En el Encuentro Sindical Minero-Metalúrgico de América Latina y el Caribe, convocado por la
UIS del Metal y organizado por el Sindicato Nacional de Trabajadores Metalúrgicos de Cuba, se discutieron diversas propuestas para impulsar el trabajo de la organización internacional.

La UIS del Metal, fundada en 2008, en el País Vasco, ha venido realizando con alta dinámica un conjunto de acciones internacionales en el sector de la minería, la metalurgia y el metal, coordinadas por Jesús Ma. Gete, secretario general de la UIS. El Encuentro en La Habana, organizado por el Sindicato Metalúrgico de Cuba, es un momento para avanzar con ideas y propuestas para impulsar más a nuestra organización internacional.

Nuestra lucha debe ser organizada y conciente. En todas partes del mundo se reconoce que a los trabajadores nos hace falta preparación política, que es necesario formar adecuadamente a las nuevas generaciones y que debemos esforzarnos por llevar a la práctica tan difícil pero importante tarea. El FTE de México comparte estas preocupaciones y, para impulsarlas, reitera la propuesta que hicimos en el 15 Congreso Sindical Mundial: llevar adelante el proyecto Universidad Internacional de los Trabajadores, organizada y financiada por los propios trabajadores en todos los continentes y países.

Estimamos que deben estudiarse los aspectos teóricos, políticos, sociales y culturales de nuestro movimiento. Entre otros aspectos temáticos, debemos considerar a la teoría de los procesos de trabajo, en cada uno de los sectores de la producción.

Originalmente, los procesos de trabajo fueron organizados por la humanidad para satisfacer necesidades humanas. Pero, hoy, el capitalismo está en un proceso de reorganización económica a escala mundial. Los planes están basados en la fragmentación de los procesos de trabajo privilegiando solamente los procesos de valor.

En este contexto, las corporaciones transnacionales están invadiendo a países enteros apoderándose de las fases estratégicas de los procesos de trabajo que implican a las materias primas e infraestructura industrial, al tiempo que ocasionan el desastre de la naturaleza.

Frente a esta política imperialista, los trabajadores debemos impulsar la integración de los procesos de trabajo, la propiedad colectiva de los recursos naturales y la defensa del medio ambiente, como banderas que corresponden a las tareas políticas contemporáneas de la clase obrera.

Lucha contra las privatizaciones

El mecanismo de las transnacionales consiste en privatizar los procesos de trabajo. Las vías utilizadas incluyen: 1- la transferencia de las funciones estratégicas a cargo de los Estados, 2- la transferencia de la propiedad de los medios de producción y, 3- la transferencia de la renta económica mediante el otorgamiento de ilícitos contratos.

Es necesario volver a rescatar por las naciones y los pueblos el domino sobre sus recursos naturales y medios básicos de producción, para orientar los procesos de trabajo hacia el beneficio social, en oposición al lucro privado característico de los monopolios imperialistas.

Tres generaciones de proletarios coexisten actualmente: 1- el de las manufacturas, 2- el de la gran industria y, 3- el de los procesos y servicios tecnologizados. La descalificación del trabajo ha conducido a que, junto al ejército de reserva, exista también uno de desecho. La situación se agrava por la existencia creciente del trabajo precario, o semiesclavo, representado por el outsourcing (tercerización o contratismo).

Las transnacionales proceden impunemente en todos los órdenes, entre ellos, el laboral. La baja sindicalización se incrementa por la ausencia total de derechos. La salud obrera se agrava porque la medicina del trabajo no se aplica, ni hay protección ante los riesgos de trabajo y menos ante las nuevas patologías ocasionadas por el capitalismo.

Una propuesta a desarrollar sería la formulación de un modelo de contrato colectivo de trabajo en el sector minero-metalúrgico. Este modelo de contrato contendría las condiciones mínimas a que tendrían derechos los trabajadores del sector y por los cuales debemos luchar a nivel internacional.

Nuestra acción obrera debe impulsarse fortaleciendo a nuestras propias organizaciones, desarrollando constantemente el programa de lucha y apoyando iniciativas que nos permitan avanzar unitariamente.

Entre otras acciones, tiene la mayor importancia la prensa obrera y la solidaridad. La prensa obrera es un arma de lucha fundamental. La práctica de la solidaridad no es solamente para apoyar las luchas sino para propiciar la identidad de clase mediante una política unificada.


¡Unidos Venceremos!

Fuente: 2010 elektron 10 (34) 1-2, 4 feb 2010.