En los años recientes, la Federación Sindical Mundial (FSM) ha llevado a cabo una importante acción, promoviendo diversos eventos y expresando la solidaridad con los trabajadores y pueblos en lucha. La actividad realizada por Georges Mavrikos, secretario general, y Valentín Pacho, secretario general adjunto, ha sido encomiable.

La acción de la FSM ha sido apoyada por el PAME de Grecia, que es parte de la movilización del proletariado griego contra el neoliberalismo, y ha asumido un destacado compromiso con la FSM, en la sede central en Atenas.

Pero la acción más importante es la realizada por el conjunto de organizaciones afiliadas, algunas con intensidad, otras modestamente, pues no puede haber acción verdadera de la FSM sin la participación decidida de las bases sindicales en todos los continentes.

El balance de 2005 a 2011 es positivo pero dista de ser triunfalista. Nos falta mucho, especialmente, en la construcción de infraestructura organizativa. Las UIS son un pilar fundamental de la FSM. Algunas UIS se destacan por su amplia actividad, otras aún no y algunas están inactivas.

Algunos sectores afiliados enfatizan la necesidad de promover la unidad internacional de los trabajadores y están en lo correcto. Sin embargo, es pertinente distinguir entre la verdadera unidad de los trabajadores y la “unidad” con las cúpulas. Para el FTE de México la unidad es necesaria pero debe construirse, con base en principios de clase y un programa, socializado y apoyado por las bases.

Desafortunadamente, la otra central sindical internacional no está interesada en ninguna unidad porque sus principios son opuestos a la clase obrera. Lejos de existir independencia de clase lo que se proclama es el colaboracionismo. Pero existen organizaciones sindicales dentro de esa Confederación que están dispuestos a asumir sus deberes. En este sentido, también debemos distinguir entre quiénes asumen compromisos serios y quiénes no lo hacen. El momento es de definiciones y debe haber congruencia entre la palabra y la acción.

Estimamos que, para los afiliados a la FSM, la primera prioridad consiste en fortalecer a nuestra propia organización internacional. Reconstruir a la FSM rebasa a las declaraciones, el protocolo y los viajes. La actual fase es de ruptura con los defectos atávicos y, al mismo tiempo, de construcción. Esto implica los aspectos teóricos, políticos, técnicos, organizativos y prácticos.

La FSM necesita reorganizarse para dar cabal respuesta a los múltiples problemas de la clase obrera del mundo. Por ello, el FTE de México propone nuevos Estatutos, los que incluyen Principios, Programas, Normas y Reglamentos. La actual estructura interna y funcionamiento de la FSM son completamente insuficientes. Necesitamos construir a la dirección política de la FSM. Eso solamente es posible con la decidida participación de los afiliados y su cooperación a todos los niveles.

Durante 65 años, los Estatutos han sido reformados en diversos congresos, algunas veces, de manera regresiva. Hoy, es pertinente que la FSM promueva la discusión sobre nuevos Estatutos. El FTE de México pone a la consideración de los afiliados a la FSM las siguientes propuestas.

¡Venceremos!