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NOTICIAS, ANÁLISIS Y PROPUESTAS DEL SECTOR ENERGÍA
Volúmen 1 Número 14 / 22 de diciembre de 2001
FTE por el Camino de Fuego

El 22 de diciembre es un día simbólico, no únicamente porque ese día se propuso el proyecto FTE, mismo que fue aprobado por electricistas, petroleros y nucleares democráticos. Ese 22 es apenas el preludio de muchos otros, antes del 2012 cuando será renovado el fuego nuevo de acuerdo a la tradición de los antiguos mexicanos y en términos de la llamada Cuenta larga de los Mayas que, obsesionados por el tiempo se dedicaron a medirlo observando a las estrellas.

El FTE está por el camino de fuego, que es el camino de la clase obrera, de la revolución, de la vida y de la humanidad. Es un camino de fuego que, además, tiene corazón. Como fuego es plasma y, como corazón, es rojo. Este camino es de fuego, como un día lo dijo el Ché en reunión con obreros cubanos, porque se necesita temperatura para forjar la historia, como para hacer versos; y, tiene corazón porque es un camino de victoria, de éxito, y vale la pena recorrerlo sin dudas.

El Frente de Trabajadores de la Energía (FTE) de México surge al asumirse concientemente que la lucha obrera en nuestro país tiene hoy dos objetivos centrales: la lucha por la democracia sindical y la lucha en defensa del patrimonio energético nacional. Estos dos puntos son cruciales para la Nación mexicana, en su presente y futuro. Pero, lograr el triunfo no es tarea de un solo sector, por más importante que sea, se requiere el concurso del conjunto de la clase obrera.

El FTE ubica su accionar en el contexto de la lucha de clases, en la experiencia histórica previa y la lucha política de los trabajadores. Amargos momentos se han padecido con el charrismo sindical, fuertes han sido las derrotas y represiones, en desproporción de fuerzas hemos enfrentado a policía y ejército federal con pérdidas laborales, sociales y humanas. El sindicalerismo ha llevado al movimiento por la vía del gremialismo, la ‘grilla’ interna, la despolitización y el aislamiento. ¡No se puede (ni se debe) seguir así!

Fue en el 2000, cuando petroleros, electricistas y nucleares mexicanos concluimos acertadamente que la unidad es necesaria, no solamente en el discurso sino en los hechos y no solamente en la acción coyuntural sino orgánica y permanentemente. Pero la unidad, para ser verdadera, requiere ser democrática y, para ser democrática precisa de una política, un programa y unos principios de clase.

En nuestros días, la forma moderna de organización del proletariado es en grandes sindicatos nacionales de industria. En nuestro sector, la perspectiva está en el Sindicato Mexicano de la Energía (SME). Es tesis histórica de los trabajadores mexicanos de la energía que las industrias petrolera, eléctrica y nuclear no deben ser sino de propiedad social, no privada. Con estas banderas, el FTE ha recorrido ya un año de lucha diaria. Esto nos congratula y llena de orgullo. Lamentablemente, estamos perdiendo la batalla contra las privatizaciones eléctrica y petrolera; y, en nuestros sindicatos impera el charrismo sindical en sus diversas vertientes.

Pero, estamos en pie de lucha. Somos parte de la movilización de los petroleros democráticos, en la capital e interior del país; estamos en la primera línea de combate contra la privatización eléctrica; somos la organización obrera mexicana con mayor dedicación a la investigación y estudio de los problemas energéticos; en importantes foros nacionales, y en los propios, hemos presentado nuestras propuestas; hemos estado en las calles, en los mítines y la solidaridad obrera. Nuestra prensa obrera es de las más activas e importantes, en forma impresa y digital. Nuestro concepto de cultura obrera está en desarrollo.

El proyecto del FTE se ha venido extiendo a nivel nacional, principalmente entre electricistas y petroleros. Nos falta mucho camino por recorrer y esperamos avanzar más en el 2002. El FTE también es internacionalista y a este nivel apoyamos la lucha obrera en otras tierras.

Cuando nos reunimos en el 2000 un viento fresco permeaba nuestro ambiente. Las propuestas surgieron de manera natural porque existen cuestiones sociales inherentes a nuestra condición de proletarios que nos identifican y unen. Lo más importante es que, ese 22, coincidieron el ánimo y la propuesta, el reconocimiento recíproco, la firme voluntad unitaria y de victoria. El acuerdo político logrado es ya un patrimonio del movimiento obrero democrático de México.

Los trabajadores mexicanos de la energía marchamos con el FTE por el camino de fuego.

¡Unidos Venceremos!

¡Hasta la Victoria Siempre!

¡Salud y Revolución Social

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