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MEXICO
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PERIODICO DEL FRENTE DE TRABAJADORES DE LA ENERGIA DE MEXICO
 Vol. 2, No.17         Febrero 24 de 2002

¡Fuera Fenosa de LyFC

“Las Partes, acuerdan dar por terminada toda relación contractual con Unión Fenosa por así convenir a los intereses de la industria eléctrica y de la Nación”. Esta cláusula transitoria, debe firmarse entre empresa y sindicato en el contexto de la presente revisión contractual.

 

Unión Fenosa debe salir de México. Sus resultados son insatisfactorios, su presencia es innecesaria. Los trabajadores tenemos mejores alternativas.

1.- FENOSA, así como IBERSIS, SOLUZIONA, UTE o cualquiera de las empresas relacionadas con la primera, deben salir definitivamente de Luz y fuerza del Centro (LyF), por falta de resultados concretos, luego de siete años de trabajo continuo para la implantación de los llamados “Sistemas de Gestión”.

En 1995 la administración de LyFC fijó unilateralmente como política la contratación de servicios externos de informática, con la finalidad de beneficiar “rápidamente” a la entidad con el uso y aprovechamiento de tecnologías de vanguardia. Esta política sacrificaba el desarrollo interno de los sistemas actuales de cómputo para aprovecharlos y modernizarlos.

Siete años más tarde, LyFC continúa desarrollando sus funciones sustantivas con los mismos sistemas de siempre, a pesar de que éstos, se decía, pronto serían totalmente obsoletos e inutilizables.

Siete años, en términos de indicadores internacionales, es un tiempo más que suficiente para implantar oportunamente cualquier sistema informático y garantizar que satisface los requerimientos para los que fue creado. Siete años, entonces, es un plazo más que suficiente para declarar obsoleto unos sistemas que ni siquiera han operado.

2.- El proyecto de “Juárez 90” (sede en LyF de FENOSA), debe reorientarse, exigiendo no solo la salida del contratista, sino la de los funcionarios de LyFC involucrados en él, para garantizar que la política de modernización de la empresa vaya acompañada de una visión realista y de largo plazo en materia informática, basada principalmente en el desarrollo interno de sus recursos, y no en una cómoda estrategia de “concesionar” la responsabilidad ejecutiva a proveedores externos.

En materia de informática, al igual que en otras áreas tecnológicas de LyF, la empresa cuenta con los recursos humanos necesarios y la capacidad para ello. Casos como la transición del año 2000, para no ir más lejos, ocurrió sin incidentes y fue motivo de reconocimientos externos. Armonizar las estructuras operativa y administrativa de LyF mediante tecnologías de la información, es una tarea que puede perfectamente realizarse en casa.

3.- Los “Sistemas de Gestión”, y en general los proyectos generados desde Juárez 90, representan un desperdicio constante de recursos humanos y materiales. Ante la incapacidad de poner en práctica la supuesta “flexibilidad” de dichos sistemas, se demandan recursos adicionales para modernizarlos, tratando de adaptarlos a satisfacer las necesidades reales de LyFC.

Sin que cumplan siquiera con su objetivo inicial, se destinan nuevos recursos de cómputo al proyecto (con capacidades subutilizadas), con nuevos programas y actualizaciones para los que ya compraron y permanecen improductivos, se contratan nuevos “asesores”, y lo peor, se subcontrata a empresas externas para que “remienden” los sistemas originales. Para tapar el agujero, se desperdician cada vez más recursos valiosos del patrimonio nacional.

4.- El proyecto de reestructuración de “Juárez 90” representa una vía de reingreso a LyF de funcionarios, jubilados de la propia empresa, contratados para seguir “asesorando” y sosteniendo éste, y otros proyectos fracasados. El riesgo de mantener a estos individuos consiste en que la actual administración del presidente Fox apoya el llamado proyecto e-Gobierno (símil del Gobierno en Línea ó Govermente On Line, GOL, una iniciativa del grupo de los siete). Por ello los oportunistas “fenosos” tratan de inscribir al GOL, su obsoleto proyecto de los Sistemas de Gestión. Saben que allí encontrarán una nueva fuente de recursos.

Las Alternativas

Las inversiones de LyF en servicios y equipo de cómputo han ayudado a elevar el PIB “informático” del país hasta en 19 veces sobre el PIB nacional. Pero hasta allí. “Los siete” y demás organismos internacionales pueden considerarse satisfechos”. Sin embargo dicha inversión únicamente representa beneficios económicos para unos cuantos empresas privadas y para los contratistas incrustados en el proyecto.

La introducción de las Tecnologías de la Información (y de las comunicaciones de alto rendimiento asociadas a éstas) es otra tendencia mundial de la globalización que esta afectando de manera negativa las relaciones laborales, sin que signifique un beneficio social importante. El uso intensivo y la dependencia tecnológica actuales son rasgos que caracterizan el dominio de los países que pertenecen al “club del conocimiento”como recurso básico.

Por esta razón todos los capitales que se atraen por medio de la llamada apertura vienen con compromisos asociados para la compra de “su tecnología”. Para las empresas extranjeras representa la oportunidad de vender servicios, que será una renta adicional de largo plazo. El Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacvional, las Naciones Unidas, la OECD, etc e inclusive los gobiernos de muchos países ven esto como parte del “clausulado normal” de cualquier convenio. Para los países en desarrollo se plantea como un apoyo tecnológico y justifican la recuperación de la inversión. Es “un negocio simplemente” dirían ellos.

Sin embargo los compromisos adquiridos por esta vía representan para los países como México, supeditar su propia planeación estratégica de desarrollo a planes empresariales que se ajustan a una economía globalizada, pero no a necesidades sociales. La asimilación y aprovechamiento de estas tecnologías requiere una nueva división del trabajo y del desarrollo de nuevas habilidades y capacidades. Implica incluso modificar los patrones educativos actuales, hasta convertirnos en “aprieta teclas” de los asesores extranjeros que acabarán desplazando a los técnicos y profesionistas nacionales. Esa es la verdadera calidad de los empleos que se crean mediante la llamada apertura.

La “transferencia tecnológica” que invocan en sus contratos proyectos como el de FENOSA no garantizan para LyF la posibilidad de conseguir y mantener la mejor tecnología disponible (el llamado “estado del arte”), ni siquiera la más barata. Por el contrario, la venta de la tecnología obsoleta permite a FENOSA y otras financiar el desarrollo de nueva tecnología, que en todo caso intentarán volver a vendernos posteriormente, con atractivos y ventajas cuestionables.

La bandera insignia del proyecto de FENOSA por ejemplo es la integración de información al Internet. En México, país de 100 millones de habitantes, donde existen menos de 3 millones de usuarios “reales” de esta tecnología y 5 millones de computadoras personales, esta etapa aún no ha llegado y por tanto, nuestra tarea prioritaria debe ser mejorar el servicio y la atención no solo a quienes cuentan con recursos para pagar tecnología, sino a los millones de usuarios que ni siquiera conocen Internet o manejan una computadora.

Las alternativas de los trabajadores son simples y se apegan a la realidad de la empresa y del país. Consisten en aprovechar y modernizar los recursos informáticos actuales para mejorar el funcionamiento de la empresa y la atención al público. Estas tareas se pueden cumplir con los recursos existentes y la capacitación adecuada. Lo que falta en LyF en materia de informática tiene mucho que ver con los proyectos de privatización para la empresa y no es prioritario.