Volumen 11, Número 186, abril 20 de 2011
 








Intervención (denegada) del FTE de México



Este 10 de abril de 2011 se han cumplido 91 años del asesinato carrancista de Zapata que interrumpió violentamente la Revolución Mexicana. El FTE de México reafirma la independencia política, es decir,
la independencia de clase, de los trabajadores y los pueblos del mundo.




16º Congreso Sindical Mundial ç Atenas, Grecia, 6-10 de abril de 2011.
INTERVENCION (DENEGADA) DEL FTE de MEXICO.


¡Viva el concepto de lucha de clases!


Compañeros (as) trabajadores (as) del mundo:


De la tierra de los observadores del cielo, reloxeros de las estrellas, los inventores del cero, de quienes se dedicaron a medir el tiempo, de la civilización maya, venimos una delegación de trabajadores mexicanos a esta tierra milenaria. Nuestra delegación se llama Emiliano Zapata, en honor al primer centenario de la Revolución Mexicana.

Al estar aquí, con admiración valoramos la obra de Pitágoras, Platón y Aristóteles. También a los materialistas griegos, Demócrito y Epicuro, cuya filosofía de la naturaleza fue estudiada en su tesis doctoral por el guía del proletariado internacional, Karl Marx. Igual, a la pléyade de pensadores magistralmente pintados por Rafael Sanzio en la “Escuela de Atenas”.

Hoy, el Frente de Trabajadores de la Energía de México, presenta su cordial saludo a los trabajadores griegos en lucha contra el neoliberalismo, especialmente a los militantes del PAME de Grecia.

Nosotros, que hemos estado siempre con lealtad al lado de la Federación Sindical Mundial, consideramos que la realización de este congreso significa un paso adelante de los muchos que aún nos faltan.

Contrariamente al deseo de los pensadores del imperialismo, que hace algunos años declararon el fin de la historia, la realidad concreta en todos los pueblos y naciones revela que ni el proletariado se ha ido, ni la lucha de clases ha terminado.

En todas partes del mundo, la contradicción entre la fuerza social, representada por el capital, y la fuerza natural, representada por el trabajo, está presente y actual, aún en las propias entrañas del monstruo. Entre ambas fuerzas se libra una batalla incesante, es la vigencia de la lucha de clases, expresada por ejemplo, en la lucha de los migrantes y, también, al interior de los centros de trabajo, donde está activo el trabajo vivo, aún en desiguales condiciones frente al trabajo muerto.

Consternados, observamos con indignación el fracaso tecnológico de las corporaciones nucleares. En Fukushima, Japón, se vive un verdadero desastre producido no solamente por razones naturales sino por la codicia del capital para obtener ganancias de manera fácil, rápida y cuantiosa. La crisis energética capitalista tiende a agravarse sin que haya aún alternativas para la transición hacia nuevas fuentes.

El accidente nuclear en varios reactores japoneses revela que en un sector de alta concentración de capital, el proceso de trabajo se realiza en condiciones de brutalidad. No solamente están al descubierto los combustibles del núcleo de los reactores nucleares por falta de refrigeración adecuada. Están también al descubierto las infames condiciones laborales del outsourcing a que son sometidos los trabajadores que están al interior de las centrales nucleares.

Por ello, para este Congreso, el FTE de México ha preparado un conjunto de 100 propuestas. En primer lugar, proponemos rescatar el concepto de la lucha de clases. Los recientes acontecimientos refuerzan nuestras propuestas, para entender mejor los fenómenos sociales y orientar mejor nuestro accionar colectivo.

Casi todos asumimos que somos clasistas. Es importante que así se exprese en los Estatutos de la FSM, en sus principios y programa de lucha. Actualmente, no están escritas las palabras “lucha de clases”. Situaciones coyunturales y reformas regresivas, en contextos adversos, propiciaron eludir esta definición crucial.

Sin que sea la solución a los múltiples problemas de la clase, estimamos que la FSM necesita de nuevos Estatutos, acordes con la situación actual del mundo, con el objetivo de dar una mejor respuesta a los problemas candentes de nuestro movimiento.

Para ello, proponemos la integración de una comisión internacional, presidida por el Secretariado de la FSM, para reunir las diversas aportaciones de los afiliados y presentar un proyecto final a la discusión de los trabajadores en todos los países.

El objetivo de nuestras propuestas es uno solo: que los trabajadores las conozcan, las lean, analicen y, en su momento, las aprueben, modifiquen o rechacen.

En la fase actual del imperialismo, en las condiciones específicas de la crisis capitalista, la respuesta obrera debe caracterizarse no solo por el número sino por la unidad mediante la organización, guiada por el saber.

La formulación del programa, la organización del proletariado a todos los niveles, la promoción del desarrollo de la conciencia de clase, la adquisición de la cultura obrera y la práctica de la solidaridad internacional, son las tareas políticas de nuestra época, actualizando el pensamiento revolucionario clásico, en los términos planteados en el discurso inaugural de Marx en la Primera Asociación Internacional de los Trabajadores.

Felicitamos a los trabajadores griegos, representados por el PAME por su compromiso y apoyo a la FSM. En reciprocidad expresamos nuestra incondicional solidaridad. La lucha por la transformación social está entre nuestros principios y proponemos avanzar en la construcción de un sindicalismo revolucionario, que articule la lucha por los objetivos inmediatos e históricos de los trabajadores, pueblos y naciones.

La lucha por la defensa de los recursos naturales, especialmente la energía, el agua y el medio ambiente, es una tarea de los trabajadores, al igual que la defensa del patrimonio colectivo en los sectores fundamentales de la producción, su nacionalización y/o re-nacionalización, y la reorganización de los procesos de trabajo bajo el control obrero de la producción.

Nuestro programa debe incluir a los jóvenes, mujeres y adultos mayores, en los planos del trabajo, la educación, la salud y demás derechos sociales. Para la formación y educación política de los afiliados necesitamos de nuestra propia Universidad Internacional de los Trabajadores.

Ante todo, necesitamos de la lucha organizada y coordinada en todos los continentes y regiones, incluyendo la lucha en el espacio del saber, al interior de los centros de trabajo. Las propuestas que presentamos están a la discusión de todos.

El FTE de México saluda a todos los delegados con el lema que proponemos para nuestra organización internacional, el grito de combate con que el Manifiesto sella su página final:


¡Proletarios del mundo, Uníos!



Fuente: 2011, elektron 11 (110) 1-3, 10 abr 32011.



El FTE de México, zapatista e internacionalista, incansable por la independencia y la libertad
PINTURA: Desfile zapatistas, de José Clemente Orozco


Frente de Trabajadores de la Energía,
de México





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