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Volumen 9, Número 119, enero 19 de 2009 www.wftucentral.org
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Gobierno del desempleo

 

Contrariamente a sus campañas mediáticas, los gobiernos de la ultraderecha siguen una política inversa. En materia de empleo los resultados son desastrosos. Muy lejos de atender la creciente demanda, se han perdido cientos de miles de puestos de trabajo. Desempleo, trabajo informal y/o precario es la única alternativa para los mexicanos, especialmente jóvenes. Empleo, salario y democracia son las banderas a enarbolar por los sindicalistas concientes.

Pérdida creciente de empleos

Tan solo en los meses de octubre y noviembre de 2008 se perdieron 400 mil empleos en México. En el sector urbano, la pérdida fue de 255 mil 632 plazas permanentes y 157 mil 926 temporales. En total, “el número de trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) pasó de 14 millones 564 mil 569 personas empleadas en el sector formal de la economía, a 14 millones 178 mil 117” (Cardozo V., en La Jornada, 12 ene 2008).

En el caso de los trabajadores permanentes, “de 12 millones 824 mil asegurados en el Seguro Social en octubre, al cierre de 2008 se desplomó a 12 millones 569 mil 68”.

Las estadísticas oficiales son imprecisas y engañosas porque no corresponden a la realidad. Además, de las plazas temporales que son volátiles, existen muchos trabajadores que las empresas no reportan al IMSS. Tampoco se considera al subempleo ni al empleo “informal”; en cualquier caso, la población ocupada es inferior a la población económicamente activa. De manera que, la situación real es peor.

Se ha reportado oficialmente por el IMSS que, en los 25 meses del presente gobierno “se generaron poco menos de 166 mil puestos de trabajo en la economía formal” y “lejos de aumentar tales plazas (permanentes y eventuales) se cancelaron poco más de 17 mil 500” (Fernández-Vega C., en La Jornada, 12 ene 2008).

“El promedio calderonista por año concluido es de 79 mil 680 nuevos empleos formales para cubrir una demanda real cercana a un millón 200 mil plazas. En el sexenio de Fox –uno de los peores en esta materia, como en tantas otras– el promedio anual de generación de plazas laborales en el sector formal estuvo ligeramente por arriba de 193 mil; con Calderón, en el primer bienio de la “Presidencia del empleo”, se redujo a 79 mil 680, es decir una baja de 60 por ciento (la media en el priato neoliberal fue cercana a 290 mil por año)”.

En los ocho años de gobiernos del PAN “se generaron un millón 325 mil empleos formales (87 por ciento de ellos en tiempos foxistas); en igual periodo la demanda real de puestos de trabajo se aproximó a 9.6 millones, de tal suerte que sólo 14 de cada cien mexicanos tuvieron el privilegio de ser incluidos en la potente economía formal”.

Desempleo creciente es el resultado de las políticas neoliberales y la situación tiende a empeorar. Entre las 25 medidas anticrisis, Calderón anunció apoyo financiero al sector privado para la creación de 250 mil plazas temporales, cifra muy inferior a la demanda e, incluso, a las pérdidas ocurridas en los meses recientes.

Jóvenes los más afectados

José Angel Gurría, el “ángel de la dependencia”, exsecretario de hacienda en el régimen de Zedillo, actualmente ssecretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), declaró que “en 2009 México no tendrá condiciones para generar el número de empleos que se requieren al año debido a la crisis” y agregó que “el país requeriría un crecimiento económico de 5 por ciento o mayor para poder atender las necesidades de trabajo de los jóvenes”.

Ese neoliberal reconoce la gravedad del caso pero lo atribuye a la crisis, en general, omitiendo que en los sexenios gubernamentales en turno se han venido aplicando políticas neoliberales similares. Con base únicamente en el crecimiento económico, es evidente que ni este ni en los siguientes años mejorará la situación. Agustín Carstens, secretario de hacienda de Calderón, estima un crecimiento del 0 (cero) del PIB en 2009, otros analistas financieros están cercanos a esa cifra y, el Guillermo Ortiz, presidente del Banco de México, es más pesimista. Seguramente, el escenario más probable será un crecimiento menor de cero, es decir, negativo.

Gurría dice que no se podrán atender las necesidades de trabajo de la juventud mexicana. En el plan anticrisis de Calderón los jóvenes ni siquiera son mencionados, dejando a este sector mayoritario de mexicanos sin alternativas laborales ni políticas. El único futuro para millones de jóvenes es, si acaso, el trabajo informal y precario.

¡Abajo el gobierno neoliberal!

Es evidente que los gobierno neoliberales tienen una pronunciada incapacidad para atender los problemas sociales fundamentales, tampoco les interesa. En su óptica política, consideran que las causas son administrativas jamás políticas y menos estructurales.

Si no hay, ni parece que vaya a haber, empleo tampoco habrá salario, aún cuando éste ha sido severamente castigado habiéndose registrado una caída vertical desde 1976 en el salario “real” que ya alcanza los niveles de hace cien años.

Ante tal situación, no debiéramos esperar más, todos los escenarios son desfavorables para los trabajadores con una tendencia a empeorar. Desafortunadamente, los sindicatos se mantienen en la inmovilidad controlados por el charrismo sindical de todo tipo.

¡Empleo, salario y democracia!

La lucha de clases tiene su expresión material en la lucha por el salario y quien no se moviliza se descalifica. Los charros hace décadas que proceden contra los trabajadores. Entonces, se hace necesario articular entre los compañeros más concientes una triple lucha: contra el gobierno, el patrón y el charrismo sindical.

Esto quiere decir que, en la práctica, debemos adoptar en la política definida: 1- contra el gobierno, hasta “bajarlo” por incapaz y promotor de una política económica lesiva al interés de los trabajadores y de la nación, 2- contra el capital, en defensa del empleo, el salario y la seguridad social, así como, la mejora y ampliación de los mismos, y 3- contra el charrismo sindical echándolos de los sindicatos y recuperar a éstos democráticamente.

Empleo, salario y democracia sindical son las consignas del momento. Llamamos a los trabajadores concientes a unificarnos, política y organizadamente. La lucha contra la trilogía charro, gobierno y patrón, requiere de una lucha generalizada en todos los sectores.
[elektron 9 (13) 1, 13 ene 2009].



Chavos de Monterrey


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