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Volumen 8, Número 101, abril 15 de 2008 www.wftucentral.org
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Priístas privatizadores




El PRI es coautor de la privatización

Primero, el senador priísta Francisco Labastida se encargó de promover la reforma a 10 leyes secundarias para privatizar a Pemex, secundado por Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa, coordinadores parlamentarios del PRI. Cuando el gobierno federal les presentó el Diagnóstico de Pemex, los diputados priístas lo rechazaron. Luego, los gobernadores de los Estados petroleros se manifestaron decididos a presentar una iniciativa privatizadora. Después, en el Consejo Nacional del PRI, se evidenciaron las posiciones proclives a la privatización petrolera. Todo quedó en discursos demagógicos. Salvo las acciones del exsenador Bartlett, los opositores priístas se ven débiles.

El 3 de abril, Georgina Kessel, secretaria de energía, y Jesús Reyes Heroles, director de Pemex, presentaron a los diputados el supuesto Diagnóstico sobre Pemex. Varios diputados priístas cuestionaron acremente a los dos funcionarios del gobierno y, por unanimidad, rechazaron el tal Diagnóstico al que calificaron de catastrofista y verdades a medias.

Carlos Rojas, exdirector de Pemex y actual diputado señaló que “El estudio confirma una visión catastrofista para la actividad petrolera; esto no nos sorprende, obedece a una vieja práctica de ahogar a las instituciones para luego desprestigiarlas, y luego tratar de solucionar el problema con propuestas como las que ahora nos dicen hay que acompañar con inversión privada a Pemex. ¿Qué hicieron, qué le pasó a Pemex, cuando en el año 2000 era la empresa número seis del mundo y ahora es la undécima? ¿Qué hicieron con más de 45 mil millones de dólares de recursos de los excedentes petroleros? ¿Quién tomó esas decisiones?”. Ni Kessel ni Heroles respondieron.

El diputado José Murat enfrentó a los burócratas gubernamentales diciéndoles: “Ustedes lo que buscan y quieren es privatizar Pemex, quieren los contratos de riesgo, que es una violación a la Constitución, y se van a ir por la ley reglamentaria para justificar esos contratos; no nos metan a un debate tramposo, no queremos que beneficien a la iniciativa privada nacional e internacional. Si para los empresarios es negocio comprar Pemex, ¿entonces debe ser negocio para el gobierno mexicano mantener a la empresa? ¿A quién quieren beneficiar? Repsol, Exxon, la Shell, están como perros sobre el negocio; hagamos un negocio para beneficio de México”.

La diputada Beatriz Pagés dijo a Kessel y Heroles que, “la estrategia del gobierno federal y el diagnóstico que se nos presenta insulta la inteligencia de los mexicanos, porque se nos presentan verdades a medias; tal parece que al gobierno lo único que le interesa es privatizar el Golfo de México en aguas profundas. Este diagnóstico pretende ver en el Golfo de México y en las aguas profundas una panacea”.

No nada más, la diputada se refirió a uno de los aspectos más manipuladores de la campaña televisiva del gobierno y dijo que “Se utilizó el caso cubano como una intención mediática para decir a la izquierda que en un país socialista se realizó la asociación; ¿por qué arrojar a México en la aventura de las aguas profundas?, ¿por qué lanzarlo a la aventura como si fueran los piratas del Caribe?”.

El rechazo de los diputados priístas al Diagnóstico de Pemex muestra que el gobierno no convence. Los diputados del PRI aprovecharon la debilidad de Kessel y Heroles y se les fueron literalmente “encima”. Desafortunadamente, ese ejercicio no es suficiente. Al interior del PRI, el desasosiego privatizador es muy intenso, varios priístas están muy nerviosos.

Desasosiego privatizador

Al siguiente día, varios diputados de los estados de Veracruz, Tabasco, Tamaulipas, Chiapas, Nayarit, Nuevo León y Estado de México declararon que “respaldarán la iniciativa de reforma a la ley reglamentaria del artículo 27 constitucional para permitir la participación de inversión nacional y extranjera en Petróleos Mexicanos (Pemex), mediante los contratos de riesgo y de servicios múltiples que impulsará el PAN”. Es decir, apoyarían la privatización TOTAL de Pemex.

Es evidente que se trata de diputados comprados por el gobierno y que han sido convenientemente cabildeados por los propios gobernadores de esos estados. En Acapulco, Guerrero, durante los trabajos de la Convención Nacional Bancaria, Francisco Granier, gobernador de Tabasco, anunció que “los gobernadores de estados petroleros impulsarán una iniciativa de reforma a la paraestatal”. Luego, Fidel Herrera, gobernador de Veracruz, expresó que, al igual que otros mandatarios priístas, pugna por permitir la inversión privada en sectores hasta ahora no abiertos en Pemex. Claramente, Herrera se manifestó por la privatización de la exploración y explotación del petróleo crudo.

Esos gobernadores priístas proceden con cinismo y mala fe. Deliberadamente, omiten que el petróleo NO es de los estados donde existen zonas petroleras. El petróleo es de la Nación no es del Estado mexicano, menos de los estados de la federación y menos aún de los gobernadores en turno. Esos gobernadores abusan del cargo que ostentan. Ser gobernadores NO les otorga ningún derecho para violar a la Constitución, al contrario, es su deber cumplirla y hacerla cumplir.

Gobernadores privatizadores

Los legisladores privatizadores del PRI están insubordinados a su propio partido y forman parte de la “rebelión neoliberal” en curso. Sus propuestas son inaceptables. Proponen “impulsar una iniciativa propia, al margen de la dirigencia y que, con el apoyo de los gobernadores en cuyos estados hay explotación de yacimientos petroleros, sería la base para negociar desde el Senado una reforma sin cambios constitucionales, pero con clara apertura al capital privado”.

No es ninguna iniciativa “propia”, se trata de las mismas propuestas de Calderón y el PAN. Señalan que “aprovechando la experiencia, Pemex debe continuar la exploración en aguas profundas, conforme a su ritmo y conveniencia “sin necesidad de compartir la renta petrolera en inadmisibles contratos de riesgo”, es decir, contratando exclusivamente los servicios técnicos, sin comprometer la renta petrolera, además de que se debe optimizar la vida útil de los yacimientos, haciendo obligatoria la recuperación mejorada desde el inicio de su explotación”

Además, están “preocupados” por la explotación de los yacimientos transfronterizos. Dicen que “el gobierno de la República tiene la obligación de encontrar soluciones, conforme al derecho internacional, para la explotación de los yacimientos transfronterizos, sin modificar la ley reglamentaria del artículo 27 constitucional”.

Sin embargo, lo que promueven los gobernadores consiste en “una iniciativa de reforma energética que considera incrementar la participación del capital privado en Pemex”.

Más aún, han dicho que “se irán por la libre” y presentarán, por conducto de sus diputados y senadores, una iniciativa de reforma energética que busca incrementar la inversión privada. La fórmula propuesta sería “otorgar contratos para trabajos específicos que puedan ir de la perforación, extracción y transportación a través de ductos –pagando exclusivamente por ese servicio, sin que eso implique compartir la renta petrolera–, a modificar los contratos de riesgo y evitar así asociaciones directas con el capital privado, con lo que, aseguraron, no se compromete ese bien nacional”.

Lo anterior no significa una propuesta “propia” sino que el gobierno ha cabildeado con los gobernadores del litoral petrolero para obtener su apoyo a cambio de canonjías.

La gallina de los huevos de oro

Presionada por las tendencias privatizadoras internas y sin una definición clara, Beatriz Paredes, presidenta del PRI, llamó “a no matar la gallina de los huevos de oro”. La debilidad política de Paredes es obvia pero, esa indefinición es parte de su política borrosa, escudándose en frases propias de la demagogia municipal, pues también apoya la privatización.

Las propuestas presentadas por Paredes conducen, precisamente, al ahorcamiento de la “gallina”. En el 51 Consejo Nacional del PRI, realizado el 5 de abril en el puerto de Veracruz, la presidenta del PRI dijo que “Pemex debe ser guiada por un ente regulador autónomo, ajeno a los vaivenes políticos, integrado por consejeros independientes de reconocida experiencia y valía, electos por el Senado de manera escalonada, que no tengan relación o intereses cruzados con el gobierno y los poderes fácticos”. Eso es lo que lo mismo que propone el PAN.

Luego, agregó que “Se trata de otorgarle plena autonomía de gestión administrativa y financiera, darle flexibilidad operativa para la procura y contratación de obras y servicios, además de darle independencia del Presupuesto de Egresos”. La “autonomía de gestión” es, precisamente, la clave de la propuesta privatizadora del gobierno de facto.

Paredes dijo que “Lo más importante es dejar bien claro que la modernización de Pemex y la transición ordenada debe realizarse sin modificaciones constitucionales”. Eso es, exactamente, lo que quieren el PAN y Calderón. La privatización de Pemex que proponen sería NO constitucional, es decir, sin reformas a la Constitución sino a la legislación petrolera secundaria.

Juego privatizador

En minoría pero consecuente, el ex senador Manuel Bartlett aseguró que los gobernadores están negociando con el gobierno federal más recursos para sus estados a cambio de convencer a los legisladores federales de sus entidades de apoyar la privatización de Pemex, y que los coordinadores priístas en el Congreso de la Unión hicieron lo propio con Calderón quien, dijo, “juega con ellos”.

Sobre Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa Patrón, Bartlett dijo que “están de acuerdo con la privatización. Ya negociaron con el gobierno federal, pero Calderón juega con ellos”.

Lo cierto es que el PRI mantiene una política proclive a la privatización. Labastida es el autor de la reforma a la legislación secundaria. Beltrones, Gamboa y Paredes no son ajenos a esta propuesta. Al interior del PRI existe malestar pero no hay la consecuencia debida, los sectores privatizadores radicales tienden a imponer la privatización de Pemex, sus propios hechos lo confirman.

Los gobernadores “petroleros” carecen de propuestas propias, simplemente avalan las de Calderón y el PAN a cambio de migajas, millonarias, pero migajas sin importarles traicionar a la Nación. Los documentos del PRI son papeles que nadie cumple.



En 2008, las exportaciones fueron contrarestadas por las importaciones, con un déficit
en la balanza comercial. De acuerdo a la política petrolera oficial, se exporta petróleo crudo
y se importan petroquímicos, gas natural y petrolíferos, principalmente gasolinas


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