciativa que los trabajadores electricistas han jugado un papel protagónico en la historia de nuestra industria eléctrica y señala la “destacada actividad propositiva que generó la integración de la industria eléctrica nacionalizada...” Esto es cierto, pero el PRD lo considera historia antigua y elude la propuesta principal.

La iniciativa señala que “el sector adoleció de la ausencia de autonomía de gestión” Esto es lo que realmente preocupa al PRD. Eso significa desviarse de las propuestas históricas de los electricistas, que aún hoy en día estamos en la primera línea de combate y mantenemos orgullosamente en alto las banderas.

Los asesores consideran menores de edad a los trabajadores, porque piensan que debemos dedicarnos únicamente al trabajo, la política es para los diputados y otros burócratas, destacadamente los charros sindicales. Dicen, reduciendo el ámbito obrero, que “los trabajadores deben hacer del trato digno al usuario una mística (sic) de trabajo y plantear explícitamente su disposición a la modernización (sic) técnica y administrativa (sic) y a la capacitación que mejore la eficiencia operativa de las empresas públicas eléctricas...”

Ser más patronales parece difícil, pero el PRD lo logra. Dice a continuación, “lo anterior implica que sin comprometer sus derechos y prestaciones sociales logradas, abrirse a la discusión sobre cambios en las relaciones laborales contractuales y si dicha modernización implicara la optimización de personal deben utilizarse alternativas de reubicación dentro de las que puede jugar un papel importante la diversificación de actividades de las empresas eléctricas”

Entre estas actividades, la iniciativa indica servicios como “producción y distribución de agua, distribución de gas, telecomunicaciones, etc.

Seguramente, piensan de preferencia en esta última (etc), siendo que nuestra principal actividad está relacionada con las funciones esenciales indicadas en el párrafo sexto del artículo 27 constitucional y no en migajas diversas de ningún tipo como lo propone la fracción del PRD.

El grupo perredista se adelanta a la reforma laboral de Fox y Abascal. Todavía las comisiones de diputados no dictaminan sobre su iniciativa y ya están planteando la “optimización” de personal. Esto que proponen es un recorte, pero lo adornan al mejor estilo de cualquier patroncillo encargado de las relaciones laborales.

A ese nivel tan escandalosamente bajo, y tergiversado, reduce el partido de “izquierda” a los trabajadores electricistas. Su argumentación y propuestas son, necesariamente, inaceptables.

Necesidad de cambio en las empresas públicas

La iniciativa concluye su exposición de motivos señalando, con declaraciones, que la alternativa que se propone “considera que el sector eléctrico continúe como servicio público nacionalizado, verticalmente integrado,..., concediéndole autonomía presupuestal y técnica,...”

Lo primero es correcto, es tesis histórica de los electricistas mexicanos que la industria eléctrica debe ser propiedad de la Nación. Esto, sin embargo, debe asumir expresiones concretas, principalmente mediante la cabal culminación de la nacionalización, esto es, con la integración de la industria eléctrica nacionalizada basada en una Política Eléctrica Independiente.

Esto no lo asume el PRD, habla (por hablar) de que el servicio continúe “verticalmente integrado” pero no es cierto, porque la integración industrial la elude y la niega.

Todo se reduce a medidas administrativas que no pasan de la autonomía de gestión para que las empresas eléctricas (estatales) funcionen como empresas (privadas), así como la legitimación de las reformas de 1992 a la LSPEE y el reforzamiento de la CRE, entidad dedicada a la privatización furtiva.


 C O N T A C T O 

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