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Volumen 9, Número 120, enero 30 de 2009 www.wftucentral.org
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Recesión, desempleo y respuesta

 

Crecimiento económico cercano a cero, cero o abajo de cero, según las estimaciones oficiales; aumento drástico en el desempleo y en los precios de los artículos de consumo y servicios básicos; fortalecimiento de las instancias represivas del Estado. Frente a esta situación, derivada de la crisis capitalista, proponemos articular la lucha social con un programa independiente.

 

Crecimiento debajo de cero

El Banco de México estima que en 2009 el Producto Interno Bruto (PIB) tendrá un decrecimiento de entre 0.8 y 1.8 por ciento, en tanto que, la secretaría de hacienda (SHCP) mantiene un pronóstico de “crecimiento cero” para este año.

El Fondo Monetario Internacional (FMI), artífice de todas las fallidas medidas neoliberales, ha hecho pronósticos muy pesimistas para todo el orbe. “La magnitud y el alcance de la actual crisis financiera han conducido a la economía mundial hacia un terreno desconocido”, ha dicho. A nivel mundial, se espera un crecimiento de apenas 0.5%; para México, pronostica que tendrá un decrecimiento del 0.3% con un desempeño de la actividad productiva inferior al de Brasil y al promedio latinoamericano.

En este panorama, el desempleo será una de las principales consecuencias. El gobierno de la ultraderecha ha declarado que, “en 2009, la tasa oficial de desocupación abierta en el país se mantendría, “razonablemente”, en la cota “que hoy observamos”, es decir, 4.3 - 4.5% de la población económicamente activa”. Pero ese optimismo es irreal. Algunos analistas estiman que es más probable alcanzar el nivel reportado en 1995; ese año, el desempleo abierto afectó al 6.2% de la población económicamente activa.

Tan solo en los últimos 15 años, se crearon 290 mil plazas, siendo la demanda anual de más de 1 millón; 2009, entonces, apunta a ser uno de los peores en ese aspecto.

Para el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, en 2009 se profundizará el deterioro de la actividad económica, el producto interno bruto decrecerá en 1.3% y se perderán 170 mil empleos. En tanto, un estudio elaborado por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) prevé la pérdida de 250 mil plazas laborales en este año.

Esto es, aún con datos y declaraciones diferentes, los propios organismos financieros, empresarios y gobiernos neoliberales expresan una inocultable recesión.

Desempleo galopante

La Organización Internacional del Trabajo (OIT), que apenas sirve para estimar algunas estadísticas, ha declarado que, en un escenario optimista, en 2009 “alrededor de 20 millones de empleos serían cancelados a lo largo y ancho del planeta, para incrementar a 210 millones el número de integrantes del ejército de reserva”.

Esa es la versión oficial, la realidad es peor. La misma OIT indica que 30 millones de personas más podrían perder sus puestos si persisten las dificultades durante 2009, impulsando la tasa de desempleo mundial al 7.1%.

Por lo pronto, en varias partes del mundo ya se anuncian despidos tras despidos. General Motors, Pfizer, Caterpillar, Phillips, Home Depot, Texas Instruments, Nextel, Toyota, Ford, Renault, Toshiba y muchas otras, ya recortaron decenas de miles de puestos de trabajo en Estados Unidos y en Europa.

En Africa y Asia, la situación es ya alarmante, especialmente en el Africa subsahariana, el sur de Asia y Medio Oriente. Tan solo en materia de energía eléctrica, 2 mil millones de personas, casi la tercera parte del planeta, carece del acceso este derecho.

En México, las noticias de despidos cada día son más abundantes, principalmente, en el sector automotriz, aéreo y en las maquiladoras. Se avecina una situación de desastre y hundimiento, contrariamente a lo que declara el gobierno. Esto será más grave con la contracción en la industria de la construcción que, junto con la automotriz, son detonantes de las crisis.

Mientras los bancos crecieron en 2008 a niveles históricos con ganancias del 38%, la población vive los estragos de la crisis con aumentos en el desempleo y en todos los productos básicos, que incluyen a la tortilla y demás alimentos, las tarifas eléctricas, de gas, gasolinas y diesel. Lejos de aminorar, las condiciones de vida tienden a empeorar. En unos cuantos meses, tan solo la devaluación monetaria llega a más del 40%.

Respuesta obrera y popular

Para el gobierno, las prioridades están en acudir al rescate de los empresarios y banqueros, sin que haya tomado medidas adecuadas de auxilio a la población. Ni siquiera existe algún plan de acción para la conservación y creación de empleos.

Lo más grave es la poca respuesta de las organizaciones populares y sindicales, la que sigue siendo extremadamente lenta, por decir menos. En el caso de las organizaciones políticas, el año electoral las mantiene obnubiladas creyendo que ese camino representa alguna opción.

Es la hora de la acción social. La crisis es de alcance mundial pero no puede aceptarse como pretexto para que el gobierno y el Estado en su conjunto eludan las responsabilidades que hace tiempo han abandonando.

Tampoco se puede esperar a que el gobierno dé respuestas suficientes al reclamo popular. Si la crisis es mundial, la respuesta debe ser de tal alcance y, en cada país, es preciso articular una movilización unificada. Esta implica activar la lucha social, derribar a los gobiernos y partidos neoliberales e impulsar proyectos independientes en el contexto de la lucha de clases.

Las tareas amplias tienen vigencia incluyendo a las reivindicaciones inmediatas. Estas incluyen: la escala móvil de salarios indexada a la inflación y devaluación monetaria, la reducción de la jornada de trabajo a 6 horas diarias, cinco días a la semana con dos de descanso (pagados), para favorecer el empleo a más trabajadores, la congelación y reducción de los precios de todos los artículos y servicios básicos, entre otras.

Lo anterior requiere del accionar de los sindicatos, organizaciones campesinas, estudiantiles y populares, integrando las aspiraciones en una sola lucha a nivel nacional e internacional. En México, esta lucha incluye el desafío al charrismo sindical para recuperar a los sindicatos.

Llamamos a los trabajadores y pueblo de México a tomar iniciativas colectivas y desarrollar una intensa movilización coordinada en todo el territorio nacional. No hay que esperar más, en los próximos meses la crisis capitalista estallará a plenitud. [2009, elektron 9 (29) 1].



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