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Volumen 8, Número 100, marzo 31 de 2008 www.wftucentral.org
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La señora representa en México los intereses de Bush

Kessel solo repite el rollo

Apertura al capital privado SIN privatización de Pemex, dicen el gobierno federal, el PRI, el PAN y otros sectores políticos, empresariales y medios de comunicación. Pero, esa apertura, SÍ implica la privatización. Se trata de cederle al capital privado extranjero las funciones constitucionales de la industria petrolera mexicana para apropiarse de los recursos de hidrocarburos de la nación.

La apertura es privatización

La privatización que pretende imponer el gobierno federal sería mediante las llamadas “alianzas estratégicas”. Así lo han expresado Georgina Kessel, secretaria de energía, Juan Camilo Mouriño, secretario de gobernación, Manlio Fabio Beltrones y Francisco Labastida, senadores del PRI, Emilio Gamboa, diputado del PRI, y todos los legisladores del PAN.

Alianzas estratégicas

Según la filosofía empresarial, la alianza estratégica (AE) es “el logro de un fin común mediante el apoyo concertado de todos los integrantes de la asociación que aporte beneficios a sus participantes “de forma justa y equitativa”. De acuerdo a la sinergia empresarial se trata de “lograr que uno más uno sumen tres”. Eso quiere decir que el “tres” sería la ganancia misma que sería compartida entre los otros “dos”. Pemex pondría el petróleo (que a ninguno cuesta nada pues es un recurso de la naturaleza propiedad colectiva de la nación), las transnacionales (que no serían “dos” sino más) la supuesta tecnología y, los cuantiosos recursos obtenidos serían repartidos, a Pemex le correspondería solo una parte.

Se dice que las alianzas tienen su origen en el desarrollo tecnológico y la internacionalización de los mercados. Para ello se utiliza cualquier combinación de recursos. El objetivo general es la ampliación de los negocios a escala global y, entre los objetivos específicos, está el “fortalecimiento” empresarial.

Para el diseño de las alianzas se argumenta la experiencia mundial, la industria en la que se participa y el ámbito específico, en este caso, de México. El proceso incluye la identificación de posibles socios y la evaluación de la posibilidad de asociarse. Luego, se selecciona al socio y se firman los contratos y convenios.

Las oportunidades de negocios se refieren al desarrollo de nuevos mercados y productos, la distribución de los mismos, la promoción compartida, el desarrollo tecnológico, el uso de marcas y patentes, así como actividades de soporte técnico y financiero. Estas ideas y otras han sido desarrolladas por MACKENSIE S.A. de C.V., con domicilio en Insurgentes Sur 880, piso 8, Colonia del Valle de la Ciudad de México.

El gobierno federal y sus aliados solamente repiten el discurso. Es el caso de Georgina Kessel, quien se ha aprendido el rollo de memoria. Totalmente acrítica hace abstracción de la Constitución política del país. Esta indica que, en materia de hidrocarburos, NO se otorgarán concesiones ni contratos a los particulares. Las alianzas implican la firma de contratos entre los socios como si Pemex fuera una empresa privada más tipo sociedad anónima.

Alianzas desventajosas

Las alianzas son asociaciones entre empresas mediante la concesión de licencias, acuerdos de abastecimiento, iniciativas de capital de riesgo, adquisiciones conjuntas y muchas otras formas de cooperación. Pero, las alianzas no siempre funcionan y menos cuando intervienen las grandes corporaciones. Tales alianzas siempre son desfavorables a los Estados y naciones.

Las alianzas generan para alguno de los aliados la pérdida del control de algunas o varias funciones. Eso, en el caso de Pemex, sería inevitable desde el momento en que pondría en manos de las corporaciones el ejercicio de las funciones constitucionales, en materia de exploración y producción de hidrocarburos, almacenamiento, transporte y comercialización de los mismos. Eso significaría que las corporaciones tomarían decisiones en materia de política petrolera, en interés de la ganancia privada y la geopolítica energética norteamericana.

Hay varias preguntas no contestadas por la Kessel. ¿Qué pasaría con las utilidades? ¿Serían reinvertidas? o ¿las corporaciones las enviarían a sus casas matrices a la brevedad posible? Es evidente que, de encontrar petróleo, las corporaciones solamente invertirían para seguir extrayendo más crudo, no les interesa la reinversión para el desarrollo nacional. En el caso de Pemex, tampoco habría reinversión pues el presente régimen fiscal se lo impide. Actualmente, Pemex obtiene cuantiosas ganancias pero NO reinvierte, no se permite realizar inversiones propias. Entonces, ¿de qué servirían a la nación esos negocios? Es obvio que el interés del gobierno está en los negocios privados y corruptos ejemplificados en Mouriño, Calderón y socios.

En el caso de la tecnología ¿Pemex podría desarrollar su propia tecnología? o ¿se limitará exclusivamente a CONTRATAR “esa” tecnología con las transnacionales? ¿Esos contratos, implicarían la transferencia y asimilación de la tecnología? ¿Con qué nombre se patentarían los resultados? ¿Con el de Pemex o de los socios? ¿Las controversias se resolverían en México o en los tribunales internacionales? En todos los casos, Pemex estaría en completa desventaja. CONTRATAR tecnología es el camino directo al atraso. Además, ¿A quién le compraría Pemex “esa” tecnología? ¿Qué tecnología sería? ¿Quién, en el mundo, la tiene? ¡Nombres!

Alianzas innecesarias

Georgina Kessel desconoce el sector energético, jamás ha trabajado en el mismo, su labor se limita a servir a las transnacionales. Obviamente incumple sus funciones gubernamentales y traiciona a la nación. Se habla a la ligera y superficialmente del “tesoro” en el fondo del mar.

Los recursos prospectivos en aguas profundas fueron estimados por la WOOD MACKENSIE, el gobierno federal repite datos ajenos no comprobados. Los 2 mil pozos que dice Kessel “se deben perforar” son hipotéticos, carecen de fundamento. Multiplicar a Cantarell por 10 (diez), como afirma Kessel, implica una progresión geométrica lineal e irreal y un total desconocimiento de la materia. Los campos por descubrir probablemente no sean iguales a Cantarell (200 pozos) y si lo fueran, la producción de este complejo (2 millones de barriles diarios en su mejor momento) implicarían llevar la producción de crudo a niveles desorbitados. Pero, además, perforar NO es sinónimo de producir.

Para llevar a cabo esas barbaridades, Kessel y Calderón promueven las alianzas con las transnacionales. ¿Son necesarias las alianzas? ¿Este es el momento adecuado para llevarlas a cabo? Kessel y demás privatizadores se muestran urgidos sin tener ningún diagnóstico.

En la prospectiva de petróleo crudo 2007-2016, publicado por la propia secretaría de energía, se proyectan dos escenarios, el sobresaliente y el bajo, el primero con aguas profundas y, el segundo, sin aguas profundas. En los dos casos, se mantendrían altas plataformas de producción y exportación pero el monto de las inversiones sería distinto, 157 mil millones de pesos anuales en un caso y 100 mil millones de pesos anuales en el otro. En ambos casos, los recursos obtenidos por Pemex (antes de impuestos, derechos y aprovechamientos) son muchísimo mayores a los requerimientos. La diferencia es que, ahora, Kessel y el gobierno están apresurados por imponer el escenario sobresaliente pero, no para que lo realice Pemex sino las transnacionales.

Control de las transnacionales

Parte importante de las alianzas es la integración operacional que implica compartir recursos e infraestructura operativa. Entre los recursos, el principal está representado por las materias primas. Pemex compartiría, entonces, el petróleo crudo y gas natural, mismos que NO son de Pemex, ni de Kessel, Mouriño o Calderón, sino de la nación.

Las alianzas son un pacto formal entre aliados para compartir activos (sic), experiencias y conocimientos. Si se trata de contratos (outsourcing) se llama alianza vacía, si se trata de prestar servicios la alianza es virtual. Hay otros tipos de alianza como la AE temporal o consorcio, para licitaciones, o las Joint Venture en las que se crea una nueva empresa de propiedad compartida. ¿Qué tipo de alianzas propone Kessel?

Como las alianzas se concretan con acuerdos formales y el gobierno federal está “urgido” de establecerlas, seguramente optarían por las más desfavorables para Pemex. Las transnacionales son las que están en posibilidades de establecer las condiciones, Pemex sería socio menor, no obstante ser quien aportaría lo más importante: el petróleo crudo.

El FTE de México reitera su total y absoluto rechazo a la reforma energética neoliberal que pretende el gobierno federal para seguir privatizando a las industrias eléctrica y petrolera de México. Llamamos al pueblo mexicano a integrarnos combativamente en una misma lucha en defensa de la nación y sus recursos naturales.

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Cuencas petroleras incluyendo el Golfo de México Profundo


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