Volumen 11, Número 177, enero 15 de 2011
 



8. Desempleo, subempleo y outsourcing




RESUMEN: La crisis capitalista sigue aumentando la pobreza de millones de seres humanos quienes no pueden vender su capacidad productiva. El desempleo conduce a condiciones precarias que el sindicalismo debe combatir.


1. Introducción

La capacidad de trabajo solo se realiza ejercitándose en el proceso de trabajo mismo. Pero la relación entre capacidad de trabajo y el trabajo no se realiza siempre. Para los trabajadores es una cruel fatalidad que su capacidad de trabajo no sea nada si no la puede vender.

El desempleo implica no solamente una situación penosa para los trabajadores sino la aparición de nuevas tendencias en su conformación de clase. Por un lado, la relación salarial se ha extendido entre la población económicamente activa con una tendencia creciente a la proletarización de amplias capas sociales. Por otra parte, el ciclo productivo de los trabajadores se ha transformado por el cambio en sus estructuras de edades, y por la incorporación masiva de mujeres, jóvenes y niños al mercado de trabajo. El número absoluto de asalariados ha aumentado pero está ubicado en estratos diferenciados.

Solamente una pequeña parte logra vender su fuerza de trabajo, en condiciones desiguales. Una proporción creciente de la población económicamente activa es no-asalariada. Muchos se encuentran en el desempleo abierto, otros en el subempleo o “contratados” en condiciones precarias.

La competencia para vender la fuerza de trabajo sigue enfrentando a los trabajadores asalariados con el creciente ejército de reserva. Pero aún, hoy existe un ejército de desecho, por la discriminación, la movilidad social y la descalificación del trabajo.

El desempleo se proyecta como parte constitutiva del desarrollo del capitalismo, lo que implica una presión continua en los niveles salariales y un cambio en su estructura.

El desempleo manifiesta las contradicciones del movimiento de la fuerza de trabajo. Es decir, si la fuerza de trabajo no se logra vender, si no se realiza la fase del consumo productivo de la fuerza de trabajo, esto se contradice con la necesidad que tienen los trabajadores de continuar, aunque bajo nuevas condiciones, su producción; lo que transforma la socialización del “ciclo” vital tanto de los desempleados como de la clase en su conjunto.

2. Desempleo, subempleo, outsourcing

Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el número de desempleados en el mundo está en su máximo nivel histórico con 211 millones, mientras la generación de puestos de trabajo se estancó desde hace más de una década. Este nivel de desempleo es equivalente al 6.5 por ciento de la fuerza laboral mundial.

Las tasas de desempleo en todos los países del G20 oscilan entre 5 y 25 por ciento, con una media de 7.8 por ciento. A mediados de 2010, el desempleo estaba 70 por ciento por encima de los niveles anteriores a la crisis en los países con altos ingresos (excluyendo Europa) y 30 por ciento por encima en Europa. En estos países, la tasa de desempleo juvenil es, en promedio, el doble que la tasa total de desempleo: 19 por ciento.

Para la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el informe "Tendencias Mundiales del Empleo", el número de desempleados pasará a 228 millones en 2010. La crisis económica podría originar hasta 50 millones de desempleados entre 2007 y 2010. La tasa mundial de desempleo juvenil alcanzó en 2009 el 13.4%, con 82 millones de jóvenes sin trabajo en el mundo y cada año ingresan 45 millones de jóvenes al mercado laboral.

Millones de personas siguen perdiendo su trabajo cada día y muchos otros sobreviven en el subempleo, en la llamada “economía informal” representada por el comercio y los servicios en pequeña escala e, incluso, callejero. Esto incluye a jóvenes y niños.

En los años recientes se ha incrementado el trabajo precario representado por el “outsourcing” o tercerización de servicios, mediante la contratación o subcontratación, en los sectores financieros, contables, de mercadotecnia, recursos humanos, administrativos y otras actividades secundarias, extendiéndose rápidamente a la producción, transporte, distribución, ventas y abastecimientos. Las actividades incluyen la asesoría, mantenimiento, manufactura, informática, capacitación, vigilancia, seguridad, diseño y construcción, en prácticamente todos los sectores industriales.

La industria del “outsourcing” en Latinoamérica representa 4% del mercado mundial y está creciendo más rápido que la de cualquier otra región en el mundo. En Europa también ha crecido siendo del 10%, en Asia, la India representa el 33%, lo mismo que los Estados Unidos de América.

Para los trabajadores, el “outsourcing” significa trabajo precario, bajísimos salarios y carencia de seguridad social, al tiempo que hace nugatorios los derechos sindicales y contractuales e incorpora una mayor división entre la misma clase.

3. Conclusiones

Más de la mitad de los trabajadores en el mundo -50.6%- tiene empleos vulnerables.

En América Latina el porcentaje de personas auto empleadas o que se desempeña en negocios familiares era de 32 por ciento en 2009. Asimismo, aumentó en la región lo que la ONU llama “trabajadores pobres”, aquellos que tienen un empleo, pero que ganan menos de 1.25 dólares diarios.

PROPUESTA

EL FTE de México presenta al 16º Congreso Sindical Mundial la siguiente propuesta:
  1. La FSM llama a sus afiliados a combatir el desempleo, subempleo y outsourcing, promoviendo la integración de los procesos de trabajo y su ejecución por administración directa, la organización de los trabajadores no-asalariados y la lucha por la contratación colectiva de trabajo bajo condiciones laborales decorosas.

Frente de Trabajadores de la Energía,
de México






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