En 2005, el FTE de México presentó al XV Congreso Sindical Mundial, realizado en La Habana, Cuba, un informe acerca de la situación del sindicalismo mexicano. Esta vez, presentamos al XVI Congreso Sindical Mundial, a realizarse en Atenas, Grecia, un informe actualizado.

Esencialmente, el sindicalismo mexicano sigue en una seria crisis, pulverizado y desnaturalizado. Solamente una minoría de trabajadores estamos sindicalizados y la tendencia es a disminuir. En contraparte, sigue aumentando el número de centrales sindicales, casi todas, falsas. Existen miles de sindicatos que agrupan formalmente a trabajadores de diversas ramas de la producción y los servicios. Sin embargo, casi la totalidad carecen de dinámica pues están dominados por mafias antiobreras y corporativizados, económica y políticamente, al Estado.

La distinción más significativa es la pérdida de independencia de clase. Casi todos los sindicatos están afiliados, vía las principales centrales, a la Confederación Sindical Internacional, cuya práctica sindical implica al colaboracionismo de clase.

En México, la burocracia sindical se conoce como “charrismo”. Este fenómeno es sinónimo de antidemocracia, corrupción y violencia. Visto en su conjunto, el sindicalismo mexicano presenta una imagen deplorable. Es el resultado de más de 70 años de destrucción deliberadamente planeada por el imperialismo.

En tal situación, las condiciones laborales y sociales de los trabajadores mexicanos tienden a reducirse cada vez más. El desempleo sigue aumentando, lo mismo que la contratación y subcontratación, que significan trabajo precario.

No obstante tantas vicisitudes, los trabajadores mexicanos no hemos dejado de luchar. El FTE de México propone la reorganización del movimiento obrero en 20 sindicatos nacionales de industria en otros tantos procesos de trabajo.

Esta tarea implica desarrollar la conciencia de clase y avanzar ligados a la lucha internacional de los trabajadores. En tal sentido, el FTE de México considera que la FSM representa la única opción verdadera. En consecuencia, proponemos fortalecer a nuestra organización internacional. Esto supone un compromiso militante y, a la vez, la necesidad de reorganizar a la propia FSM.

Para ello, proponemos unos nuevos Estatutos para la FSM, incluyendo Principios, Programa y Normas estatutarias. Para concretar las propuestas, estimamos conveniente la integración de una comisión internacional presidida por el Secretariado de la FSM para reunir las propuestas y socializarlas, poniéndolas a la discusión de las bases de las organizaciones afiliadas.

Reorganizar a la FSM es una necesidad. Actualmente, algunos representantes y organizaciones afiliadas, realizan importantes esfuerzos pero son aún insuficientes. Es necesaria la participación decidida de los demás para dar respuesta a los problemas cruciales de nuestro movimiento.

El FTE de México ha estado en la lucha al lado de la FSM aún en los momentos más difíciles. Ahora, reiteramos nuestro compromiso político para impulsar el avance de nuestra organización obrera internacional.